Pilar Carrasco Gimeno (16/12/1973. Tirteafuera) no lleva dedicándose muchos años al mundo de las maratones. De hecho, su primera maratón fue en el año 2015, en Valencia, y desde entonces ya no para. “Siempre he hecho deporte, llevo ya muchos años corriendo y hacer un maratón lo veía como algo imposible, como un sueño. Un día con la gente que entreno pensamos en ir a Valencia y a partir de ahí la verdad es que me encantó. Fue una experiencia muy emocionante, te da mucha alegría cuando terminas y te sube mucho la autoestima”.
Carrasco ha participado en 15 maratones, pero lleva corriendo desde el año 2011, aproximadamente. “Ya llevo unas cuantas y tengo que decir que para mí la más especial ha sido la de Madrid. Fue el mes pasado (26 de septiembre) y después de tanto tiempo fue algo muy emotivo. Ir por la Castellana sin coches, la gente te hace pasillos por el centro de la ciudad, te animan mucho”.
En cuanto al Quijote Maratón, Carrasco ha participado en tres ediciones. En la del año 2017 logró muy buenos resultados, con un tiempo de 3:58:10, siendo segunda en la categoría Veteranas B y duodécima de la general. “Se me dio muy bien y me dieron un trofeo, fue una sorpresa para mí porque no me lo esperaba. De las tres veces que he participado en el Quijote Maratón es la mejor clasificación que conseguí”, destaca Pilar Carrasco.
Lamentablemente, la atleta no podrá participar en el 25º aniversario del Quijote Maratón, “porque voy a correr en la maratón de Zaragoza, que también se celebra este domingo 24 de octubre. Tenía ya la inscripción hecha, el hotel reservado, justo antes de la pandemia y ha coincidido en el mismo día, sino sí que me hubiese apuntado al Quijote Maratón porque me encanta, estás en tu pueblo, con gente de aquí y conoces a mucha gente que te anima, te demuestran su cariño y eso es muy emotivo. El entrar a meta y ver cómo la gente que también ha corrido te hace un pasillo, eso te emociona mucho”, destaca.
Sobre los entrenamientos que realiza, Pilar asegura que “como mucho entreno dos o tres días a la semana y cada día una hora o una hora y media porque tengo las rodillas fastidiadas, de hecho en una ya no tengo meniscos. Lo que hago compaginar otros deportes como el yoga, porque me ayuda a mantenerme fuerte y a controlar la respiración. También hago montaña, porque fortaleces mucho las piernas, pierdes velocidad, pero ganas fuerza y una maratón también requiere fuerza para llegar entero. Yo he terminado bien todas las maratones, pero voy a disfrutar, tampoco voy a hacer marca. Además nunca sabes lo que te puede pasar. Igual has estado entrenando muchos meses y te da una pájara o te da un calambre y tienes que abandonar, es muy imprevisible. Hay que ir con la cabeza fría. Yo personalmente cuando corro es para disfrutar y terminar bien”.
Por último, Pilar confiesa que es “diabética desde niña, con 8 o 9 años me lo diagnosticaron. Para mí no es un hándicap porque lo padezco desde pequeña y siempre lo he llevado bien, pero debo tener mucho cuidado con lo que tomo y que no me pase nada en la carrera. Hay mucha gente diabética que tiene miedo, pero les digo que se animen y que no tengan miedo, ya que se puede llevar una vida normal”.