Pasará mucho tiempo desde que se cancelase la temporada en la Liga Iberdrola de voleibol hasta que arranque la nueva, unos siete meses, por lo que todavía hay buen margen para que los equipos vayan tomando forma. No obstante, que no haya competición no significa que los clubes no estén trabajando. En este aspecto, el Kiele Socuéllamos lo tiene bastante avanzado como nos confirmaba su presidente, Francisco Santos. “Estamos trabajando muy duro para cerrar la plantilla, con jugadoras de calidad y con la llegada de internacionales, ya la tenemos muy perfilada, dentro de unas semanas podremos ir dando a conocer nombres de renovaciones y nuevos fichajes”.
Por el momento hay cuatro bajas confirmadas, las de Rocío Gómez, Bruna Lemos y Gabriela Da Silva, todas ellas incorporadas la pasada temporada para el debut en Superliga. Tampoco seguirá Sheila D’Amaro, aunque en su caso el motivo es la retirada, anunciada hace unas semanas, pero continuará ligada al club en la parcela técnica.
Otro asunto que ya es oficial sobre la nueva temporada es que la competición volverá a contar con 12 equipos, es decir, habrá dos ascensos y dos descensos como es norma, en este sentido bajan Sant Cugat y Barça, penúltimo y último respectivamente tras la cancelación de la temporada y suben Vall d’Hebron y Lugo.
La intención del club como siempre ha afirmado Santos cada vez que se le ha preguntado por ello será “dar un pasito más y poder entrar en la pelea por los títulos”.
En octubre, como es costumbre, comenzaría la competición oficial y hasta finales de agosto o primeros de septiembre no comenzarían los entrenamientos del equipo, al igual que el curso pasado.
Apartado fundamental sobre el que se ciernen dudas y lógicamente existe preocupación tras los recientes acontecimientos, es la economía; cómo se van a configurar los presupuestos en base a si podrá haber público o no en los recintos deportivos, en este caso cerrados como son los pabellones, por el miedo a que en otoño pueda haber un rebrote de la pandemia como avanzan algunas voces. “Tenemos que decidir en base a algo y nos vamos a quedar en un término medio, pensamos que si no los pabellones llenos tampoco vacíos, a la mitad de su capacidad podemos albergar perfectamente a nuestros socios. Puede ser algo parecido a lo que se va a hacer con cines y teatros y en eso estamos pensando. Por suerte tenemos un aforo amplio, puede haber distanciamiento, dejar filas libres. De este modo podemos vender publicidad y abonos. El problema sería jugar sin público porque además perderíamos las rifas, el bar y solo dependeríamos de las Instituciones. Esperemos que con las medidas que se están tomando sea posible, tenemos que aprender a convivir con las mascarillas y ponérnoslas igual que para ir al supermercado pero que no nos prive de poder ir a un evento deportivo”.
Y parece que las Instituciones no darán la espalda al deporte, pues saben de su importancia y de todo lo que genera a su alrededor. “Ya hemos mantenido una reunión de los clubes más representativos de Castilla-La Mancha con la Consejera y la Directora General de Deportes y nos han tranquilizado, confirmándonos que nos van a mantener las ayudas” afirmaba Santos.