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13 noviembre 2024
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Este deporte ha crecido más de un 650% en los últimos seis años en EEUU

Miguelturra, embajada del pickleball en España

Alumnos del CEIP El Pradillo de Miguelturra enseñan cada año a otros escolares a jugar a pickleball

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Embajadores del Pickleball en Ciudad Real/ Clara Manzano
H. Peco / MIGUELTURRA

    Seguramente, si le gustan los deportes de raqueta, ya haya escuchado hablar del pickleball y posiblemente, incluso lo haya jugado. Divertido, familiar, adaptado a todo el mundo y si eres de los que se pican y encienden el modo pro con facilidad cuando enfrente tienen uno o más rivales, también es un deporte muy competitivo. 

    Desde que aterrizó en España en el año 2012 de la mano de Michael Hess, la fiebre del pickleball no ha dejado de crecer, contando en la actualidad con más de 20.000 practicantes a lo largo y ancho del país, en lo que ha sido un crecimiento exponencial que puede compararse a lo que sucedió cuando el pádel se convirtió en uno de esos deportes de entretenimiento de cabecera en cualquier centro deportivo que quisiera estar a la moda. 

    Uno de esos lugares donde se ha asentado con fuerza el pickleball ha sido Miguelturra, donde Eduardo Martínez y José Vicente Carpio son dos de sus grandes embajadores. 

    Embajadores del Pickleball/ Clara Manzano
    Embajadores del Pickleball en Ciudad Real, llevan este deporte a las aulas/ Clara Manzano

    De hecho, este reportaje nace en la llamada de Martínez que hace meses advertía a este que escribe de la fuerza que estaba cobrando este nuevo deporte en la provincia, un poco a su manera, tal vez con algo de exageración por medio, pero realmente premonitorio de lo que está por venir. “Socio, vente al torneo que hemos montado que, en un año, el pickleball va a ser uno de los deportes más jugados en España”. 

    Visto desde la distancia, realmente el pickleball se observa como una de esas modas que han llegado para quedarse. Es barato, es fácil y realmente, puede jugar cualquiera. Tal ha sido su éxito que la Real Federación Española de Tenis (RFET), advertida del negocio que se le escapó con el pádel, en septiembre del 2023 llegaba a un acuerdo con los miembros de la Asociación Española de Pickleball para integrar la disciplina dentro de su estructura organizativa. 

    En 2023, la Rafa Nadal Academy y la Ferrero Tennis Academy, academias de tenis por excelencia en España, fueron escenario del torneo Mediterranean Open, dando muestras del recorrido que esto puede tener. Sin ir más lejos, del 26 al 29 de septiembre, Madrid ha acogido el Campeonato de España con más de 4.000 jugadores.

    Esta idea de la oficialidad, la comparte José Vicente Carpio, quien anticipa que la entrada de la Federación “va a permitir retener el talento y recuperar parte del espacio que se perdió con la aparición del pádel”.

    A este boom que está emergiendo ya se han anticipado algunas marcas españolas dedicadas a la fabricación de palas. “Desde que empezamos a jugar nosotros con las palas de la playa hace unos tres años, hasta ahora, se ha evolucionado muchísimo. Se están fabricando palas de fibra de carbono y además material de muy buen nivel que demuestra cómo se está profesionalizando este deporte”.

    Eduardo y José Vicente, dos visionarios de las posibilidades del pickleball

    Realmente José Vicente y Eduardo, han sido dos visionarios de las posibilidades de este juego en una sociedad donde todo el mundo necesita sentirse vivo y practicar algún deporte que les recuerde que la juventud no es la edad, sino la actitud.

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    José Vicente Carpio, ejecuta saque de pickleball/ Clara Manzano

    Reconoce Carpio que a él, el gusanillo de este deporte le llegó de casualidad, en uno de esos momentos donden uno enciende el teléfono móvil y deja improvisar al algoritmo, para que recomiende cosas random. A él, el suyo le tiene tomada la medida y sabe de su pasión por la raqueta. “Vi unos vídeos en Internet, me gustó mucho la dinámica de juego, empecé a investigar, hice la formación en la Asociación Andaluza de Pickleball y a raíz de ahí creamos una página que se llama Pickleball por Ciudad Real”. 

    Después de aquello, empezaron las quedadas y la creación de un movimiento social en las redes sociales, que ha permitido que municipios como Ciudad Real, Miguelturra, Villarrubia o Puertollano, hayan tenido un primer acercamiento a esto que este deporte que todavía en pañales en España. 

    Por su parte, a Eduardo le llegó gracias a un curso de formación para profesorado. “Nos lo presentaron como un juego fácil para los chavales y vi que no era solo para los chavales, sino que podía ser un deporte para todos porque literalmente puedes empezar a jugar, con cinco minutos que se dediquen a explicártelo”. 

    La ventaja de éste respecto a los otros deportes de raqueta es que “no necesitas golpes técnicos, no necesitas una instalación concreta, no necesitas un material exclusivo. Puedes jugar con dos raquetas de la playa, pintando cuatro rayas en el suelo y puede jugar cualquiera”, apunta Martínez.

