Francisco J. Otero
Ciudad Real
Las soleadas cuestas ciudarrealeñas, las de las inmediaciones de Puertollano, las de Calzada o la sierra de Moral en las que entrena la almagreña Gemma Arenas, poco se parecen a las umbrías del norte, en las que el barro pone a prueba la pericia de las corredoras de montaña. Son casi comos los rallies nórdicos, que sólo ganan los locales, acostumbrados a correr en nieve.
En esas condiciones se desarrolló la Zegama-Aizkorri, quizás la prueba más emblemática de las carreras de montaña españolas, que en esta ocasión fue, también, el Campeonato de Europa de skyrunning.
Y allí acudió Gemma en el increíble año de su debut en serio en esta modalidad de carreras de montaña, convocada por la selección española. La líder de la Copa de España aprende a pasos agigantados, ofreciendo casi siempre su mejor versión, dejándose el alma en cada carrera.
En Zegama Gemma terminó en un más que meritorio octavo puesto, con un tiempo de 4:59:23, para recorrer los 42.195 kilómetros, con 5.472 metros de desnivel acumulado. “Había mucho barro y me resbalaba cuesta abajo. Ha sido una carrera muy dura por eso, pero una gran experiencia. Las chicas del norte están más acostumbradas a correr en estas condiciones”.
Otro factor que había que tener en cuenta eran las zapatillas con las que corría cada una. “Todas son de tacos, pero hay tacos y tacos, y las mías no eran las que mejor se adaptaban al terreno”, explicaba Arenas.
De cualquier manera, la encajera estaba “contenta por la marca. Para el tiempo que llevo entrenando carreras de montaña y con lo que le puedo dedicar, los resultados están muy bien”. Y lo cierto es que se quedó a un cuarto de hora de un podio en el que estuvieron las mejores de Europa.
Gemma tiene ahora en mente la tercera prueba de la Copa de España, que se disputará, el 14 de junio, en Vilaller (Lleida), de 34 Km y 1.420 metros de desnivel positivo.