La jugadora de baloncesto, natural de Alcázar de San Juan, Paula Saravia se colgó este pasado domingo la medalla de bronce con la selección española sub-18 de baloncesto y lo hizo en el Mundial de baloncesto 3×3, que se celebró en Debrecen (Hungría). El equipo que obtuvo el bronce estaba formado por la propia Paula Saravia, Irene Broncano, Alicia Flórez y Judit Oliva. Las españolas consiguieron el bronce tras derrotar a Francia (16-14) en la final por el tercer y cuarto puesto. En las semifinales, España no pudo con Estados Unidos, que vencieron por 21-13 y posteriormente se proclamaron campeones del Mundo al derrotar a Alemania en la final (21-11).
En este sentido, la alcazareña, jugadora de Movistar Estudiantes, piensa que “había mucho nivel desde el primer partido. Y nosotras a nivel de equipo hemos ido de menos a más, donde creo que hemos dejado grabado el carácter y la garra que define a España como selección en cada competición”.
En cuanto a la posibilidad de lograr algún metal al comienzo del Mundial, Saravia apunta que “creo que la medalla siempre es algo que tienes en la cabeza al comenzar una competición, pero nosotras éramos un equipo completamente sin experiencia en la modalidad de 3×3, por lo que sabíamos que sería muy difícil. Según iba avanzando la competición y nosotras veíamos que podíamos irnos de allí con un gran nivel demostrado, la medalla estaba cada vez más presente en la cabeza y así ha sido. De vernos con opciones a colgarte la medalla al cuello hay un paso enorme, por eso estamos súper orgullosas de todas”.
Sobre la victoria ante Francia por el bronce, Paula Saravia reconoce que “había muchísimo nivel y mucha gente con mucha experiencia en la modalidad también. Vencer a Francia y conseguir el bronce fue una manera de terminar con un gran sabor de boca tras la derrota contra USA. Creemos que el trabajo realizado tuvo una muy buena recompensa”.
Cuando Paula vio que el bronce era suyo y de sus compañeras, le invadieron «un cúmulo de emociones. Me acordé de mis padres y mi hermana, de mis mejores amigas, de la Paula que empezó a jugar al baloncesto. Creo que ha sido de los mejores momentos que me llevo del baloncesto y cuando baje de la nube en la que todavía sigo, seré más consciente”.

