Los gimnasios y centros deportivos han sido muy castigados por la pandemia del coronavirus. A la obligación del cierre de sus instalaciones durante un largo tiempo en el estado de alarma, se suma una reactivación lenta y con unas medidas sanitarias tan necesarias como muy exigentes. Unas normas de higiene que los profesionales de esos centros, ahora muchos metidos en ERTEs, tienen que hacer efectivas a rajatabla en sus espacios, en donde en la época normal se concentran muchos usuarios en sus salas para la realización de actividad fisica, en clases de grupos o de forma individual. Todos ellos con utensilios como máquinas, pesas o colchonetas que se comparten continuamente. La complejidad es por ello muy clara en un sector importante para el deporte y la salud, que, aunque sea poco a poco, quiere volver a sacar músculo.
Tan lenta va esa vuelta a la nueva ‘normalidad’, que los grandes gimnasios de Ciudad Real, con un número muy elevado de socios, han decidido todavía no abrir sus puertas, al menos hasta que llegue la Fase 3 de la desescalada, cuando se flexibilizarán algo más las medidas y se aumentará la capacidad del aforo. Sí que desde que comenzó la Fase 1 han abierto algunos centros deportivos de entrenamiento sin contacto físico ni uso de vestuarios, aquellos algo más pequeños y con entrenamientos individuales previa cita, que siguen así en esta Fase 2, con una limitación del aforo al 30% para la práctica de deportes sin contacto.
Uno de ellos que lleva abierto desde el pasado lunes 25 de mayo es el Centro Deportivo Miki Monroy, situado en la Avenida de Valdepeñas 34 de Ciudad Real. Una apertura más asequible que otros, “ya que nosotros siempre trabajamos con cita previa y con una persona por entrenador”, explica Miki Monroy. Por supuesto, las medidas de higiene son muy rígidas: “Tenemos un protocolo de higiene y desinfección, hay que quitarse el calzado en la calle y cambiárselo, el uso de mascarillas y guantes…”, señala y recuerda esa cita previa imprescindible y que sirve, además, para tratar de impedir que se crucen los deportistas en su entrada o salida. Estos ya van aumentando a grupos de nuevo dentro de una superficie grande y que permite esas distancias, a la vez que bajo control de los tres entrenadores existentes.
También abierto desde el inicio de la fase 1 se encuentra en Miguelturra el Fitplus Center, cuyo director y entrenador, Álvaro Toledano, recalca también esas medidas de distancia y lavado de manos, además de otras: “Cada usuario tiene una parcela limitada con su material, que va limpiando tras su utilización”, cuenta Toledano, en cuyo centro han comenzado las clases esta semana en la Fase 2 con un máximo de ocho personas. Esta será la tónica de trabajo que se siga, incluso aunque se entre en la Fase 3 donde ya el aforo estará permitido al 50% y algunas menos restricciones. “Nos mantendremos así hasta que se puede garantizar una plena seguridad a todos”, señala Álvaro Toledano.
Un centro grande que sí ha abierto es el Global Center de Alcázar de San Juan, que cuenta con entre 600 y 700 socios. Lo hizo el pasado miércoles 3 de junio con reservas previas, acceso por turnos y muchas medidas. “Por ahora la gente ha respondido bien. Llevamos todo con mucho control y mucha seguridad que queremos garantizar a la gente”, asegura la deportista Alba Reguillo, gerente del centro y que explica que antes de la apertura “hicimos un sondeo para saber más o menos los socios que se darían de alta y para estipular los trabajadores que saldrían del ERTE”.
Con el deseo que de los ocho entrenadores puedan volver pronto una vez haya más rentabilidad, el centro funciona a medio gas con los cambios necesarios. “Por ejemplo, hemos sacado bicicletas al patio grande que tenemos para dar clases colectivas, también se han sacado máquinas y se ha redistribuido todo para garantizar la distancia de separación”. A ello se unen cambios para la entrada y salida, turnos de acceso que deben ser cumplidos estrictamente y desinfección de zapatillas, control de temperatura y geles para manos y desinfectar máquinas. Un comienzo del nuevo concepto de gimnasio.
