Lo primero que reconoció Santi Urdiales, entrenador del ID Energy Caserío, tras la derrota de este sábado en las semifinales de la fase de ascenso a Asobal fue que en esos momentos no tenía ningún consuelo. «La tristeza no nos la va a quitar nadie, porque era una oportunidad preciosa, porque tienes algo cerca y encima el partido ha sido competido y con oportunidad de ganar», sentenció después de ese 20-21 con el que terminó el duelo ante el Villa de Aranda.
También contó un triste Urdiales que quiso trasladar a sus jugadores tras el partido que «va ser el día de su vida que más mensajes de orgullo van a recibir de la gente». Para el entrenador «más allá de la importancia de lo deportivo, es el legado que dejas cuando estás en un club. Hay que intentar dejar mejor el club cuando te marches, intentar que no sea un paso de solo competir y meter goles o defender, sino que haya un legado. Creo que este año el Caserío, no sé si por lo deportivo, que seguramente también, pero va a ser muy recordado porque ha transmitido valores muy bonitos de lucha, guerra, entrega, solidaridad, no rendirse y humildad».
Sobre el encuentro, Urdiales analizó que «los dos equipos hemos sido muy intensos en defensa y eso seguramente ha hecho que se cometan muchos errores. Queríamos que fuera un partido así, duro, trabado. Con la baja sobre todo de Pedro Martínez estábamos mermados, sobre todo en ataque, y nuestro objetivo era intentar llevar el partido a los últimos minutos».
Un choque que fue así, pero que, lamentablemente, cayó por un solo gol del lado del equipo arandino de Javi Márquez. «Yo estoy muy orgulloso, creo que no les puedo exigir ni una cosa más al equipo, se ha entregado al máximo. No hay que poner excusas, pero veníamos en circunstancias complicadas y el equipo se ha vaciado, ha dejado todo el corazón; podríamos estar más acertados, sí, seguramente, pero yo también, seguramente, podría estar más acertado en el planteamiento, en la situación para intentar cambiar algo, sobre todo en el tema ofensivo. Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido con toda nuestro alma», sentenció.
Finalmente, Urdiales lanzó un mensaje de agradecimiento a los aficionados. «Lo que nos ha tocado vivir a un equipo tan joven y humilde estos últimos meses es para estar súper agradecidos con la gente por cómo nos ha respaldado. También con la directiva, cuyo trabajo nos ha permitido vivir esto. El año que viene va a ser una categoría inmensamente difícil, pero nos hemos ganado el punto ese de que confíen en que van a ver un equipo en el que se sientan identificados, que es lo que queremos. Ojalá que el año que viene sea precioso, pero, si no, pues nos tocará remar, seguir creciendo como club y ojalá más pronto que tarde estemos preparados para volver a intentar ese sueño que tenemos como ciudad de tener un equipo en la máxima categoría».