El Toledo fue el primero en intentar el asalto al Trujillo, pero la batalla la ganó el defensor del fortín, un Almagro que esta temporada tiene pólvora, no como la pasada, en la que defendía el bastión solo con armas blancas. Este domingo, a partir de las 18:00, en la cuarta jornada, llega al campo calatravo, el Villarrobledo, otro ogro, “un equipo que está entre los dos mejores de la categoría”, para Kiko Vilches, general en jefe de las tropas rojas.
El talaverano avisa de que el equipo albaceteño es más versátil que el toledano, capaz de hacer daño de más maneras. “Tiene un equipo completísimo, con dos bandas muy incisivas, dos centrales que sacan muy viene el balón, un centro del campo con experiencia en Segunda B (Montero, Nacho Huertas y Chato), bandas con jugadores como Piojo, del que no hay nada que decir, y un delantero joven, Fran Cortés, con mucha proyección y mucho físico. Eso hace que pueda jugar tocando o buscando el juego directo”, explica Vilches.
Partido físico
El Almagro quiere un partido físico, de brega. Si es así, sus opciones de puntuar aumentan. Vilches lo tiene claro: “El que quiera puntuar en el Trujillo va a tener que sufrir. Esta temporada se nos van a escapar muy pocos puntos en casa”. Es, claro, un deseo, pero basado en los datos y las sensaciones que solo se pueden percibir desde dentro, desde cada entrenamiento, de cada partido amistoso, como el de esta semana en Bolaños.
El Almagro está preparado para recibir al Villarrobledo. Sabe que la batalla va a ser dura, que no podrá contar para ella con Santos ni Giti, ambos lesionados, pero está dispuesto a defender su castillo para mantener la buena racha, después del accidentado inicio. Los rojillos tienen cuatro puntos y están convencidos de que el domingo, a eso de las ocho, tendrán alguno más.