Julio Velasco, el entrenador del mítico equipo de la selección italiana de vóley, dijo a Guardiola: ‘La clave de todo es saber tocar la tecla’. Esa es la clave de todo y hay que encontrarla, porque no está en ningún libro. Es que es intransferible, por eso es tan hermoso nuestro oficio (Guardiola: charla técnica, por Redacción EG: 09/06/2013 ).
Pep Guardiola, el entrenador del mejor equipo de la historia (2013), en la conferencia de Buenos Aires nos entregó estas riquísimas vivencias y conceptos: “En su primer año como entrenador, tenía un jugador al que necesitaba mucho, un jugador de nivel top, que no estaba jugando mal pero tampoco lo hacía bien. Cuando acabó el entreno le dijo: ‘Cuando termines de ducharte, sube a mi despacho’. Subió y le dijo: ‘A las 19:00 te espero en el bar del hotel no sé cuánto’. Tomamos algo y hablamos. Sin nada preparado, conversamos de su familia y de la mía, nada de táctica, y seguidamente se fueron a casa. Al día siguiente, ganaron 4-0 y ese jugador metió tres goles. Luego, él fue a su despacho y le dijo: ‘Gracias, míster’. Pep contesto: ‘No, los goles los ha metido tú’. Esa es la tecla. Ahora, ustedes dirán: ‘Este tío es un fenómeno, todas las teclas que toca, las clava’. Pero no. Recordó también que en una semifinal de Champions habían perdido en la ida; y la que la prensa especulaba con quiénes serían los centrales, aunque los entrenadores casi siempre tenemos claro quién va jugar. El mismo Pep, después de un entreno se acercó a uno de los centrales, uno de esos valientes que van al frente, y le dijo: ‘Estoy dudando mucho quién va a jugar mañana’. Luego lo puso y fueron eliminados. Y al cabo de un mes, este defensor subió al despacho de Pep y le dijo: ‘Aquella vez me hundiste míster. Yo me comía el mundo pero vienes y me dices eso, me hundiste’. Y el mismo Pep le espetó: ¡La cagué! Así es la tecla: un tío metió tres goles y al otro lo hundió. Dirigentes, aficionados y prensa:¡Tened compasión de los que dudan!
Así y en el contexto que vivimos los entrenadores, ha sido demostrado que la profesión del entrenador, muy vocacional tiene que ser para que los pocos y efímeros momentos en los que no se sufre compensen la montaña rusa de las emociones (Ramírez. P, 2016, lawebdelmister). Aunque las opiniones se encuentren divididas en cuanto al sistema de valores de un entrenador (Castelo, J. F., 1999), Pina (1998) reveló que el proceso de pensamiento desarrollado por el entrenador puede ser modificado y optimizado. Pero para ello, los técnicos, debemos conocer características y saber que, cuanto mayor es la cantidad de estímulos que haya que atender, menor es la disponibilidad temporal disponible; cuanto más transcendentes son las consecuencias de la decisión, mayor será la incertidumbre, y por ende, la toma de decisiones se torna muy compleja. No está de más traer ahora a colación aquella frase de Kant que afirma que “la inteligencia de un individuo se evalúa por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar”.
En este sentido, el entrenador que dirige un equipo en competición en el que la presión es elevada, en ocasiones sufrirá una verdadera angustia a la hora de decidir, aspecto que puede perjudicar la resolución del problema debido a que la toma de decisión no sea la más apropiada (Baum i Snger, 1980; Garber y Seligman, 1980; Minecka y Henderse, 1995; citados por Tanenbaum y Bar-Eli,1990). Sinceramente el entrenador sufre por todo. Sufre cuando no tiene equipo y vive la incertidumbre del baile de banquillos. Sufre cuando tiene equipo. Si gana, porque se tiene miedo a perder el próximo, si pierde, porque te ves obligado a ganar el siguiente encuentro. Sufre porque los jugadores se lesionan y, qué casualidades de la vida, -¡siempre se lesionan en el peor momento! Sufre por el jugador que debería convocar y no convoca porque el objetivo grupal le obliga a poner al más talentoso y no al que más se lo merece. Sufre porque los otros equipos ganan, empatan o pierden los que no deberían. Un entrenador sufre de lunes a lunes, salvo el día siguiente a la victoria que le da una tregua (Ramírez. P, 2016, lawebdelmister).Consecuentemente, la pertinencia de nuestro esfuerzo tendrá que venir de nuestra coherencia profesional, que reside obviamente en la comprensión de la intencionalidad y la significación de las decisiones tomadas, y del comportamiento técnico-táctico de los jugadores que de ella se derivan, buscando sus relaciones e interrelaciones de cooperación y de adversidad y, por qué no, también de algunos de sus determinismos(Castelo, J. F., 1999).
