Los integrantes del BSR Puertollano ya conocen en primera persona lo importante que es el deporte como complemento a una vida activa y es por ello que lo consideran un elemento necesario para construir una sociedad realmente accesible.
El pasado lunes, Valentín Bastante, entrenador del equipo y representante de la ONG Calma junto a Lourdes Patón, psicóloga del programa de Asilo y Refugio del Movimiento por la Paz de Ciudad Real, presentaron a Wessam a los jugadores del equipo y explicaron a la plantilla las vicisitudes que este ha pasado hasta llegar a Ciudad Real y por ende al Club BSR Puertollano.
Wessam, de 33 años, es natural de Palestina, sufrió un atentado el 22 de agosto de 2010, donde murieron ocho personas y el sobrevivió junto a quince personas más.
Tras el peligro que corría su vida en Gaza, se vio obligado a huir de su país; así comenzó un duro proceso migratorio no exento de sufrimiento, violencia, traiciones y problemas de salud, que le llevó desde Egipto a Túnez, Mauritania, Argelia, Marruecos, llegando a Melilla el 11 de diciembre de 2019, donde pidió asilo.
El día 22 de febrero de 2020 llega a Ciudad Real, a la ONG Movimiento por la Paz donde actualmente se encuentra.
Poco después de su llegada se decreta el estado de alarma, donde Wessam ha estado atendido por el personal de Movimiento por la Paz, pero aun así ha sufrido un retroceso a nivel lingüístico, de su salud física y psicológica.
Tras varios meses de incertidumbre donde Wessam no ha pasado por sus mejores momentos, esta semana ha vuelto a sonreír mostrando su fascinación por lo que puede ser una nueva etapa en su vida, algo que impactó de manera muy positiva a la psicóloga Lourdes Patón, que entendió los muchos factores positivos que pueden aportar el deporte a personas que de una manera u otra han adquirido una discapacidad y tiene que reconstruir sus vidas desde cero.
Wessam entrenará con el equipo tres días a la semana, lo que sin duda favorecerá su inclusión en la sociedad y en el club, cuyo presidente, Reyes Romero Rey, ha reconocido que “la verdadera razón y por lo que se creó el club fue esta, la labor social, pero no queremos renunciar por supuesto al ámbito deportivo ya que también nos está dando visibilidad, repercusión y reconocimiento”.
Conseguir la unión entre deporte y discapacidad no siempre es fácil, pero los muchos años que lleva el Club BSR Puertollano AMIAB trabajando junto a las distintas administraciones que apoyan este proyecto (Ayuntamiento de Puertollano, Diputación Provincial de Ciudad Real y Junta de Comunidades), han mostrado los beneficios que aporta el deporte al colectivo, favoreciendo la autodisciplina, el compañerismo y el amor propio, tres valores esenciales para la reintegración social de las personas que sufren cualquier tipo de lesión medular, amputaciones u otras discapacidades.