¿HABRÁ TEMOR O INSEGURIDAD EN LOS USUARIOS PARA ACUDIR? |
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El temor al contagio o la seguridad está todavía patente en la sociedad. Estos factores pueden retraer a los usuarios a la hora de acudir a los gimnasios. Ante eso, la opinión generalizada de los directores y gerentes radica especialmente en que serán los propios centros los que tengan que hacer que sus socios se encuentren cómodos y seguros, para lo cual será imprescindible que vean de primera mano las altas medidas de prevención que todos ellos están tomando. La transparencia de esos protocolos y la explicación a través de los diferentes medios y redes sociales con los que cuentan los propios gimnasios también se perfila como fundamental para atraer el regreso de los usuarios o crear nuevos. La vuelta a la rutina deportiva en los centros deportivos, muy saludable para las personas de cualquier edad, se espera que se haga sin ese factor miedo para generar una ‘nueva normalidad’ dentro de las instalaciones. Y de momento hay optimismo en que así suceda, más todavía con la aceptable demanda que hay en los ya abiertos y el interés expresado a la hora de saber cuándo abrirán lo que todavía tienen sus puertas cerradas. |
Otros grandes centros, todavía cerrados
No han abierto sus puertas los grandes centros de la capital ciudarrealeña, como el GoFit o el Muévete. Será en la Fase 3, previsiblemente a partir del 15 de junio en nuestra provincia, cuando lo hagan, bajo esas normas ya apuntadas y que están todos obligados a cumplir.
“Abriremos cuando sepamos que es seguro, en principio en la Fase 3”, asegura Carlos Espadero, el director del Gofit, un centro que cuenta, además, con dos piscina, una cubierta y otra al aire libre. Espadero señala que “desde el cierre ya estamos programando un plan operativo con epidemiólogos y expertos para preparar las medidas más seguras, que son muy exigentes”. En este sentido, señala que ahora mismo se están redistribuyendo y acondicionando las salas fitness con el objetivo de cumplir la distancia de seguridad, “que será mayor que la que indica el Gobierno”, apunta, además de un cambio en el plan de limpieza para que siempre haya una persona que desinfecte los aparatos tras su uso. Todo ello con el aforo limitado exigido y con la nueva e importante implementación de la cita previa, que podrá realizarse a través de la APP del centro deportivo.
Precisamente ese usuario con reserva previa es para Felipe Gómez, gerente del Centro Deportivo Muévete, un claro efecto de esta situación. Un centro que sigue también cerrado y que espera abrir el próximo 15 de junio. “Estamos ahora pintando, limpiando y con el proceso de desinfección” de cara a esa apertura.
El Muévete tiene previsto publicar un protocolo de higiene que estará a disposición de los usuarios, en el que se reflejarán esas normas de la distancia, lavado, limpieza o el uso de mascarillas en las zonas comunes, no así obligatorio a la hora de las actividades físicas. Para la realización de las grupales se están condicionando algunas zonas que existen al aire libre. Para Felipe Gómez, otro aspecto que variará serán las tarifas: “Antes se pagaba una cuota por todas las actividades, ahora se tendrá que pagar por actividad hecha, que será más económica”.
Sí tiene abiertas sus pistas de pádel desde el pasado lunes el Club Nudos, con cita previa y con una buena aceptación estos días de usuarios. Pero no así su sala interior para la actividad física y muscular, que seguirá cerrada sin día concreto todavía de apertura. “Abriremos solo cuando nos dejen el aforo del 100%. Hasta entonces nada, aunque sí estamos viendo la posibilidad de dar algunas clases al aire libre”, dice Carlos Díaz de Mera, gerente de este centro deportivo, que recalca que se están también planificando todas las medidas y protocolos de higiene y desinfección de cara a esa próxima apertura. Hay que apuntar que el Club Nudos cuenta también con ludoteca y restaurante, que sí se tiene intención de abrir antes que la zona de gimnasio, según adelanta Díaz de Mera.
UN MAZAZO ECONÓMICO PARA EL SECTOR |
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Algunos directores de gimnasios y centros deportivos ciudarrealeños lamentan “el mazazo” económico que ha supuesto la crisis provocada por el coronavirus en este sector. “Somos unos de los más perjudicados”, señalan a la vez que se reconoce que cambiará en este futuro próximo el concepto de la actividad física dentro de ellos. El cerrojazo obligado, sin ingresos estables y fijos de un día para otro y sí el mantenimiento de muchos gastos ha castigado a estos centros y a su personal, muchos de ellos metidos todavías en ERTEs con más o menos flexibilización por parte de sus empresas. Ahora esperan recuperarse poco a poco dentro de las limitaciones que tendrán en el aforo. Además, parece claro que solo con clases individualizas “es muy difícil sobrevivir”. |