Acostumbrados a carreras de fondo y también con obstáculos en la pista o en campo a través, los hermanos Pérez, Juan Antonio y María José, viven ahora como el resto de ciudadanos una prueba de vida con esas mismas características. Ambos atletas comparten juntos en su casa de Carrión de Calatrava el confinamiento obligado por el estado de alarma declarado en España por la grave crisis del coronavirus. Lo hacen, como todos los deportistas, con un cambio radical de rutina, sin poder entrenar al aire libre, sin las competiciones con las que motivarse y con la incertidumbre de qué ocurrirá, aunque el aplazamiento hasta el año que viene de los Juegos Olímpicos de Tokio, el que era gran objetivo en este 2020, ha sido un alivio para ambos.

Con dos cintas de correr en casa prestadas, aunque no vayan a los veloces ritmos que ellos son capaces de desplegar en las carreras, además de una bicicleta estática, pesas, un banco de abdominales y algunos elementos más, ‘Chiki’ y ‘Mariajo’ entrenan a diario en el patio y realizan los ejercicios planificados por sus respectivos entrenadores, con los que mantienen el contacto continuo.
“Hacemos lo que podemos para mantener algo la forma. Vamos a perder mucho, pero lo que se trata es de no empezar de cero cuando esto termine”, cuenta el fondista internacional Juan Antonio, que en el pasado maratón de Valencia se quedó a solo 20 segundos de la mínima olímpica con un marca de 2h:11.50 y luego en su segundo intento en Sevilla tuvo que retirarse. Aunque ya miraba hacia el 10.000 en pista de cara a Tokio, como un nuevo maratón se toma esta actual situación el atleta del Cárnicas Serrano, en la que, como los kilómetros, hay que ir pasando los días con energía y fuerza hasta alcanzar la deseada meta, el final y la victoria sobre el coronavirus.

Como un obstáculo en el camino se lo toma María José Pérez, especialista en pista en los 3.000 obstáculos, prueba en la que ha sido campeona de España absoluta. “Al final, los obstáculos abarcan todos los ámbitos. Este que sufrimos todos ahora es uno más que tenemos que superar”, sentencia. Además del tiempo para entrenar un poco en casa y realizar tareas domésticas y de ocio, la atleta internacional aprovecha esta situación para ponerse al día en sus estudios de medicina en la Universidad Complutense de Madrid. “Con el atletismo durante el curso no los puedo llevar bien y ahora sí que es el momento de hacerlo”, explica ‘Mariajo’, muy próxima ya a licenciarse ya que este año estudia asignaturas de quinto y de sexto curso.

Su hermano ‘Chiki’ tiene otro ocio: los pájaros. Cuidar los canarios y jilgueros que tiene en casa se ha convertido estos días en un entretenimiento más que se une a la preparación física matinal y vespertina. También Juan Antonio reconoce que “yo no soy mucho de ver la televisión, pero ahora sí que me estoy poniendo a ver series para pasar el tiempo”, a la vez que lamenta en tono de broma que estar así le hace tener hambre todo el día: “Esto no ayuda nada mantenerse, pero me estoy cuidando”, asegura. En ese entretenimiento ayudan también sus perros galgos, que no podían faltar en una casa de corredores rápidos y a los que se les conoce también como los ‘Galgos de Carrión’. “También nos sirve para distraernos un poco”, dice María José sobre sus perros, a los que sacan a pasear “al descampado de enfrente”.

Esta dura maratón por el coronavirus que estamos ‘corriendo’ todos juntos ha dejado a un segundo plano el mundo del deporte. Juan Antonio y María José son muy conscientes de ello y así lo afirman con rotundidad. “Lo más importante ahora es que esto pase rápido y con salud. Luego ya se verá qué pasa”, deja claro ‘Chiki’. Para su hermana “al principio veíamos que esto pasaba en otros países y no pensábamos que iba a llegar aquí así tan fuerte. Ahora vemos como está afectando a allegados, conoces a alguien afectado y es muy duro”, explica, y confiesa que “al principio de todo me agobié un poco por el tema de los Juegos Olímpicos, pero una vez que los aplazaron ya me he relajado”.
A la espera de cuándo podrán reiniciarse las carreras y cuáles se celebrarán, siempre con las garantías totales de salud para las atletas, los hermanos Pérez aseguran estar cubiertos económicamente por su club, el Cárnicas Serrano. “Tenemos un fijo del equipo”, explica Juan Antonio, “pero sí que perdemos lo de las carreras que teníamos contratadas y que no se van a disputar”. Lo mismo le ocurre a María José, compañera suya este año por primera vez en el Cárnicas Serrano, aunque recuerda que “al menos en esta época no hay muchas carreras, que son más en el verano”, siempre y cuando puedan volver a disputarse para entonces. En cualquier caso, ambos internacionales cuentan por sus buenos resultados con becas de la Federación Española y de las diferentes administraciones también como soporte económico.

Así pasan este confinamiento dos atletas expertos en sus carreras deportivas en pruebas largas, de fondo, de obstáculos, en las que hace falta energía y una fuerte mentalidad. Unas características que tienen que afrontar ahora todos los ciudadanos contra el coronavirus con la salud como premisa principal. Los dos juntos la están llevando bien. Porque juntos podemos ganar a esta pandemia.