Realzar los valores medioambientales y culturales de los enclaves “únicos” que representan los humedales mesetarios de La Mancha para que tenga una adecuada gestión y mantenimiento es uno de los objetivos del libro ‘Lagunas mesetarias de La Mancha: funcionamiento hidrológico, cultura y medio ambiente’.
Se trata de una publicación de corte científico que aborda de una manera interdisciplinar los aspectos hidrológicos, históricos, culturales y de flora y fauna de 17 lagunas del centro de Castilla-La Mancha, “una joya de la naturaleza”, apunta Miguel Mejías, jefe de Área de Hidrogeología Aplicada del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), uno de los autores y coeditores de la compilación.
Es un volumen completo y práctico, con extensa documentación y fotografías, que pretende acercar a todo tipo de público el estado de estas masas de agua, a través de textos asequibles para una “lectura amena y de fácil comprensión”, elaborados por diferentes expertos en cada una de las materias tratadas.
Mejías, Bruno J. Ballesteros y Carlos Camuñas, ‘padres’ del libro, también investigadores del IGME, destacan el fondo de los análisis de los 17 humedales, ubicados en catorce pueblos de las provincias de Ciudad Real, Toledo y Cuenca, dentro de las comarcas de La Mancha y de Campo de Calatrava.
Explican que cada laguna en sí misma y todas dentro del ecosistema al que pertenecen, albergan una diversidad de especies de fauna y flora, algunas de ellas endémicas, además de un “determinado” comportamiento en sus recargas y una imbricación en las costumbres y tradiciones asociadas al territorio, incluso en los usos lúdicos.
En concreto, han estudiado el marco geográfico, geológico e hidrogeológico de estos “enclaves únicos” en relación con la climatología, además de su funcionamiento, que en 15 años “no ha cambiado excesivamente”.
Estos expertos explican que la selección de las 17 lagunas nace del proyecto de investigación ‘Patrones ecológicos en lagunas mesetarias: las claves para su conservación (Ecolake)’, del Plan Nacional de I+D+i, por ser escenarios que han recibido distintos niveles de impactos antrópicos (por la actividad humana) o tienen aportes de aguas residuales depuradas, alterando su funcionamiento natural.
Trece de ellas cuentan con figuras de protección internacional, en concreto son Reserva de la Biosfera dentro del complejo ‘La Mancha Húmeda’ desde hace 38 años, y cuatro tienen la calificación de Humedales RAMSAR desde hace 25 años.
De la misma manera, 16 están incluidas en la RED NATURA 2000 en Humedales de la Mancha y Lagunas Volcánicas del Campo de Calatrava.
Del total, la Laguna de Alcahozo (Pedro Muñoz, Ciudad Real), Laguna de Manjavacas (Mota del Cuervo, Cuenca), Laguna de Mermejuela (Miguel Esteban, Toledo), Laguna de El Longar (Lillo, Toledo), Laguna Nava Grande (Malagón, Ciudad Real), Laguna de Caracuel (Caracuel de Calatrava y Corral de Calatrava, Ciudad Real), Laguna del Prado (Pozuelo de Calatrava, Ciudad Real) y Laguna de Almodóvar (Almodóvar del Campo, Ciudad Real) tienen relación con las aguas subterráneas.
Los otros nueve humedales, las Lagunas Larga, Tírez y Peña Hueca (Villacañas, Toledo), la Laguna Grande de Villafranca (Villafranca de los Caballeros, Toledo), las Lagunas de las Yeguas, del Camino de Villafranca y la Veguilla (Alcázar de San Juan, Ciudad Real), la Laguna de Salicor (Campo de Criptana, Ciudad Real) y la Laguna Grande de Quero (Quero, Toledo), son independientes con respecto al agua subterránea.
El libro, que será presentado en Alcázar de San Juan el próximo día 30 de octubre, se distribuye en 17 capítulos (cinco generales) y 432 páginas, ampliamente ilustradas con 560 figuras, de las cuales se publican 291 fotografías, 123 mapas, 129 gráficos y 17 perfiles del terreno, así como la inclusión de 219 tablas.