El Club Natación Daimiel volvió a recibir este martes la felicitación de la Corporación Municipal tras una exitosa temporada en lo colectivo, coronada este verano por las seis medallas nacionales que cosecharon Laura Cabanes en el campeonato alevín (tres oros y una plata) y Alejandro García de la Galana (dos bronces) en el campeonato infantil. El alcalde, Leopoldo Sierra, fue el encargado de trasladar esa enhorabuena en una recepción donde se mostraron todos los trofeos cosechados en este 2019 y a la que asistió una amplia representación de nadadores, acompañados de sus padres.
A ellos y a sus entrenadores, Raúl Utrilla y Lorenzo Sobrino, se dirigió también Sierra para valorar un esfuerzo conjunto que hace posible que Daimiel compita a nivel nacional con clubes de ciudades con poblaciones de cientos miles de habitantes. “Quiero felicitar a Raúl y Lorenzo por la capacidad que tienen para motivaros en un deporte que exige mucha constancia y concentración. Y esa felicitación es también para vuestros padres, que os apoyan moralmente y económicamente para hacer lo que más os gusta”, destacaba.
Agradecimientos que extendió a los trabajadores de la Piscina Climatizada, una de las “instalaciones municipales mejor valoradas” por los daimieleños, y por supuesto, a los protagonistas de la tarde. Sierra resaltó la “capacidad de sacrificio” que vienen demostrando estos jóvenes nadadores que cambian “horas de su tiempo libre por entrenamientos muy exigentes”, y a la vez compaginándolo con sus estudios. El alcalde los animó a seguir así porque solo con “el trabajo en equipo” se consiguen estos excelentes resultados. “Toda la Corporación, todo Daimiel está muy orgullosos de vosotros”, concluía.
Raúl Utrilla, entrenador y director deportivo del club, incidió en la importancia del “entorno” que se ha consolidado y que es la clave para “mantener y mejorar los resultados cada año”. No obstante, Utrilla insistía en que la formación deportiva y humana que se está trasmitiendo a los nadadores es el logro más importante, por encima de marcas, trofeos o medallas. Así también lo entiende Lorenzo Sobrino, el otro entrenador del club, al que se excusó su asistencia por encontrarse “disfrutando de unas merecidas vacaciones”.
Por su parte, el presidente del CN Daimiel, Isaac Cabanes, se sumaba a las felicitaciones a las familias porque “sin vosotras no podíamos hacer nada y somos conscientes del coste que os supone en relación a otros deportes”. En ese sentido, también mencionaba y agradecía la colaboración de los patrocinadores de un club que nació hace solo siete años y que cuando llegaron los primeros triunfos se pensaba que serían “pasajeros”. Pero Cabanes advirtió que las generaciones más jóvenes de nadadores daimieleños vienen pisando fuerte “y a los que ahora sois grandes os van a dejar pequeños. Creo que tenemos natación en Daimiel para mucho”, remarcaba.
El listón no está ni mucho menos bajo. Basta como ejemplo la hija menor del presidente. Laura Cabanes ha sumado en los dos últimos veranos ocho medallas nacionales en categoría alevín y para la próxima temporada ya tiene en mente ampliar su programa y lanzarse a la piscina en cinco pruebas.
Para ello, solo hay una manera de hacerlo. “Entrenar y entrenar”, confiesa. Una planificación que en ocasiones le ha llevado a ponerse el gorro y las gafas “a las seis de la mañana, antes de ir al instituto”. Esa base y “la motivación” que ha demostrado en la gran competición del año para ella, a la que llegaba sin las mejores marcas de las pruebas, le han permitido disfrutar otra vez de la victoria.
Pero para que eso suceda tiene que funcionar además una maquinaria que en el CN Daimiel, por lo que se ve, sigue bien engrasada.