Con la temporada regular ya finalizada, ahora llega el momento de celebrar las grandes cosas que, en el caso de las chicas del Basket Puertollano, sería poner la guinda perfecta a una temporada de altibajos que no ha gozado de la tranquilidad necesaria pero que ha transcurrido ganándole fases al tiempo, sin la presión añadida de un proyecto que aspira a todo.
A lo bajini, sin hacer ruido, las de Puertollano se han colado en una Final Four para luchar por un ascenso que posiblemente no figuraba en ninguna de las previsiones más optimistas a principio de año. Pero es lo que tiene la veteranía y disfrutar en una pista, con un vestuario que se ha hecho fuerte y que ha ido creciendo alrededor de su núcleo duro con el que se han consagrado en la categoría jugadoras con un futuro más que prometedor.
Así, las mineras se desplazarán este fin de semana a Cuenca, otra vez la ciudad conquense, quizás fruto de los caprichos del destino para disputar un ascenso en lo que será el final de la temporada. Hace meses deberían haber estado allí para jugar la Copa, pero entonces se renunció a ir y hubo comunicado y crispación, en una situación que se arrastra y que impide que este final de año se esté paladeando como corresponde.

Pero lo externo se olvidará por un rato cuando empiece a botar el balón en la mítica pista conquense donde está en juego un pase a la Liga RibéSalat la próxima temporada, donde ya se verá qué pasa.
Antes queda lo de este fin de semana 27 y 28 de abril, con Cuenca como telón de fondo, con cuatro auténticos equipazos: Cuenca Femenino, EBA, Baloncesto Polígono Toledo «B» y Dentatis Basket Puertollano.
Las de Puertollano se medirán a las locales el sábado 27 a las 19:30 de la tarde, reviviendo el último partido de Liga, en el que se impusieron las mineras 34-41, en un encuentro que dominaron de principio a fin, haciendo valer el acierto de Yoli Meneses, cuya vuelta a las pistas junto a otras jugadoras importantes como Luisa o Yaiza, ha coincidido con la mejor racha del equipo que se ha sostenido en sus pilares de siempre -Ángela, Gema, Lidia, Mireya o Claudia-.
Las de José Navarro, sin presión, viajan para luchar por el ascenso y, si todo sale bien, brindar esta vez sí desde Cuenca, por un ascenso que supondría demostrar la calidad de estas jugadoras y tal vez, enterrar un hacha de guerra que nunca debió existir, porque básicamente el objetivo que siempre se persiguió cuando se retomaba este proyecto deportivo es que el baloncesto volviese a tener su protagonismo en Puertollano, que es algo que se ha conseguido sobradamente gracias a la implicación y el trabajo diario de todos los que forman parte del Club (y que no se debería olvidar).