Francisco J. Otero
Ciudad Real
El lunes pasado habíamos dejado el primer partido de fútbol de que se tiene constancia en Ciudad Real, celebrado en la Plaza de Toros de la capital el 18 de agosto de 1910. Gracias a El Correo Manchego supimos que ganaron los verdes por 3-2 a los encarnados. La crónica del Diario de La Mancha no debió ser tan aséptica como la de su colega. Desgraciadamente, la colección digitalizada de la Universidad de Castilla-La Mancha no tiene el ejemplar en el que se recogía. Pero no perdemos aquí la pista de nuestros protagonistas. Días después, Juan Vulgar, el periodista encargado de los comentarios de lo que acontece en las fiestas ciudarrealeñas, nos cuenta, en su “Apunte del día”, su encuentro, cuando iba al Casino a tomar un vermut, con cuatro de los socios del Club Sportivo Manchego, que le reprochan lo que publicó. “Me quejaba”, explica Juan Vulgar, “de un festejo dividido en tres partes, de las que, a la mayoría del público, aburrieron (sic) las dos primeras (el partido de fútbol y la música). Pero también decía que el número reservado a los ciclistas gustó mucho en todas sus partes, pero que nunca debió hacerse el programa que se hizo, porque el público, el noventa y ocho por ciento del público, que no entiende, o no entendemos el foot ball, nos aburrimos por la languidez del juego sin emociones”.
Así que Juan Vulgar deja muy claro cuál es la popularidad del fútbol, ese juego lánguido y sin emociones, en Ciudad Real. Desde luego, es una actividad extraña a la sociedad capitalina, una extravagancia. Insisten los miembros del Club Sportivo Manchego, que le inquieren a Juan Vulgar: “¿A qué venía comparar con nosotros al equipo de Madrid y San Sebastián (sic)?” Hay que recordar que en 1909, el Club Ciclista San Sebastián se alzó con la Copa, al imponerse al Español de Madrid. También es verdad que Juan Vulgar no debía estar muy actualizado en sus informaciones, pues en 1910 se disputaron dos copas y ninguna de ellas las ganaron los equipos citados. El Club Ciclista San Sebastián, como ganador, quiso organizar la Copa de 1910, que siempre se había celebrado en Madrid. La Federación no estuvo de acuerdo y se produjo una escisión. En marzo se celebró en San Sebastián la Copa organizada por el embrión de la Real Sociedad, competición en la que hubo pocos inscritos y que se llevó el Athletic. En mayo, con algunos equipos más, el Barcelona inauguraba su palmarés copero en Madrid.
Pero volvamos a Ciudad Real y a Juan Vulgar, cuyo nombre, el Juan Nadie capriano, nos viene muy bien para convertirlo en representante del pueblo ciudarrealeño de 1910. “Has leído mal”, responde el periodista. “Yo escribí, que el equipo de Madrid o San Sebastián, los mejores de España, entre público inteligente en ese juego, lo distraerían, pero que nunca es un festejo ver un partido de fútbol. Y para terminar, querido Luis (probablemente Mur), yo siempre quiero que aquí en Ciudad Real exista un Club Sportivo y le deseo larga vida. Dije que gustó el número ciclista y que aburrió el fútbol. No hay, pues, derecho a que os quejéis, pues mi protesta fue para la mala organización”, finaliza Juan Vulgar.
La mala recepción de ese juego “lánguido y sin emociones” iba a tener sus consecuencias. Al fútbol se debió de seguir jugando, por supuesto, pero los miembros del Club Sportivo Manchego, los sportmen de Ciudad Real, van a centrar sus esfuerzos en el ciclismo, que por entonces parecía ganarle claramente la partida al balompié.
El momeno del ciclismo
Como muestra, dos botones. El primero, en 1912, dos años después del fallido intento de enamorar al público con el fútbol, repite el espectáculo ciclista en la plaza de toros. Pero no sólo eso, sino que estaba previsto la disputa del Campeonato Provincial de carreras, aunque tuvo que suspenderse porque no hubo inscritos. Todo durante la Feria de Ciudad Real. Así que acabaron haciéndole caso a Juan Vulgar y el espectáculo deportivo musical se quedó en espectáculo ciclista musical, de nuevo en la Plaza de Toros.
