El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha confirmado que el Mundial de Clubes, que debía estrenar formato y jugarse entre junio y julio de 2021, será reprogramado «más adelante en 2021, en 2022 o en 2023» para facilitar que se disputen la Eurocopa y la Copa América, aplazadas al año que viene por la amenaza del coronavirus.
«Se decidirá en una etapa posterior, cuando haya más claridad sobre la situación, cuándo reprogramar el nuevo Mundial de Clubes de la FIFA, más adelante en 2021, en 2022 o en 2023. Hablaremos con la Federación China y el Gobierno chino del aplazamiento para minimizar cualquier impacto negativo», confirmó en un comunicado, tras una videoconferencia de la Mesa del Consejo de la FIFA.
Con ello, atiende las peticiones de la UEFA y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) de permitir el aplazamiento de la Eurocopa y la Copa América, previstas para este verano, y facilita que los ambos torneos puedan celebrarse en el espacio reservado previamente para el nuevo Mundial de Clubes.
Además, Infantino recalcó que debían dar «una respuesta global y colectiva» a un «desafío de salud sin precedentes». «La cooperación, el respeto mutuo y la comprensión deben ser los principios rectores que todos los encargados de tomar decisiones deben tener en cuenta en este momento crucial en el tiempo», indicó.
«Particularmente en el fútbol, es deber es encontrar soluciones adecuadas y justas a nivel mundial. Esto requiere unidad, solidaridad y un sentido compartido de responsabilidad y debemos pensar en todos aquellos en todo el mundo potencialmente afectados por nuestras decisiones», añadió.
En otro orden de cosas, el mandatario suizo aseguró que están trabajando con las Asociaciones Miembros en continuar con el calendario «tan pronto como las circunstancias lo permitan, con suerte antes del final de abril».
Por otra parte, la FIFA ha tomado una serie de medidas económicas y solidarias como donar 10 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Fondo de Respuesta Solidaria contra el COVID-19; establecer un Fondo Global de Asistencia para el fútbol para ayudar a los miembros afectados por esta crisis; y realizar las modificaciones necesarias del Reglamento sobre la Transferencia de Jugadores para proteger los contratos de futbolistas y clubes.
