Jorge Galán Barbosa (9-6-1984) era un niño muy inquieto de pequeño. Para gastar y canalizar su energía, sus padres decidieron apuntarle a los cuatro años al Club Ortega Judo de Ciudad Real y allí, sobre el tatami del gimnasio ubicado en la calle Conde la Cañada de la capital, comenzó a practicar este deporte, primero con juegos y después, conforme avanzaba en edad, adentrándose en sus diferentes técnicas para empezar a competir. A los seis años disputó su primer torneo. Luego, con 15, gozó participando en un Campeonato de España y en sub-18 logró buenos resultados. Por entonces soñaba con llegar a lo más alto en algún campeonato europeo y mundial, algo que, posiblemente, vería lejano. Pero fue en su la categoría máster de veteranos, a partir de los 30 años, cuando esos sueños se hicieron realidad.
El judoka ciudarrealeño ya cuenta con hasta cinco medallas internacionales conseguidas en sus categorías de edad máster y de peso, menos 60 kilogramos. En 2015 se quedó a un paso de proclamarse campeón del mundo, consiguiendo una gran plata en el Mundial de Amsterdam (Holanda). Ese mismo año fue bronce en el Europeo de Hungría y, ya en 2016, se subió a lo más alto del podio en el campeonato continental de Porec (Croacia). En este 2019, Jorge Galán ha firmado el doblete: campeón de Europa en España, concretamente en Las Palmas de Gran Canaria, y el pasado mes de octubre el colofón, con el título mundial en Marrakech (Marruecos). “En ese momento uno siente muchas cosas. Sobre todo mucha alegría, porque no deja de ser la recompensa al trabajo que se hace durante muchos años y de este en particular, un trabajo muy a conciencia para los campeonatos importantes, el de Europa y el del Mundo. Es el reconocimiento al trabajo que se hace durante muchos años aquí en el club Ortega Judo, de preparación física, de entrenamiento técnico y táctico, muchos viajes… Subir a lo más alto y escuchar el himno nacional da mucha alegría”, expresa el judoka que entrena José Manuel Ortega.
Ese trabajo para alcanzar la cima es intenso. Y más cuando Jorge Galán tiene que compatibilizarlo con su trabajo de optometrista en la óptica Osjor de Ciudad Real. Por ello, dependiendo del tramo de temporada, se levanta muy temprano para comenzar a entrenar sobre las 7 de la mañana, para luego repetir sesión a partir de las 20:30 horas de la noche. Todo ello en cinco o seis días a la semana y solo con la noche y el medio día para tener algo de descanso, “porque si no esto pasa factura”, añade.
Todo ese esfuerzo ha tenido una recompensa que le ha llegado en estos últimos años en forma de triunfos y medallas. Y también en reconocimiento, pese a que reconoce que el judo “no es un deporte mediático, pero siempre digo que no es minoritario, porque lo practica mucha gente. Es el quinto con más licencias en España. Pero sí que me he sentido reconocido aquí en Ciudad Real”. Sin ir más lejos, hace unos días fue recibido en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de la capital por la alcaldesa, Pilar Zamora, y algunos miembros más de la corporación, ante los que pudo lucir sus dos medallas de este año de campeón del mundo y europeo.
Precisamente sobre esos metales que guarda junto al resto en un lugar privilegiado de su casa, Jorge Galán explica que todos ellos “me traen buenos recuerdos. Sí que esta última de campeón del mundo posiblemente más, porque es un título muy preciado. Pero el primer Europeo que gané en 2016 también por ser la primera medalla internacional que conseguí y fue muy especial. También el Europeo de este año, porque llevábamos el ánimo y las ganas de que era en España, en casa. Había por ello algo más de presión, pero salió todo bien”. En ese campeonato continental celebrado en Las Palmas de Gran Canaria el pasado mes de julio, su familia no pudo viajar para animarle, pero sí que lo hizo en este último Mundial de Marruecos, luego la alegría de la victoria final supo mucho más dulce. “Tuve la suerte de que allí sí me pudieron acompañar. La alegría del oro fue mucho mayor, comenta.
Alegría propia y de todos sus familiares y amistades que, también recuerda, tiene un precio económico, aunque igualmente con las victorias se hace menos cuesta arriba. “El coste de todo depende de nosotros mismos. Que consigas patrocinadores es algo particular, en alguna ocasión los he tenido, pero no siempre se está dispuesto a ello, porque la situación no es la mejor para patrocinar un deporte que no es muy mediático. Todo lo tenemos que financiar nosotros. En algunas ocasiones la Federación, dentro de las posibilidades que son pocas, intenta ayudar a aquellos deportistas que sacan buenos resultados, pero no siempre es posible. Somos muchos y el presupuesto de la Federación no lo permite”.
Los valores del judo
Además de ser un ganador en este deporte, de conseguir títulos que siempre reconfortan, Jorge Galán quiso reivindicar su deporte: “Es el que más recomienda la UNESCO para niños de entre 4 y 12 años”, dice. “Tiene muchos beneficios. Se caracteriza por los valores de humildad, respeto, sacrificio, esfuerzo, compañerismo.. Yo los he aportado a mi vida personal dándome muy buenos resultados y han hecho la persona que soy, tanto profesionalmente como deportivamente”. Centrado en continuar compitiendo, no se plantea todavía ejercer la labor de entrenador en el Club Ortega de Judo, en donde recuerda que “hay niños y niñas desde los cuatro años haciendo pre-judo, que empiezan jugando un poco y conociendo este deporte, hasta judokas veteranos. Es para todas las edades”.
Ahora, Jorge Galán mira hacia la próxima temporada con retos tan ilusionantes, como también complicados. Por supuesto, el judoka de Ciudad Real espera que las lesiones le respeten para poder defender a tope los títulos conseguidos este año, en un Campeonato de Europa que será en Creta (Grecia) en el mes de mayo y un Mundial con sede en Cracovia (Polonia), en septiembre. Todo ello además de disputar antes pruebas de la Copa de España y del Campeonato de España, un torneo este último en el que fue campeón de su categoría en 2017 y 2018. A la vez, algo más lejos divisa los World Máster Games, como los Juegos Olímpicos de 2021 para esta categoría que tendrán lugar en Kansai (Japón) y a los que espera conseguir la clasificación con la selección de España. Un país nuestro donde el judo “tiene un buen nivel. Hay judokas a nivel internacional muy bien situados y se han logrado muchas medallas. Ahora está en auge en nuestro país, en donde estuvo algo estancado, pero se está moviendo cada vez más y hay gente que sigue retomando la competición. Precisamente en el Mundial acabamos cuartos en el medallero”, comenta.
Esos son los próximos objetivos de un deportista ciudarrealeño que ya puede decir que es campeón del mundo, pero que sigue con la misma ilusión y ambición que antes en el deporte del judo para veteranos. Jorge Galán ha alcanzado la cima mundial, pero todavía quiere mucho más.