En definitiva, nuestro “EQUIPO LANZA”, para esclarecer la incertidumbre, revisó la Tesis doctoral (Riesgo, incertidumbre y beneficio) de Knighht, F.(1921), donde obtuvimos la concreción de que la incertidumbre, es la situación en la que la probabilidad de los resultados se desconoce. En este sentido, precisamente nuestro equipo, ante esta dicotomía, consideró de vital importancia entrevistar al Bróker Deian Domínguez, consultor estratégico de Trader-help para entender el paralelismo en dos ámbitos tan –teóricamente– separados como es el de entrenador y bolsa, ambos profesiones cargadas con alto grado de incertidumbre. En esta línea, serían Deian y su equipo(2018), quien nos explicase que “operar y obtener rendimiento en el mercado es posible siempre y cuando se sepa gestionar el riesgo y entendiendo cuál es el momento ideal no solo para salir; sino para entrar”. También nos explicó que, “cada decisión que toma el entrenador, el éxito o desacierto será ajustado en función del resultado; siendo la diferencia principal en ambas profesiones que en los mercados financieros ganas o pierdes dinero con la operativa y en el mundo del entrenador disminuye o aumenta tu liderazgo y/o caché”. A éso le añadimos que la materia prima del entrenador son las personas y que el bróker, aunque trabaja con decisiones personales de otros, lo hace en segundo grado y cada vez menos, en un mundo en el que los algoritmos toman muchas decisiones.
En esta perspectiva, tomar decisiones es permitir y desencadenar cambios en un curso de interacción con el contexto, buscando un objetivo (Araújo, 2006) y debido a la gran cantidad de decisiones que toma el entrenador, necesita disponer de alguna etapa autorregenerción (para los entrenadores tops, año sabático) debido a la necesidad de estudiar los efecto de las decisiones tomadas (de carácter positivo o negativo) para comprender a nivel cualitativo y cuantitativo qué intervino en la elevación, el mantenimiento o la reducción de la capacidad de rendimiento deportivo del entrenador.
Recomendaciones de @EntrendorTato, a pesar de que la incertidumbre pueda ser un escenario difícilmente cuantificable en los contextos reales, como la competición, a los entrenadores como herramienta de progreso, solo nos queda unirnos a la propia experiencia acumulada en el pasado en contextos similares. Para evolucionar y contrarrestar la incertidumbre, -¡estudia y entrena! La interacción con diferentes contextos y el uso de la experiencia son la clave para procesar los “puntos fuertes y débiles” como respuesta definitiva. Ahora que seguir el postulado de los grandes entrenadores: -¡A entrenar se aprende ENTRENADNDO!; no alineando-.
P.D. Compañeros, ¡Nunca entrenar sin más! Reflexionar sobre tu trabajo realizado y si es posible “aprender a ver lo que ve un experto”. Solo conozco la reflexión, discusión y la conclusión del trabajo, como vías para convertirse en un experto.
Bibliografía:
Castelo, J. F. (1999). Fútbol: estructura y dinámica del juego. Inde.
http://www.elgrafico.com.ar/2013/06/09/C-4788-guardiola-charla-tecnica.php?q=%23Oscars
https://lawebdelmister.wordpress.com/tag/domingo/
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Tato Giménez @EntrenadorTato. Dr. en Ciencias del Deporte. Director Técnico de fútbol (Nivel III) |