La Diputación de Ciudad Real ha concedido el Reconocimiento Provincial a la Igualdad «Pastora Marcela» a la puertollanera María Luisa Cabañero, bombera de profesión. Este galardón, que premia su contribución a la apertura de espacios laborales tradicionalmente masculinizados, se entregará el próximo jueves 6 de marzo en el Palacio Provincial, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Aunque durante años se la consideró pionera en el cuerpo de bomberos, Cabañero ha explicado que descubrió que hubo una mujer antes que ella en Mallorca, quien falleció en un accidente de tráfico. «Toda la vida hemos creído que era la primera y ahora resulta que soy la segunda», afirmó. Su historia ha servido para visibilizar el papel de la mujer en profesiones de riesgo y demostrar que la igualdad también debe alcanzar a sectores tradicionalmente dominados por los hombres.
Igualdad en profesiones de riesgo
Sobre la igualdad en profesiones de riesgo, la bombera de Puertollano reconoce que «no podemos exigir una igualdad real cuando en una oposición se presentan 900 personas, de las cuales son 880 hombres y 20 mujeres». En este sentido, considera que para lograr una mayor presencia femenina en estos sectores «es necesario que haya una participación equilibrada desde la base». A pesar de ello, recalca que las bomberas han demostrado estar a la altura: «Nosotras tenemos que mantener más sangre fría que ellos en algunas situaciones y somos más calculadoras».

Una trayectoria multidisciplinar
Cabañero, además de su labor en el Cuerpo de Bomberos, ha destacado en el deporte. Fue la primera persona en cruzar a nado ida y vuelta el Estrecho de Gibraltar, y también ha incursionado en la aeronáutica con vuelos en globo aerostático. «Soy una persona que domina tres elementos: aire, agua y fuego», aseguró entre risas, haciendo referencia a su carrera como piloto de globos aerostáticos, nadadora y bombera. Su compromiso con el deporte también la ha llevado a participar en diversas pruebas de resistencia y natación de larga distancia, consolidando una trayectoria que va más allá de su profesión.
A punto de cumplir 38 años de servicio, Cabañero podría jubilarse este año, aunque todavía está a la espera de la resolución definitiva. «Estoy esperando a ver si me puedo jubilar a los 59, pero aún no lo tengo claro», explicó. Mientras tanto, sigue implicada en actividades de divulgación, impartiendo charlas en colegios sobre su trayectoria y la importancia de la igualdad en el ámbito laboral. En estas charlas, comparte su experiencia con estudiantes y futuros profesionales, motivándolos a no poner límites a sus aspiraciones.

Un reconocimiento inesperado
Respecto al reconocimiento otorgado por la Diputación, María Luisa Cabañero expresó su agradecimiento y se mostró ilusionada por recibirlo. «Es un honor que reconozcan mi trayectoria. Hace unos días me pusieron una ‘calle’ (pasillo o estancia) en el colegio Ángel Andrade de Ciudad Real, lo que ha sido una gran alegría, y ahora recibir este premio es un orgullo», afirmó. Aseguró que lo acoge con la misma emoción con la que ha recibido otros homenajes a lo largo de su carrera. «Nunca esperas que te reconozcan por hacer lo que te gusta y por luchar por lo que crees, pero cuando sucede, es un impulso para seguir adelante», comentó.
Un impulso para la igualdad en la provincia
El galardón ‘Pastora Marcela’ tiene un profundo significado, ya que busca reconocer el esfuerzo de aquellas personas que han trabajado en favor de la igualdad en la provincia. La entrega del premio se enmarca en los actos organizados por la Diputación de Ciudad Real para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, que es el sábado 8 de marzo, una fecha clave en la reivindicación de derechos y oportunidades para las mujeres.
A pesar de su extensa trayectoria, Cabañero no pierde de vista el futuro y las nuevas generaciones. «Espero que cada vez más mujeres se animen a optar por profesiones que tradicionalmente han sido consideradas masculinas. No hay límites, solo hay que prepararse y demostrar que somos igual de capaces», concluyó.