El objetivo primordial de la temporada parece encarrilado. Con 19 puntos, nueve jornadas por disputarse y 14 por encima del descenso, solo algo impensable haría que el Kiele pudiese perder la recién estrenada categoría.
Esta jornada era de especial importancia, pues visitaba el Gran Gaby precisamente el equipo que marcaba el descenso, Sant Cugat. Conseguir los tres puntos suponía como decimos dejar virtualmente conseguida la salvación y poder respirar. Perder habría supuesto un serio revés, máxime para la moral del equipo, que a pesar de que la situación clasificatoria le respalda, no atraviesa su mejor momento después la situación vivida con la marcha de Diana Sánchez, lo que ha dejado tocada a la plantilla, sobre todo en lo deportivo. A esto se le sumaba la baja por lesión de Gabriela Da Silva, el activo más importante de ataque para Chema Rodríguez, de ahí la importancia añadida de este partido que felizmente se resolvía de la mejor manera para el Kiele, aunque no sin sufrimiento.
Sin restar méritos a Sant Cugat, la igualdad mostrada ante el penúltimo clasificado deja en evidencia que el conjunto socuellamino tenga que reforzarse en el mercado de invierno para no sufrir en exceso, si no se le pueden hacer largas estas nueve jornadas con tan solo nueve efectivos. Pero no son grandes las posibilidades que ofrece esta ventana, máxime si se busca algo concreto que pueda dar un salto de calidad o como poco alternativas al entrenador cuando tenga que tirar del banquillo como así quiere Chema Rodríguez.
Estos tres puntos eran de obligado cumplimiento para que no se vieran las cosas desde otro prisma, la tranquilidad necesaria para visitar la cancha del líder.