Por entonces ha desaparecido ya el Diario de La Mancha, más bien se ha fundido en su sucesor, El Pueblo Manchego, por lo que recurrimos a él para conocer lo que pasó ese 21 de agosto de 1912. Entre los participantes, nos encontramos con nombres conocidos: “(…) en ella tomaron parte los distinguidos jóvenes Gregorio Martínez, Jesús Molina, Mateo Sarachaga, Francisco Rioja, Alberto Sánchez, Antonio Salazar, Andrés Cañizares, Antonio H. Loeches, Julián Fuertes, José González García, Joaquín Lamano, ALfonoso Fuertes, Agustín López, Antonio Fernández, José González de la Higuera, Mateo Gayá, Jerónimo Salazar, Dámaso Pérez Ayala, Crisanto Malagón, Ismael Crespo, José María Martínez y Joquín Candelas; dirigidos por el ciclista-mecánico Julián Martínez Haro”. Presidieron la fiesta “encantadoras señoritas” y se llevó casi todos los aplausos el ciclista de Valdepeñas Eloy Antonaya, que “con perfecto dominio de la máquina realizó pruebas de velocidad y resistencia”.
El segundo botón tiene de nuevo como protagonista a Luis Mur, que organiza, junto a Salvador Pérez Peláez, en 1914, también en las Fiestas capitalinas, una carrera de velocidad por la ciudad, con importantes premios: una copa que regala la Casa Mur, otra de plata, gentileza de Crispín Agustín Crispín, representante de la casa Diamont, y 100 pesetas que dona la casa Hutehitson. La carrera tuvo una subvención municipal de 400 pesetas. Hubo, además, festival ciclista. El circuito fue abarcaba menos que de 50 kilómetros. Los ganadores fueron los valdepeñeros Martín Gómez, Juan García y Pío Gómez y los ciudarrealeños Alberto Sánchez y Alfonso Fuerte.
El foot ball otra vez
El ciclismo era, por entonces, el deporte rey. ¿Quiere esto decir que el fútbol había desaparecido de Ciudad Real? Ni mucho menos. La semilla estaba echada y empezaba a crecer la afición, aunque en sordina, muy poco a poco. Las instituciones educativas, especialmente los jesuitas y los marianistas, van a desarrollar, junto a un grupo de jóvenes, el balompié, “el deporte de las patás”, como lo llamaba el periódico almagreño La Tierra Hidalga todavía en la década de los 20 del siglo pasado.
Kasama decía, en El Deportivo Manchego de ayer y hoy, lo siguiente: “En las congregaciones marianas de San Estanislao y San Luis Gonzaga se practicaba mucho este deporte. Y es que los jesuitas, que por entonces establecían aquí su magnífico seminario, sabían atraerse también a la juventud ciudarrealeña, que cumplía puntualmente sus deberes religiosos y asistía, después, a los juegos que se celebhraban las mañanas de los domingos. De allí salieron los Cárdenas, Piqueras, Pérez Alcázar, Velasco, etc. que formaron en 1920 la Gimnástica, primera sociedad deportiva con cierta categoría que nos proporcionó los primeros partidos ‘serios’, como aquel jugado ante Malagón, entonces muy destacado en el fútbol provincial”.
Vamos a enmendarle un tanto, aunque sólo un tanto, la plana a Kasama.
En abril de 1916 asistimos a la reaparición del fútbol en la prensa. Es más, se debía de organizaba un campeonato en estos años. Al menos eso podemos colegir de un pie de foto que aparece el 25 de abril de ese mismo año en Vida Manchega, en el que se lee: “Partido de entrenamiento, jugado por los campeonatos de Ciudad Real y los congregantes de San Estanislao”. Se trata de la primera foto que conocemos en la que se ve un partido en Ciudad Real. Tres jugadores de un mismo equipo, vestidos con camiseta blanca, pantalón negro y medias del mismo color. El pie es intrigante. Se enfrentan los jesuitas (los congregantes de San Estanislao) y “los campeonatos”, es decir, probablemente los participantes en alguna competición.
Volvemos a El Pueblo Manchego, que nos va a ilustrar mucho más a este respecto. Escribe Faud y no da cuenta de que el choque, amistoso, enfrentaba al Ciudad Real fott ball Club y al San Estanislao fott ball Club, es decir, los jesuitas.
