En Ciudad Real es posible practicar la escalada. Una nave ubicada en el Polígono Industrial Larache acoge un rocódromo en el que aquellas personas que lo deseen pueden disfrutar con esta modalidad deportiva, gracias al Club Deportivo Elemental El Plafón, presidido por Miguel Rojas y con Francisco Heredia como secretario.
“Ofrecemos un ambiente diferente, un ambiente deportivo en toda regla en una actividad que tiene mucha tradición, muchos años, pero es verdad que de unos años aquí sí que ha tomado un carácter más internacional y más representativo, sobre todo en los medios públicos”, explica Adolfo Pinés, técnico deportivo especialista en Escalado y uno de los monitores del club.

Desde 2006 lleva en activo esta entidad El Plafón, que comenzó entonces por iniciativa de un grupo de escaladores y montañeros de Ciudad Real con el objetivo de promocionar este deporte en la capital. Entonces, crearon un rocódromo en un local de calle Cigüela, para trasladarse hace unos años al nuevo en la calle La Solana.
“Un rocódromo es una sucesión de presas, que son los agarres donde se escala. Esas presas imitan a problemas de movimientos para el cuerpo y hay que resolverlos, tanto en la cuerda como en bloque”, cuenta Pinés sobre las instalación existente, con una parte dedicada a la escalada con guías y cuerdas y otra en bloques.
En ella, varios niños de corta edad aprenden y ejecutan las órdenes del monitor con una gran agilidad y conocimiento. Después llegan adultos, incluso veteranos, para a través de esas presas con y sin cuerdas según la modalidad, tratar de escalar lo más alto posible. “En cuerda hay más altura, hay unas técnicas y más material como el casco, los arnés, pies de gato (zapatillas especializadas) o una bolsa de magnesio, para que la mano no sude tanto y el agarre a las presas sea mejor. En bloques solo hace falta unos pies de gato y una bolsa de magnesio, además de un grupo de amigos para resolver ese problema que se plantea”, señala el técnico.

Todos esos alumnos y alumnas son participantes de los talleres que ofrece el Club El Plafón a sus aproximadamente 300 socios y socias con los que cuenta actualmente. Unas actividades para todas las edades (hay desde pequeños hasta algunos con 63 años) y llevadas a cabo con el objetivo disfrutar de este deporte a la vez que se forman y progresan en él. “Hay grupos muy interesantes; el club tiene ganas de hacer las casas bien y generar un proyecto súper bonito a nivel formativa”, apunta Adolfo Pinés.
Plafón lo que ha intentado es buscar esos talleres para ofrecer a los socios para seguir formándose y disfrutar de este deporte con más calidad. Tenemos desde chavales pequeños chasta algunos con 63 años. Están todas las edades. Se forman grupos muy interesantes, el club tiene ganas de hacer las cosas bien y generar un proyecto súper bonito a nivel formativo.
¿Qué hace falta para ser escalador? Para el técnico de El Plafón lo principal es “ganas, motivación y alegría a la hora de hacer esta actividad deportiva. Escales más o menos, lo importante es disfrutar”. Porque Pinés deja claro que no hay que tener unas habilidades imprescindibles para subir por las paredes del rocódromo: “No es más escalador el que más escala, sino el que más disfruta. La trepa es una cosa innata que tenemos, aunque a veces la tenemo dormidas. Venir aquí es para intentar despertarla y empezar a jugar. Ganas de jugar es lo que más hay que traer, de resolver los problemas de cuerda o bloque. Sobre todo, de intentar “, reitera y recuerda que todos pueden escalar, incluso ya hay campeonatos para discapacitados de para-escalada “que son una pasada”, asevera.

Todos tenemos la imagen de la escalada en las grandes montañas, con el escalador ascendiendo muros y paredes de roca verticales que parecen inaccesibles y en las que uno se queda sorprendido de cómo se puede ascender a través de ellas. Una imagen que tiene relación con un rócodromo, “ya que antiguamente nos veníamos al rocódromo para acercarnos con más soltura a la roca” señala el técnico, pero ahora afirma que “el rocódromo es una disciplina toda regla”.
“Hay muchas variantes en lo que es el mundo de la escalada y la montaña es como el cúlmen de un escalador, el poder ir al medio natural a poder disfrutar de esta actividad es mucho más bonito. Pero lo que se necesita son ganas y rodearte de esa gente para ir al medio natural con seguridad”, describe.
Precisamente, el rocódromo de El Plafón ya ha sido escenario de varios campeonatos de escalada indoor, al margen de que varios de sus socios, algunos muy jóvenes, participan en diferentes competiciones, entre ellas Campeonatos de España. “El Plafón es un punto de referencia y una punta de lanza a nivel competitivo y, sobre todo, a nivel de instalación está cogiendo un auge bastante importante”, asegura Pinés, que subraya que en Ciudad Real el nivel es alto y recuerda que el club quedó noveno de España en el 2016. “Hay tradición en Ciudad Real desde hace años, no es nada nuevo, aunque sí que ahora se está viendo más, hay más gente que lo practica”.

Unas ganas de la gente y un auge de la escalada que invita al Club El Plafón a seguir promocionando este deporte y ayudando a practicarlo a todo aquel que quiera hacerlo. Un impulso importante hacia arriba en Ciudad Real que se está dando en una gran nave, abierta para las personas de cualquier edad.
El oro olímpico de Alberto Ginés ha dado un auge a la escalada española |
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El pasado mes de agosto, un español, Alberto Ginés, logró la medalla de oro en la escalada de los Juegos Olímpicos de Tokio. El cacereño de 18 años puso así este deporte en la primera plana de los medios de comunicación nacional y ese éxito “se ha notado en todo”, tal y como explica Adolfo Pinés, del CD El Plafón de Ciudad Real. “La escalada está teniendo un auge cada vez mayor en todos los sentidos. Entre la motivación de los socios, de los deportistas, de la federación por invertir dinero en esto… Todo suma y sí que estamos viendo que está cogiendo un auge importante tras el oro”, dice. Eso sí, a la vez reconoce que profesionalmente no se puede vivir mucho de esto, pero también afirma que la tendencia está cambiando, “ya que se está cogiendo la corriente del norte de Europa y se está mejorando. Sí es verdad que también nos lo tenemos que creer. Si no nos lo creemos, seguimos navegando como entre dos aguas. Pero poco a poco se está profesionalizando, lo estamos viendo con el cambio de tendencia que están teniendo las instalaciones a nivel de indoor, y a nivel profesional a un técnico se le ve mucho más representativo, la gente se está formando continuamente y eso es importante porque este deporte es muy nuevo, está creciendo y va por el buen camino.
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