El ciudarrealeño Eduardo Navarro es uno de los mejores windsurfistas de España en la modalidad de Fórmula y también de Slalom. En su palmarés tiene títulos regionales, nacionales e internacionales, y quiere seguir progresando todavía más para tratar de continuar sumando victorias. Pero, como el resto de deportistas, está ahora en el dique seco debido al estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus. “Cuando empezó todo esto cerramos el club y no hay actividad”, confirma el también presidente del Club Náutico Vicario-Pantanícolas de Ciudad Real, para quien lo importante ahora “es salir de este gran bache, cuidar de los mayores y estar con salud. La verdad es que asusta esta situación”.
En estos días de confinamiento está adaptando en su casa como puede los materiales que tiene para simular lo máximo posible un entrenamiento normal en el agua y con viento, subido a la tabla con la vela y botavara. “Ahora pierdes todo el ritmo que llevabas, pero estoy tratando de hacer lo posible para seguir haciendo ejercicios similares”, señala. Entre ellos, Eduardo Navarro utiliza un bosu, una semi esfera o media pelota que provoca inestabilidad y en la que realiza la importante actividad de equilibrio similar a la tabla, acompañado del agarre y la suspensión en cintas de TRX. Otro ejercicio, como muestra en un vídeo, es el de cruzar una mesa de lado a lado agarrándose a ella. Fuerza pura más que necesaria a la hora de manejar una tabla con vela de windsurf.
Con la sede del club Pantanícolas en el Embalse del Vicario, el escenario de los entrenamientos cuando el viento lo permite, que en ocasiones tarda tiempo en hacerlo, Eduardo Navarro tiene varias incertidumbres de cara al momento en el que llegue el deseado final de la lucha y se haya podido ganar al coronavirus. Una de ellas es el estado del camino que, paralelo al embalse y muy poco transitado, lleva al centro neurálgico del club, donde se ubica una caseta en la que sus integrantes guardan el material. “La naturaleza se recupera de una forma bestial y veremos cómo crece la vegetación en el camino”, avisa con la duda de si se podrá acceder bien a través de él. La otra incertidumbre radica en el nivel del agua del embalse capitalino, “ya que antes de que pasara esto estaba muy bajo. Como no llueva mucho, estará mal en el verano”, prevé.
Por supuesto, también todas las competiciones y regatas están de momento aplazadas, aunque todavía no suspendidas. Por ejemplo, Eduardo Navarro, que está esponsorizado por las marcas Don Apolonio e Imprimarte, tenía programada su participación esta Semana Santa en el Campeonato de España de Slalom de Almería, competición que quedó aplazada. “Veremos cómo evoluciona esto y si después comprimen todo el calendario en unos meses”, confía, sin tenerlo nada claro.
En este 2020 y antes de este estado de alarma, Navarro disputó en Portugal un campeonato en una clase nueva, el Foiling, a la que trata de adaptarse “porque va a ser la nueva clase olímpica, está revolucionando el windsurf y parece que todo se va reconvertir en esa clase”, señala, y explica que en esta modalidad se añade al bajo de la tabla una aleta sobre la que se desliza sobre el agua “a mucha más velocidad y con menos viento”. En Portugal, el ciudarrealeño quedó undécimo absoluto, un buen puesto para ser su primera vez en esta clase en la que quiere seguir progresando cuando toda esta crisis del COVID-19 finalice.