El atletismo provincial ‘se colgó’ cuatro medallas en el pasado Campeonato de España Absoluto de Atletismo en pista al aire libre, que se celebró en el Estadio Olímpico Camilo Cano, en la Nucía (Alicante). El mayor éxito lo consiguió la solanera Paula Sevilla, que se proclamó campeona en el 100 lisos, pero otras tres atletas también se subieron al podio, todas ellas tras ganar un bronce: Marina Lobato, en el triple; Sonia Molina-Prados, en el 200, y María José Pérez, en el 3.000 obstáculos.
Marina Lobato se llevó el bronce en su primer Nacional Absoluto al aire libre, en una temporada en la que ya fue plata en el Nacional Absoluto en pista cubierta de Antequera. “Estoy muy contenta por esta medalla, ya que he tenido una temporada al aire libre complicada, con dos lesiones”, comentó la saltadora puertollanera, que reconoció que en La Nucía “me la jugaba en los primeros saltos, ya que si me hacía daño no podría luchar más”. Por ello, Marina hizo tres saltos y tras el 13’67 que firmó en el segundo decidió no seguir el concurso para no agravar esos problemas físicos, consciente de que el bronce lo tenía casi atado. “Todo el año ha sido bueno a nivel de marcas conseguidas y medallas. Estoy satisfecha y deseando ver qué me depara la temporada que viene”, apuntó la atleta del Simply Scorpio.
Sonia Molina-Prados, bronce en el 200
Tercera en el 200 lisos quedó la manzanareña Sonia Molina-Prados, que ha vuelto a un podio después de mucho tiempo. “Me encontraba muy bien estas últimas semanas en un año de cambio, tras salir de Ciudad Real, que no me resultó fácil, pero decidí que tenía que probar cosas nuevas. Afrontaba este campeonato con mucha fuerza e ilusión, tras cuatro marcas personales en 100 (11.80 la mejor), pero en 200 no habían salido y quería dar allí el 100%”, explicaba la velocista provincial. Sonia era consciente de Jael Bestué y Cristina Lara estaban un paso por encima de ella y sería Lara Gómez con la que se podía jugar ese bronce. “El planteamiento de carrera ya en la eliminatoria era no dejar ni un gramo de reserva y me encontré muy bien, con la mala suerte de que hubo mucho viento en contra. La marca fue discretita (24.48), pero las sensaciones en carrera fueron muy buenas y llegué con mucha fuerza al final”.
Así, Sonia Molina-Prados recuerda que en esa final “me encontré muy fuerte. Salí intentando pegarme mucho a Cristina, noté que ya me cogía la compensación, pero a la salida de la curva vi que corría con ella y me notaba con fuerza. Luego se me fue un poquito y creo que fue la mejor carrera de mi vida, a pesar de que el tiempo fue 24.10, no mi mejor marca (es 23.92), pero había un -2.7 de viento, que estimamos que podíamos haber bajado de 23.80 con algo de viento a favor”.
La atleta provincial aseguró estar “muy feliz de cómo ha transcurrido el campeonato. Era un bonito objetivo volver al podio después de unos años de sequía y de problemas físicos. A la temporada le daré un 9’5, porque el 10 es la perfección y queda mucho. Pero he aprendido este año mucho y noto que esto es el inicio y podemos encontrar algo bueno en el futuro”. Este viernes, Sonia Molina dará por finalizada la temporada en el Meeting Internacional de Andújar, con confianza en poder acabar con marca personal.
Otro podio para María José Pérez
Por su parte, María José Pérez no pudo repetir el título que logró en el 2016 en el 3.000 obstáculos, pero volvió a subirse al podio con la tercera posición con una marca de 9:58.04, por detrás de la campeona, la toledana Irene Sánchez-Escribano que está en un momento espectacular de forma (9:43.70), y de Carolina Robles (9:50.91). Un bronce que a la atleta de Carrión le genera sensaciones diversas, después de sufrir en los meses importantes de la preparación un atropello en un paso de peatones mientras entrenaba. “Tras eso no pude entrenar vallas y tuve que bajar la intensidad, por lo que mi estado de forma se retrasó respecto a los demás, retirándome en alguna competición incluso. Luego conseguí ponerme en forma, pero en la competición me faltaba el bagaje, la falta de ‘feeling’ con la valla y la falta de ritmo de competición al no poder competir”, lamentó. Por ello, para Mariajo, “la competición no hace justicia al trabajo que hecho para recuperarme, de cabeza estoy agobiada y eso se vio reflejado el sábado en La Nucía”.
Pese a ello, la fondista cuenta ya en su currículum con una nueva medalla en un 3.000 obstáculos del Nacional, algo que no pudo lograr en el 5.000 de este Nacional, en el que también compitió quedando quinta, a seis segundos de otro bronce. María José Pérez no ha terminado aún la temporada y quiere seguir intentando la mínima para el Mundial de Doha, que se celebrará a finales de este mes de septiembre.