En el fútbol o en el deporte, como en la vida misma, hay gente positiva y negativa. Positivos, en este caso, por utilizar el deporte como vehículo educacional y transmisor de valores y negativos, por el contrario, por ser personas tóxicas o jugadores que, por no hacerse lo que ellos consideran, malmeten en un vestuario hasta dinamitarlo.
En este caso, Carlos García, Jacinto y Rafa García son tres de los jugadores archiconocidos en la provincia de Ciudad Real y buenos transmisores de valores dentro de un mundo, llamado fútbol, que cada día crece de manera vertiginosa y que muchas veces se ve contaminado por el lenguaje de las redes sociales.
El día a día de estos tres jugadores es sencillo porque, quizá, esa humildad sea la clave para ser lo que son hoy en día. Rafa García, por ejemplo, ha jugado en la élite y, con el paso del tiempo, ha aterrizado en una Tercera División donde no se le caen los anillos por jugar en la quinta categoría del fútbol español. Tampoco está comparando todos los días con lo que hacía hace diez años a lo que hace hoy. Curiosamente, estos tres protagonistas suelen llegar los primeros y se van los últimos. Cargan las porterías y recogen las setas porque, simplemente, tienen la obligación de dar ejemplo. Reciben a los nuevos fichajes y suelen dar ejemplos que su propia experiencia y veteranía les ha otorgado. A partir de ahí, el que tenga oídos para escuchar, que escuche.
Simplemente son Carlos García, Jacinto y Rafa García, tres claros ejemplos de valores del deporte y tres claros ejemplos de lo que son veteranos positivos.
Carlos García: “Antes había más respeto que ahora”
Carlos García es el capitán del Formac Villarrubia. A sus 33 años va a ser padre de manera inminente y reconoce lo que ha vivido en su larga trayectoria como jugador; desde la cantera del Málaga o Puertollano, hasta pasar por el Socuéllamos o por el propio Formac Villarrubia.
“Creo que el fútbol, como el deporte en general, es un transmisor de valores, pero creo que nuestro comportamiento no es como futbolistas, sino que va en la persona. Hoy en día, con tantas redes sociales, acostándonos y levantándonos con los móviles, se van perdiendo muchos valores porque somos víctimas de lo que vemos a través de las pantallas. Mi experiencia me dice que antes había mucho más respeto que ahora. Yo, con 19 o 20 años, no daba un ruido en un vestuario y me dedicaba a ver, oír y trabajar para aprender el máximo posible. En mi caso, mantengo la ilusión del primer día y en el momento que pierda el hambre y la ilusión por jugar un play off o por ascender, dejaré el fútbol”.

Sobre sus dos compañeros de batalla, entre otros, Jacinto y Rafa García, el de Argamasilla de Alba señalaba que “solo tengo palabras de agradecimiento a mis compañeros Jacinto y Rafa. Jacinto es como mi hermano mayor y nuestro entorno nos conoce como Zipi y Zape (sonríe). Hemos vivido muchos momentos juntos, tanto buenos como malos y para mí es un regalo y un honor que esté en mi equipo y sea mi compañero. Rafa ha demostrado desde el primer día la categoría que tiene como jugador y como persona. Es un compañero coherente, que dice lo que piensa con educación y sereno y siempre va a sumar. Tener veteranía en un vestuario es positivo porque hoy en día hay de todo y nuestra obligación es transmitir, no solo alegría y buen rollo, sino el grado de compromiso que todos los clubes merecen”.
Rafa García: “Los valores van en la persona, no en el deportista”
Rafa García es uno de los veteranos del Formac Villarrubia. Camino de 37 años, el mediocentro blanquiazul es un ejemplo de los valores del fútbol y del deporte. “Si no tuviese ilusión, no estaría jugando. Hay que predicar con el ejemplo y aprovecharlo porque somos unos privilegiados, porque nos pagan por hacer lo que nos gusta. No todo el mundo tiene la oportunidad de jugar al fútbol”, explicaba.
