35
27
6-4, 7-8, 9-9, 14-10, 17-12 y 22-12 (descanso); 24-14, 26-17, 27-19, 30-21, 31-25 y 35-27 (final).
El ID Energy Caserío resolvió con un triunfo una interesante e importante prueba de pretemporada, por el hecho de que será la única ante un rival con el que se medirá posteriormente en la División de Plata. Los de Santi Urdiales superaron por 35-27 a un Lanzarote con caras conocidas, como la del portero ciudarrealeño Javi de la Cruz o su técnico, Samuel Trives.
El conjunto de Ciudad Real gestó ese triunfo en el segundo cuarto de hora de la primera mitad, en la que alcanzó diez goles de diferencia al descanso que mantuvo sin problemas en una segunda mitad más deslucida.
Como ya avisó en la previa, el entrenador Santi Urdiales rotó a sus jugadores, repartió minutos con casi dos equipos distintos cada cuarto de hora de las dos partes. Era un partido para probar e igualmente lo hizo con sus efectivos y variando los ataques y las posiciones defensivas.
Así, el primer tiempo tuvo al Caserío como claro vencedor, que llegó al descanso ganando por 22-12. Y eso que tardó en adelantarse en el marcador, hasta el 5-4, con Marcos Fis, Romanillos y Canepa como puntales goleadores en ese tramo inicial.
Tuvo el equipo de Ciudad Real un mal momento, que aprovechó el Lanzarote para anotar un 0-4 de parcial que llevó a los canarios a ponerse por delante después de que los locales cogieran tres tantos de ventaja.
Pero reaccionó el equipo amarillo para desequilibrar el partido hacia su lado en los últimos quince minutos. Un 12-2 de parcial a su favor, con goles de todas las maneras y repartidos, dejó el 22-12 al descanso.
Esa diferencia de diez goles se mantuvo en el primer tramo de la segunda mitad, con intercambios de tantos y un 27-17 en el marcador pasado el minuto 10. Se había equilibrado el juego, que pareció tener menor ritmo y más problemas para el ataque del Caserío.
En esa tónica, el Lanzarote redujo un poco la distancia al 27-19 y Santi Urdiales pidió tiempo muerto a falta de 15 minutos, en el que volvió a colocar en pista otra nueva rotación.
Con esos cambios llegó algo más de claridad en la ofensiva, especialmente desde el pivote con José Andrés Torres. Aun así, el Lanzarote también batía la portería defendida en estos momentos por Giovagnola, de ahí que la diferencia siguiera en esa misma tónica (33-24, min. 53). Al final, el cuadro de Trives maquilló algo más el resultado con el 35-27 definitivo.
Al Caserío le queda ahora una prueba antes del inicio liguero en la División de Plata, que será el viernes de la semana que viene con la disputa de la final del Trofeo Diputación.