El encuentro se disputó, a las tres de la tarde, en el Campo del Colegio San Ignacio (El Pueblo Manchego, 1 de abril de 1916) y los equipos fueron los siguientes. Por el Congregación: Jesús Ruiz Lozano en la portería; José Ramón Valencia y Carlos Maldonado en la defensa; Daniel Torres, Joaquín Serna y Jesualdo Domínguez en el centro del campo; y José Joaquín Valencia (capitán), Darío Crespo, Fernando Cerro, Juan Maldonado y Antonio Santamaría en la delantera. Por el Ciudad Real formaron: Ceferino Díaz bajo los tres palos; los defensas B. Peñuela y Gómez Rico; los centrocampistas (aunque hay una errata en el artículo) M. Bermejo, Pujol y M. Álvarez; y los delanteros P. Luis (capitán), Poblador, Recio, Loeches y Zaldívar. El árbitro fue el citado José D. Carrión y los jueces de línea José Piqueras y Miguel Albelda.
Parece lógico pensar que también se jugaría en los Marianistas, de donde surgió el Concepción más adelante, así que el fútbol sí había calado en Ciudad Real, aunque no era, ni mucho menos, una actividad muy popular. Como dice el mismo Faud en El Pueblo Manchego: “Vemos con satisfacción que los niños y jóvenes van aficionándose á este ‘sport’, que, con moderación, constituye un provechoso ejercicio corporal. Vale más, entiendo yo (y soy también chico) emplear las pocas perras de que podemos disponer en balones y zapatos, que en tabaco y cerillas”.
De hecho, el fútbol no iba a dar un salto adelante hasta la plata de España en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920, aquellos en los que Bealúste le pidió el pelotón a Sabino para arrollar a los suecos, promesa que cumplió. Los años 20 verían el nacimiento de clubes en la mayor parte de las localidades ciudarreleñas y los primeros campeonatos provinciales.
Poco después del encuentro narrado en estas páginas, se iba a constituir la primera sociedad estrictamente futbolística de que tengamos noticia en Ciudad Real, la Sociedad Foot Ball Club, en septiembre de 1916. Esa historia, junto a la aparición de los equipos de Socuéllamos, la dejaremos para el tercer y último capítulo de esta serie dedicada a los primeros pasos del fútbol en la provincia.
Crónica del partido
San Estanislao – Ciudad Real
El Pueblo Manchego (4 de abril de 1916)
Anteayer se jugó el anunciado partido de ‘foot-ball’ entre los equipos del ‘Ciudad Real foot-ball Club’ y el ‘Estanislao foot-ball Club’, asistiendo varias distinguidas personas, a pesar de que el partido tenía carácter privado y de entrenamiento.
Ganó el “Estanislao foot ball Club” por 3 ‘goals’ a cero. El primer ‘goal’ lo hizo el medio centro, Daniel Torres, desde la mitad del campo. Fue una tirada maestra.
Los delanteros Maldonado y Santamaría tiraron varias veces á ‘goal’; pero fueron muy bien parados por el portero del ‘Ciudad Real foot ball Club’ que fue aplaudido.
El segundo ‘goal’ lo metió Cerro, a unos cinco pasos de la portería. Fue un ‘goal’ imparable.
El portero, Ruiz, estuvo en el primer tiempo hecho un coloso. Los defensas y medios, muy bien y muy oportunos.
Asímismo, muy bien Álvarez, defensa del ‘Ciudad Real Club’, impidiendo muchas veces que metieran ‘goal’ los adversarios; y el delantero extremo derecho, Poblador, que tiró muy bien los ‘córners’.
Próximo á terminarse el primer tiempo, el delantero de la Congregación, Crespo, tiró a ‘goal’ colosalmente, siendo muy bien parado por el portero del ‘Ciudad Real Club’ Díaz.
En el segundo tiempo hizo el tercer ‘goal’ Valencia (J. Joaquín) rematando un soberbio centro que tiró Santamaría.
Magistral el medio del ‘Ciudad Real’ Bermejo, que llegó varias veces hasta la portería contraria.
Todos los demás, muy bien, como para animarse a continuar trabajando para aspirar a más altos empeños.
El ‘refferee’ Carrión, imparcial.
FAUD