“Me pongo nervioso en cada partido y lo vivo con mucha pasión. Y hay que aprovechar porque va quedando menos porque mi cuerpo no es el mismo que cuando tenía 20 años. Ahora estoy asentado anímicamente y deportivamente, pero soy consciente de que va quedando menos. Sin ilusión, no podría estar”, se sinceraba Rafa García.

Repasando su etapa en Villarrubia, el jugador de Las Casas señalaba que “he encontrado un vestuario joven y con ganas y eso ayuda mucho más a que la ilusión esté intacta”.
Para las nuevas generaciones, Rafa García ponía un claro ejemplo desde su experiencia. “Yo salí del Real Madrid de División de Honor y pensaba que me iba a comer el mundo y terminé jugando en el Coslada de Tercera División salvando la categoría. Eso fue un golpe de realidad y un curso acelerado de maduración como persona y como deportista”.
Por último, comentaba que “los valores van en la persona y no en la categoría, pero es lo que hemos vivido y hemos mamado. Antes era más difícil jugar en Tercera o en División de Honor y se valoraba mucho más porque llegabas más alerta”.
Jacinto: “La veteranía es necesaria en un equipo”
Jacinto Trillo es el veterano de los veteranos. Con sus 38 años, y después de pasar por equipos como Tomelloso, Socuéllamos o Villarrobledo, el ‘kaiser’ mantiene la ilusión del primer día. “Los valores van en la persona y en lo que has vivido. Lo que mamas cuando eres joven es como un curso para lo que va viniendo. El fútbol ha cambiado mucho y antes los veteranos eran muy veteranos y te ponían las cosas difíciles para que apretaras. Era como intentar sobrevivir dentro de un equipo. Por eso, creo que la veteranía es necesaria en un equipo. Poco a poco ves que se acaba esto y por eso lo disfrutas más y quieres aprovecharlo más”.
“Si he llegado a esta edad jugando es porque mantengo la ilusión y soy muy exigente conmigo mismo. Por eso, si no juego, me cabreo conmigo mismo y cuando ganamos, soy el primero en alegrarme, y si perdemos, el primero que se cabrea porque esto no me da igual”.

Miguel Aroca, el entrenador de los tres
Miguel Aroca es el entrenador del Formac Villarrubia. A sus 36 años, Aroca reconoce escuchar la opinión de estos tres jugadores porque su educación, experiencia y veteranía se lo permiten.
“Para mí no solo son buenas personas y buenos jugadores a nivel de vestuario, sino de gestión de grupo. Con esa edad, son los jugadores que más pasión e ilusión tienen en cada partido. Se alegran por marcar, se cabrean por perder. Carlos y Jacinto han vivido cosas bonitas y Rafa viene de la élite, pero da gusto verlos entrenar y es una maravilla. Son veteranos positivos, que están a tu lado y que ayuda al grupo a ser mejor. Para los que estamos empezando es un orgullo y nos ayudan mucho. No tengo ni una palabra mala para ellos. Nos ha tocado la lotería, no tengo ni una duda”.
Por otro lado, indicaba que “Rafa es el primero que llega y el último que se va porque tiene que precalentar y luego calentar por el bien del equipo. Luego se va el último haciendo sus estiramientos para mantenerse en un nivel de forma óptimo. Los tres están jugando una brutalidad de minutos y no se quejan de nada y apenas se lesionan. Eso dice mucho de la profesionalidad de ellos”.
