En 2017 corrió un total de 3.370 kilómetros entre carreras y entrenamientos. Y exactamente participó en 31 pruebas. Y el pasado fin de semana ganó la Haría Extreme en Lanzarote, tras correr 94 kilómetros, lo que le ha permitido proclamarse, por segundo año consecutivo, campeona femenina del Circuito Spain Ultra Cup. Sin embargo, se hay algo importante para destacar de Gemma Arenas es la manera en la que compagina trabajo, deporte y maternidad. La atleta almagreña tiene dos niños, Lucas y Nora; y además, su marido, Agustín Luján, es su entrenador.
Gemma Arenas (39 años) trabaja desde los 18 años en una empresa de transformadores eléctricos en su pueblo, Almagro. Y desde hace una década no para de cosechar triunfos como corredora de élite. “Trabajo a media jornada cada 15 días al mes, 8 horas diarias desde que tuve a los niños”. Y los otros 15 días, Gemma Arenas, los dedica para entrenar y pasar más tiempo en familia.
Y es que según Gemma Arenas hay muy pocas personas que pueden vivir de las carreras. “Gracias a la ayuda que tengo de mis padres y mis suegros, y de toda la familia, puedo organizarme. Dejamos a los niños con unos y con otros, aunque hay veces que nos los podemos llevar a las carreras porque ponen ludotecas”, asegura la atleta.
Entrenamientos
En los 15 días que trabaja, Gemma Arenas lo tiene más complicado para entrenar. Cuando sale de su jornada laboral, sobre las 7 de la tarde, se pone las deportivas y sale a entrenar. “Hay días que los peques están dormidos cuando llego de correr”, afirma Gemma. La atleta y su marido, y entrenador, le dedican más tiempo al entrenamiento los fines de semana. “Entre semana salgo a correr 1 hora y 20 minutos. Aquí en Almagro no tenemos montaña, por eso el fin de semana nos vamos a Moral o a Malagón que tenemos una pequeña montaña, ahí podemos estar 3 horas”, comenta Gemma.
Para muchas personas este estilo de vida puede suponer un sacrificio en detrimento de la familia. Son muchas horas de entrenamiento. “Siempre tengo ganas de entrenar. Es que me gusta mucho correr y no lo veo un sacrificio. Aunque hay veces que me da mucha penita porque es tiempo que le quito a mis hijos”, dice Gemma. Pero reconoce que al tener otros 15 días libre en el trabajo “tengo mucha más libertad para entrenar y para disfrutar de ellos”.
Maternidad
Cuando Gemma fue por segunda vez madre, de su hija Nora, estuvo 9 meses sin trotar, pero al mes ya volvió a correr. “Cuando corrí los 101 kilómetros de Ronda, mi hija Nora tenía 8 meses y le seguía dando pecho a demanda, aunque comía ya de otras cosas. Estuvo casi 11 horas sin comer pecho, cuando llegué no me podía mover y mi madre me la dio, me senté y le di pecho tras un montón de horas de carrera”, asegura Gemma. Esta hazaña como madre hizo que recorriera por las redes sociales y recuerda que muchas personas se pusieron en contacto con ella para “decirme que me habían visto en fotos dándole el pecho a mi hija tras haber corrido tantos kilómetros y que no se lo podían creer”.
La almagreña dice compaginar a la perfección ser madre con ser deportista. Además, también cree que tener el entrenador en casa, su marido Agustín, es una ventaja. “Los dos competimos, estamos el uno con el otro y así es mucho más ameno. Puedo compaginar el entrenamiento y las carreras con la familia”, afirma Gemma.
Gemma quiere aprovechar los años que pueda para seguir como deportista de élite en la montaña. “Mi hija Nora es la que más me reclama cuando me ve que hago la maleta. La tengo que hacer a escondidas porque cuando ella no tiene maleta es porque no se puede venir. Lucas es más mayor y lo entiende un poco más”, afirma la almagreña.
Competición
Y quien ha visto a Gemma Arenas en carrera sabe que siempre le acompaña esa gran sonrisa mientras deja a sus espaldas muchos kilómetros. Y es que pareciera que a la atleta almagreña no le cuesta trabajo correr. “Con mis 39 años cada vez hago mejores tiempos y llevo a cabo entrenamientos de calidad. Muchas personas me dicen que me presento a muchas carreras pero aquí en Almagro no tengo montaña y necesito correr para entrenarme”, asegura Gemma. Aunque ella comenzó con carreras populares, asegura que la montaña le enamoró. “Correr en montaña me ha enseñado muchos valores, como el compañerismo, el esfuerzo, el sacrificio, respetar a la Naturaleza y estar con gente de otras culturas”, afirma la almagreña.
Futuro
Gemma Arenas aún no ve fecha para retirarse de este nivel y más ahora que se encuentra en unos de sus mejores momentos. Tiene claro que las deportivas le acompañarán durante mucho tiempo más. Cuando termine esta etapa en la montaña, Gemma Arenas volverá a correr sobre el asfalto de las carreras populares.