Se trata de Pedro Sevilla, un chico de 30 años, que actualmente se encuentra estudiando la oposición de ayudante de instituciones penitenciarias y que sus principales hobbies son la música y el fútbol chapas, del que se ha proclamado recientemente nada menos que campeón de Castilla-La Mancha y subcampeón de España.
Sevilla empezó en este deporte de la manera más curiosa “recuerdo perfectamente el día que fui con unos amigos al pabellón donde solíamos ‘matar’ el tiempo jugando al tenis de mesa, llevándonos la ingrata sorpresa que, en vez de nuestras mesas, unos adultos habían montado unos tableros y jugaban a las «chapas». Muy amables nos invitaron a participar y conocer el juego, algo que para nuestro gen competitivo de niños no pasó desapercibido”.

Sobre sus grandes logros como campeón de Castilla-La Mancha y subcampeón de España, Sevilla asegura que “para mí es un orgullo haber conseguido estos resultados”. Además, el solanero recuerda algunos momentos de estos torneos “me quedo con la emoción al marcar el último penalti de la final que me proclamó campeón regional, un torneo que se me atragantaba en los últimos años, y llegar a toda una final del campeonato de España junto a mi gran amigo Santi Ortiz, aunque se me quede para siempre la espinita de perderla por la mínima, porque creo que merecimos mucho más”.
Tanto Pedro como sus compañeros cuenta con su propia sede en la Ciudad Deportiva de La Moheda “una oficina/habitación cedida por el Ayuntamiento donde nos reunimos los integrantes del club para disputar los torneos locales o entrenar”. Recalca que el tiempo de entrenamiento “depende mucho de la disponibilidad de los compañeros o si se aproxima algún torneo importante. En una semana puedo entrenar 8 o 10 horas y en otra semana entrenar dos horas”.

En cuanto a las reglas de este deporte, Sevilla explica que “la propia Federación Española de Fútbol Chapas (LFC) tiene un reglamento oficial por el cual nos regimos los diferentes clubes y jugadores españoles. Por destacar alguna regla, tanto el campo de juego como las porterías deben tener su medida oficial. Todos jugamos con el mismo balón (no es un garbanzo como antiguamente). Se juega con 10 chapas, que emularía a los jugadores de campo, y un tapón de refresco, que sería el portero. Y a partir de ahí, toques por turnos, pases, faltas, goles y paradas.
Sobre su estrategia al participar en competiciones, Sevilla indica que “mantener siempre la misma concentración sea un rival a priori inferior o superior, e intento basar mi juego en un constante ataque desde el primer minuto del partido al considerarlo mi punto fuerte”.
Tratando el tema de la evolución del juego a lo largo de los años, el solanero comenta que “cuando era más pequeño mi juego era mucho más impulsivo, sin pensar mucho en las jugadas y olvidándome de defender. También me desconectaba rápido de los partidos si el marcador era adverso. A día de hoy he mejorado mucho la elaboración y defensa en casa situación del juego, complementando así mi ataque, y no desconcentrándome, aunque el resultado no esté siendo favorable”.

Sevilla resalta las características más importantes que debe tener un buen jugador de fútbol chapas. “Me quedaría con dos de las características más importantes de Juanlu Jiménez (actual campeón de España). No dar nunca un partido por perdido, aunque pierdas de uno o varios goles, y sin duda alguna, la más importante, la efectividad de cara a puerta. Un jugador que de 10 tiros que realiza, los 10 van entre los 3 palos, será casi imposible hacerle frente”.
Pedro Sevilla recuerda uno de los desafíos más complicado a los que se ha enfrentado. “El más destacable fue cuando me operaron del ligamento cruzado y menisco interno a pocos meses del Campeonato de España de Almería siendo un niño de 16 años. No pude entrenar, probaba jugar y me cansaba, se me inflamaba la rodilla, pero gracias a mis padres y amigos (fuera y dentro del club) viajé, jugué con muletas y conseguí quedar 3º de España frente a todos los jugadores sénior. También estuve unos 7 años fuera de este deporte por falta de motivación y otras prioridades, y me costó mucho volver al nivel de hoy día, lo que me hizo tener que aguantar y superar muchos momentos de frustración”.

Sevilla destaca que también organiza torneos locales para promover el fútbol chapas. “Juego todos los torneos locales junto a mis compañeros de club, y como presidente del club junto a Santi Ortiz, intentamos organizar y realizar algunos torneos en otros espacios ajenos a nuestra sede para que sean más accesibles y visibles para todo el mundo. También por medio de las redes sociales estamos intentando promover este deporte y pienso que vamos por buen camino, ya que el año pasado el club contaba con 13 jugadores mientras que este año el número ha aumentado a 24”.
En este sentido, Sevilla también asegura que mantener viva a la comunidad “es muy importante que los jugadores veteranos sigan con la misma ilusión año tras año, gracias en gran parte a la buena armonía que se respira tanto a nivel local como autonómico entre clubes y jugadores. También cabe agradecer la suma de caras nuevas y gente que se anima a aprender y dar crecimiento a este deporte, donde los ‘de siempre’ les hagamos sentirse a gusto y enseñarles todo cuanto esté en nuestra mano, nunca mejor dicho”.

Por último, Pedro Sevilla cuenta algunas anécdotas curiosas que le han ocurrido. “Tengo varias anécdotas. Desde quedarnos dormidos un domingo en el hotel por el cambio de hora y al llegar al salón de juego comunicarnos que estamos eliminados de las rondas finales, hasta apoyarse algún jugador con tanto ímpetu en la mesa al lanzar a puerta, que han acabado tablero, chapas, balón, porterías y jugador en el suelo”, recuerda el solanero con una sonrisa.