Hace apenas cinco o seis años, Puertollano saboreaba cada fin de semana deporte del bueno. De élite. El Puertollano FS de David Ramos hacía maravillas sobre la pista del Antonio Rivilla, que acogía a los mejores de aquel entonces: FC Barcelona, Inter Movistar, ElPozo de Murcia, Xota Navarra… En la otra punta de la ciudad, en el Cerrú, equipos como el Cádiz, la Balona o el Sevilla Atlético hacían las delicias de una grada que siempre ha mamado fútbol. Pero poco a poco, por culpa de malas gestiones y de cometer errores, la crisis en forma de deudas se llevó el deporte de élite casi de un plumazo.
En agosto de 2013, el Puertollano FS firmaba el acta de defunción con un tal Nano y Borja como meros testigos de la junta gestora. Ya avisaban, por aquel entonces, que volverían con más fuerza todavía. Y volvieron tras fundar el nuevo FSD Puertollano hasta plantarse por unos motivos u otros en Segunda División.
Por su parte, tras el descenso a Tercera División y tras declarar la juez como disuelta la mercantil CD Puertollano con una deuda de 1,6 millones de euros, el equipo entrenado por Andrés Viñas jugaba su último partido de liga en Tercera División el 17 de mayo de 2015 ante el Daimiel, encuentro en el que los industriales vencían por 5-0 con tantos de tipos como Valdivia o Sergio Reyes, entre otros. Pese a quedar décimos en la clasificación con 53 puntos, el 15 de mayo de aquel año se celebraba la Asamblea Extraordinaria de socios para disolver el club y empezar de cero.
Después de varios años a la sombra y trabajando mucho, el Calvo Sotelo se ha plantado en el lugar que nunca debió dejar y el FSD Puertollano sueña con volver a jugar contra los mejores si supera una fase de ascenso que, ni mucho menos, era su objetivo primordial. De momento, faltan tres jornadas de Liga en Primera Preferente y con el Calvo Sotelo ya ascendido, los de Viñas buscan pulverizar todos los récords de goles y de puntos. Por su parte, los de Marlon Velasco, a falta de un partido, esperan rival para la fase de ascenso y conocer el factor campo. Si quedan primeros o segundos, lo tendrán a su favor.
El Calvo Sotelo lleva tres temporadas arrasando
Parece fácil lo conseguido por el Calvo Sotelo hasta la fecha. Desde su inicio en Segunda Autonómica hasta hoy el equipo de Andrés Viñas ha arrasado en todos los sentidos para pulverizar todos los récords. La primera temporada, paradójicamente, fue la más complicada con un Manchego pisándole los talones todo el curso. No fue hasta la última jornada, con 68 puntos, más de 100 goles a favor y diez en contra, cuando el equipo industrial logró el campeonato de liga ante el Poblete.
Una temporada después, la pasada, el Calvo Sotelo se plantaba en Primera Autonómica con el único objetivo del ascenso. Con 76 puntos, 96 goles a favor y 20 en contra, los de Andrés Viñas cantaron el alirón con mucho tiempo de antelación después de sacar 20 puntos al segundo clasificado y hacer una temporada espectacular.
Llegados a este curso, la Primera Preferente eran palabras mayores, pero el objetivo seguía el mismo: ascender sí o sí. El pasado domingo, tras vencer al Atlético Jareño y con el empate de La Solana ante el San Clemente, el Calvo Sotelo lograba el ascenso matemático tras sumar 78 puntos y sacarle diez a su inmediato perseguidor. 97 goles a favor y 22 en contra son algunos de los números que avalan a este equipo con una lista de goleadores que ocupa el Top 10 de la tabla con Reyes y Cristian sumando 19 tantos; Adri, 13; Valdivia, 12, o Iván Limón, 10.
¿Y ahora qué? Pues llegar a los 87 puntos y marcar más de 100 goles para sumar 300 tantos en estas tres temporadas es el objetivo de un equipo que no parece tener techo.
El colchón de Marlon Velasco
Marlon Velasco soñaba con la permanencia. Después de dejar todo y abandonar su Mallorca de su vida para enrolarse en el proyecto del FSD Puertollano, el técnico catalán lo tenía claro: quería invertir todo por hacerse un hueco en el fútbol sala nacional. Para ello, cogió un equipo donde la juventud y la bisoñez eran las características de su grupo y donde la ilusión y las ganas por aprender se convertían en cuchillos afilados para pelear con grandes pesos pesados que tenían dibujado el objetivo del ascenso con mayúscula.
Pasaron las jornadas y el equipo rojillo empezó a ser respetado. Dio varios golpes de autoridad en canchas como Burela o Barcelona y doblegó a grandes gallitos de la categoría. El colchón sobre el descenso era cada vez más grande sin ser conscientes del sueño. Y ese sueño no era otro que pelear por meterse en la fase de ascenso a Primera División. Pese a pelear, incluso, por el primer puesto, una mala racha en cuanto a resultados en el último minuto dejó tocado a los chicos de Marlon Velasco, pero la victoria de Mengíbar fue un punto de inflexión para los rojillos para creer de lleno en esa fase de ascenso.
El pasado sábado, tras empatar 3-3 ante Valdepeñas, el FSD Puertollano se aseguraba su presencia en la fase de ascenso en la que no va a renunciar a nada. La Primera División está cerca.
Más información, en el semanario de Lanza de este pasado viernes 27 de abril