Michel Carrilero: “No concibo un futbolista que no sea buen compañero”
Michel Carrilero fue el entrenador de Rafa García en el Manchego y conoce bien la trayectoria de Jacinto y Carlos García. Según el madrileño, hoy en la academia del DUX, “el recuerdo que tengo de Rafa es muy bueno. No concibo un futbolista que no sea buen compañero y que no trate de ayudar a los demás y más con una veteranía como la que tienen. Para mí, lo primero es pedirle el máximo al futbolista y Rafa era el primero en llegar y el último en irse. Era un ejemplo para todos. No soy de meterme mucho en el vestuario, pero Rafa gestionó muy bien un año muy difícil en el Manchego y los jóvenes se fijaban mucho en él porque era un auténtico ejemplo. Dicen que uno nunca es profeta en su tierra y ahí hay un ejemplo con Rafa con lo que ha ocurrido esta temporada”.
Armindo: “Rafa era y es un auténtico ejemplo”
Otro de los entrenadores que entrenó a Rafa García fue Armindo Ceccon. El brasileño explicaba que “Rafa nunca llegó a un entrenamiento tarde, siempre compañero y con buena cara. Todos los compañeros siempre le han querido mucho. Cuando jugaba o no jugaba, era un ejemplo. Es un veterano, un líder, que sabe estar en su sitio y que comprendía todas las situaciones. A pesar de jugar en la élite siempre escuchaba y no se creía más que nadie. Es una persona que representa todos los valores fútbol”.
Manolo Martínez: “Jacinto representa todos los valores humanos y deportivos”
Manolo Martínez, hoy entrenador del Don Benito, fue entrenador de Jacinto en el Yugo Socuéllamos. Coincidió con él varias temporadas y le marcó, de alguna manera, la época de pandemia donde el fútbol vivió un episodio complicado.
“Jacinto es una persona que siempre suma para el equipo dentro y fuera del campo; en los entrenos, en las charlas, en las concentraciones y siempre piensa en lo mejor para el equipo. Es cierto que les exige a los jóvenes cuando es necesario, pero es capitán y líder. Siempre está para lo que necesite y comprende todas las necesidades del club y a la plantilla”.
Una de las curiosidades, según Manolo Martínez, es que “en época de pandemia teníamos muchas conversaciones y se preocupaba de muchas cosas extradeportivas como los test o todo lo que fuera necesario para acelerar un poco todos los procesos para poder entrenar y jugar con la mayor normalidad. Jacinto es una figura que representa todos los valores humanos y deportivos”.
Ángel García Cosín y las vidas paralelas de Carlos García y Jacinto
Ángel García Cosín fue entrenador en la época dorada del Yugo Socuéllamos, un Socuéllamos que tuvo a Carlos García y Jacinto como estandartes del club. Hoy, Cosín sigue siendo profesor en la escuela de entrenadores de la FFCM y es seleccionador de las categorías inferiores.
En este sentido, sobre Carlos García y Jacinto se refería al decir que “los dos tienen vidas deportivas paralelas. Carlos García sí pisó canteras de élite, pero desde jóvenes construyeron su carrera paso a paso. Ambos vivieron épocas doradas en sus equipos y a día de hoy siguen rindiendo a un nivel óptimo. Que Carlos y Jacinto sigan aspirando a jugar play off dice mucho de los dos. No son deportistas acomodados. El fútbol es su vida y su pasión. Cuando marcan siguen celebrándolo. Es la virtud de los dos”.
Sobre el lado personal de ambos, Cosín reconocía que “son gente cercana, llana y humilde. Al final no es ganar o perder, sino cómo hablan de mí cuando no estoy. No he oído a nadie hablar mal de estos tres”.
Aunque no entrenó a Rafa García, Cosín reconocía conocer bien a Rafa. “Me pasó una cosa curiosa con Rafa García. Lo intentamos firmar en Socuéllamos y luego coincidió que le di clase en el curso de entrenador. Rafa me transmitía maduración y que cada año se gana otro año porque con su experiencia da mucho”, apuntaba.
Por último, subrayaba, que “son los primeros en llegar porque han sido así siempre y son un ejemplo para los jóvenes. Cada cosa que hacen las valoras positivamente. Valoras positivamente recoger, trasladar el material, dar un consejo… Todo lo que, aparentemente es normal pero que cada día ocurre menos”.