El reto está completado. Todo un desafío solidario de máximo esfuerzo que César Sánchez, conocido como César ‘Ultraviviente’, ha cumplido con creces: el Reto ELA 48 Horas Non Stop Ultraviviente. El corredor de carreras ultra partió el pasado jueves a las 12 horas desde las oficinas de Nexter, en Ciudad Real, y pasadas las 12 horas de este sábado ha llegado al mismo punto tras dar miles de zancadas por la provincia, atravesando varias localidades con el objetivo primordial de dar visibilidad a la Esclerosis Lateral Amiotrófica, la ELA y recaudar fondos para la Asociación VivELA de Ciudad Real, que irán destinados a la investigación de esta enfermedad.
En total, ‘Ultraviviente’ ha corrido 245 kilómetros, cuando su idea inicial era rondar los 160 kms, una sustancial distancia que sumará en la donación, ya que las empresas patrocinadoras aportarán 1 euro por kilómetro realizado, a lo que se sumarán los casi 400 dorsales solidarios vendidos y las aportaciones que se han realizado durante estas 48 horas. Una cifra importante, mucho más de la esperada, según se indicó desde la Asociación VivELA, que agradeció de todo corazón el enorme esfuerzo de César.
Ese sacrificio solidario fue a la vez muy aplaudido a la llegada del corredor. Acompañado de otros atletas y amigos, entre ellos Gemma Arena y Agustín Luján, que también le dieron aliento en la salida, César ‘Ultraviviente’ cruzó la meta en medio de los aplausos y vítores de familiares, novia, amigos y más personas que quisieron reconocerle su enorme mérito en el fin del desafío de esas 48 horas de runing. Una llegada que se vivió con gran emoción por parte del protagonista, de los miembros de VivELA, de toda su gente y de los que le acompañaron a lo largo de muchos kilómetros. Un final épico que terminó con un ‘cocktail’ de celebración para todos.
“Creo que ya antes de salir el reto ya estaba hecho. El objetivo era darle visibilidad a esto y había funcionado. Solo quedaba cumplir y lo he podido conseguir. No me lo creo ni yo”, fueron las primera palabras de César Sánchez ante los medios tras cruzar la llegada, con un aspecto físico visiblemente bueno y con los ojos llorosos por las lágrimas de emoción. Un reto que ha conseguido “pensando en el fin, que era recaudar para VivELA un euro más por kilómetro. Era el objetivo principal”. Para el protagonista “esto se hizo con las ganas de que se vinieran mi padre, mi madre, mi hermana, cuatro amiguetes y que termináramos en algún lado. Pero me he dado cuenta de que hay gente muy buena y solo hace falta pincharles un poco para que ayuden”.
El ultrafondista reconoció que su peor momento “fue en la primera noche. Pasé 15 minutos que iba dando bandazos por los caminos, me dormía. Al final no dormí nada. Luego cuando llegué a Corral, me dio una pájara importante por el calor. Lo pasé mal, pero aquí estamos”. César quiso poner en relieve también “al equipo organizativo que he llevado. Han estado sin dormir casi las 48 horas y si no es por ellos, ni por la gente que no me han dejado solo ni siquiera un segundo, no hubiera sido posible. Por ese empuje que me ha dado todo el mundo es por lo que al final terminas llegando para adelante”, concluyó con la alegría y emoción de haber finalizado con el objetivo cumplido este enorme reto.