El pasado 6 de agosto, el Almagro FSF anunciaba el fichaje de Sofía Valero, jugadora madrileña procedente de Teldeportivo con el que consiguió el ascenso a Primera División la pasada campaña y cuya trayectoria hacía presagiar grandes tardes en el Gemma Arenas.
La ilusión son los sueños que se transportan en una maleta y que, en el caso de una jugadora como ella, suele ser ligera, porque están abocadas a trasladarse cada fin de semana de un lugar a otro, haciendo sumar chinchetas sobre un mapa donde acaban recordándolas por todo lo que hicieron sobre la pista.
Esta campaña a Sofía se le ha vuelto a ver disfrutar en el 40 x 20, reencontrando su mejor versión, gracias a la confianza que tanto el cuerpo técnico, como sus propias compañeras le han depositado. Ella misma reconoce que aterrizó en Almagro con las dudas de quien ha perdido parte de esa ilusión que hace ya algún tiempo la llevó a apostarlo todo por el fútbol sala, renunciando a muchas de esas cosas que moldean una vida común, y que tantas veces se resumen en un ciclo parecido: Universidad, trabajo y casa.
“Venía de un par de temporadas en las que no me habían salido del todo bien las cosas y es verdad que tenía la confianza tocada, pero sabiendo que podía recuperar mi mejor versión”. Aquí, admite, “desde el principio, tanto el cuerpo técnico, como las compañeras, como toda la gente que forma parte del club, han confiado mucho en mí, me han apoyado, me han cuidado fenomenal y ese crecimiento que he vuelto a sentir, es el resultado de ello”.
Con 27 años y en plena madurez deportiva, la madrileña se ha convertido en la gran referente ofensiva del equipo, en cuyas filas tiene a tres de las cinco máximas artilleras del Grupo III de Segunda División -Sofía, Rebeca y Mayte-; por más que los árbitros les hayan birlado algún gol en unas actas de partido que más de una vez han bailado los datos reales.
Sobre el equipo, analiza, “somos un bloque muy ofensivo, con jugadoras que hacen muchos goles y eso hace que estemos disfrutando mucho no sólo en los partidos, sino en cada uno de los entrenamientos”.
A nivel personal, con 32 tantos en el campeonato liguero en su mochila, destaca, “creo que es la temporada que más goles llevo”. No obstante, y restándole importancia a la cifra, da mérito al trabajo colectivo. “Muchos sólo he tenido que empujarlos aunque cuenten igual que los difíciles. Estos goles de equipo son los mejores porque es ponerle broche al trabajo que hacemos todas en la pista”.
Si le hubiesen preguntado en su presentación con Almagro qué número de goles se ponía como meta esta temporada, explica, “seguramente hubiese dicho que una treintena, que creo que es una cifra ambiciosa y que se da cuando sale un año muy bueno. He tenido la suerte de superarla y hasta el final, toca seguir sumando, pensando en el objetivo que tenemos como equipo por delante”.
Sofía Valero sueña en grande con Almagro FSF
Este martes, Almagro conocía el camino que tendrán por delante para conquistar el ansiado ascenso a Primera División. Habrá múltiples posibilidades y todas dependerán de lo que sean capaces de hacer de aquí hasta que termine la fase regular.
“No me esperaba una temporada así. Este verano hubo bajas muy importantes en Almagro y en realidad, este año tocaba empezar con un proyecto nuevo, con muchos fichajes que teníamos que conocernos en pista y era una papeleta difícil de afrontar. Hemos tenido la suerte de encajar las piezas; las que vinimos nuevas nos adaptamos muy bien y muy rápido, y esa buena sintonía yo creo que se ha notado en la pista”.
Con el play off conseguido matemáticamente, el equipo piensa en grande, manteniendo el foco en lo importante. “De momento, estamos centradas en el partido del fin de semana. Es verdad que todas tenemos la ilusión de luchar el ascenso, es un objetivo que tenemos entre ceja y ceja, pero todavía queda un mes de competición y queremos luchar hasta el final para ser campeonas y luego ya veremos”.
Hasta ahora, dice, en el vestuario no se desconcentran. “Después del sorteo del play off, fuimos a entrenar y nadie comentó nada. Fui yo quien sacó el tema, bromeando un poco con los posibles cruces y enseguida llegó Jaime y nos puso los pies en el suelo, diciéndonos que todavía está muy lejos y que lo primero es seguir pensando en la liga”.
Su paso por la máxima categoría del fútbol sala femenino, el ascenso conseguido la pasada temporada y esa magia que se desprende cuando te sale todo, han convertido a Valero en uno de los espejos en los que se puede mirar el gran trabajo de Almagro hasta el momento. “Conseguir un ascenso es muy difícil, pero a la vez es un objetivo muy bonito que seguro nos va a hacer dar un plus en esta recta final. El año pasado tuve la suerte de conseguirlo y ojalá pueda repetirlo este año con Almagro”.
Aunque por calidad le sobra talento para estar jugado en Primera, la jugadora decidió que sus pasos debían tomar otro camino, buscando nuevos desafíos. “Deportivamente el proyecto de Almagro era atractivo y ahora, haciendo balance con la temporada casi terminada y con todo lo bonito que viene por delante, creo que fue una decisión acertada y que me ha ayudado mucho a nivel personal”.
En la localidad encajera ha caído de pie. Por sus calles, son muchos paisanos los que la saludan, los que le preguntan por el equipo y los que le siguen empujando para seguir derribando porterías contrarias.
Más allá de las pistas, Sofía aprovecha el tiempo estudiando, yendo al gimnasio para completar las sesiones de entrenamiento y viendo fútbol sala cada vez que puede rodeada de esas compañeras de equipo con las que comparte piso y que se han convertido en parte de esa familia que se elige, haciendo de esta temporada el ‘BAILE INoLVIDABLE’ al que bien podría cantarle Bad Bunny.
Aquí no se regala nada
Observar el cuadro que ha deparado el sorteo de play off, da para especular con las posibilidades de unos potenciales cruces dependiendo de la situación final de la clasificación en este Grupo III. A priori, si todo se mantiene como hasta ahora, Almagro FSF podría cruzarse con Ceuta en su camino hacia Primera.
Para evitarlo, se podría dar el caso que a las de García les beneficiase quedar terceras para ir por la otra parte del cuadro. No obstante, y para evitar suspicacias, la madrileña es clara. “Quedar terceras para evitarnos a Ceuta no está en nuestra cabeza. Si queremos llegar a Primera División nos tenemos que enfrentar a los mejores y tanto si es Ceuta, como si es otro rival, trataremos de estar preparadas para poder luchar por el ascenso”.
Hasta que llegue ese momento, si es que llega, toca seguir disfrutando de un equipo que está reescribiendo una de sus páginas doradas, en la que ya sobresalen nombres como el de Sofía Valero, la pichichi de este Grupo III, que tiene acento encajero.