    El Pradillo de Miguelturra, rincón del pickleball

    El pabellón y la pista exterior del CEIP El Pradillo de Miguelturra se ha convertido en un rincón en el que se respira pasión por este deporte americano. A mediodía, en ese inicio de curso, el colegio se vacía; un poco antes, en el recreo o en la clase de Educación Física, es fácil que una raqueta de pickleball se cuele en el decorado, bien como elemento protagonista o bien como reducto secundario de algún crío que ha disfrutado y se ha olvidado de ella por salir corriendo a la siguiente clase.

    Pickball _ Clara Manzano--24
    Eduardo Martínez, entrenando junto a Héctor Peco, ¿próxima leyenda del pickleball?/ Clara Manzano

    Martínez, profesor del centro expone que, con el alumnado del Pradillo, lleva tres años trabajando el pickleball. “Con los profes que han ido viniendo, les he ido vendiendo que este deporte mola, que es súper divertido, al final se acaban convenciendo”, bromea. 

    “Nadie jugaba al pickleball en Miguelturra. Aprovechando que en el colegio contábamos con espacio, hablé con José Vicente, empezamos a traer a gente de fuera, a los padres de nuestros alumnos para presentarles este juego. A todos les llamaba la atención y vi que esto podía tener recorrido”. 

    Y precisamente el nuevo camino que ha tomado es hacer que el propio alumnado del Pradillo ejerza como Cicerones con otros estudiantes del municipio churriego a través de un clínic, en el que son los chavales quienes enseñan a jugar a los estudiantes de otros colegios del municipio. “Hemos montado un clínic en el que mis alumnos, después de formarse durante los últimos cursos de Primaria, son los encargados de presentar y enseñar el deporte a los alumnos de sexto de Primaria de otros coles de Miguelturra”.

    Ejercer de embajador obliga a difundir la palabra allá por donde va. Cuenta Martínez una anécdota de este mismo verano, que permite hacerse una idea de las dimensiones de esta nueva excusa para disfrutar de un ‘tercer tiempo’. “En vacaciones estuve en un apartamento en la playa y en el residencial donde nos alojamos había una pista de tenis en la que todas las mañanas se juntaban cuatro señores mayores. Eran los único que ocupaban la pista todos los días. Una mañana bajé y les dije “soy embajador del pickleball en Castilla-La Mancha, ¿queréis que os enseñe? Estuve explicándoles cómo se jugaba y aquello fue como cuando eras pequeño. Al día siguiente ya tocaban en el timbre y le decían a mi mujer, ¿se puede salir Edu a jugar? El más joven tenía 72 años”, se ríe ahora mientras lo recuerda. 

    Pero, ¿qué es el pickleball?

    El pickleball es una disciplina que se inspira en otros deportes de raqueta como el tenis, el pádel, el bádminton o el ping pong; y al que se juega con la bola wiffle que aunque suene a las que usaba Harry Potter, son para que se hagan una idea, como aquellas pelotas de plástico duro llena de agujeros con las que se jugaba al hockey en el patio del colegio. Dependiendo de si juega en interior o exterior, contará con más o menos agujeros.

    El pickleball nació en 1965, cuando unos niños americanos, aburridos en pleno verano sin acceso a las etapas del tour de Francia que ganó Gerben Karstens, fueron retados por su padre, el congresista Joel Prichard, a que dieran forma a un deporte nuevo. Aquello tomó forma contra todo pronóstico, siendo los adultos -el propio Prichard junto al empresario internacional Bill Bell y Bernie McCallum, los que construyesen la primera normativa del juego “History of Pickleball”, que sirvió como presentación al mundo y que hoy revienta todas las cifras. En los últimos seis años, el número de practicantes ha crecido un 650%, siendo el segundo deporte de raqueta más practicado de los Estados Unidos. 

    ¿Cómo se juega al pickleball?

    Las cuatro reglas básicas del pickleball son las siguientes:

    Se puede jugar de forma individual o por parejas, que pueden ser mixtas (como los sándwich) sin problema. De hecho, en las competiciones oficiales se pueden ver con asiduidad. 

    Se juega en una pista con unas dimensiones de 13,41 metros de largo y 6,10 metros de ancho en dos terrenos de juego divididos por una red a una altura de 91 cm del suelo.

    Cuidado con la regla del doble bote. No hay voleas hasta que la pelota bote dos veces, una con el saque y otra con el resto, esto a diferencia de otros deportes de raqueta, da ventaja al restador, haciendo un juego más atractivo.

    Los partidos se juegan al mejor de 3 sets, y cada juego se gana a 11 puntos, en juegos que se cierran con dos puntos de ventaja sobre el contrario.

    El saque es en diagonal y siempre por debajo de la cadera. No hay dobles faltas -ó sea, no puede fallar-.

    Y las últimas reglas y diferenciales. Sólo se permite un bote dentro del terreno de juego, y no se puede golpear la bola si se tiene un pie dentro de la zona de “cocina” o zona de no volea que es la que limita con la red.

    Sabiendo esto, ya puede ser usted un pro del pickleball, como nosotros mismos hemos querido comprobar tras firmar este reportaje. Como anticipó Martínez en su llamada de hace meses, este deporte ha llegado para arrasar en los próximos años en España. 

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