El mercado del aceite de oliva se encuentra en un momento de gran dinamismo, con un importante ritmo de salidas, tanto a nivel provincial como regional y nacional, a pesar de los altos precios registrados tras dos años de cosechas extraordinariamente bajas.
Según los datos elaborados por el Ministerio de Agricultura y la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), tras el primer mes de comercialización (la campaña comienza el 1 de octubre) España contaba con 52.922,63 toneladas de aceite almacenadas en las 1.839 almazaras controladas por el sistema nacional, tras unas salidas de 60.731,64 toneladas.
Se refleja el pulso del mercado, tras haber producido 35.989,31 t, más otras 2.881,85 t, según los datos ministeriales.
En la provincia de Ciudad Real, sus 77 industrias guardaban un total de 3.470,31 t, coincidiendo con los primeros 31 días de comercialización, tras vender 3.657,62 t y producir 294,76 t.
Estas existencias provinciales suponen casi el 50% del volumen de 6.648,04 toneladas guardadas en las 261 almazaras de la región de Castilla-La Mancha, una vez han dado salida a 7.411,46 t. y han ingresado 695,49 toneladas de aceite nuevo.
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Son datos que han provocado la preocupación de los distintos agentes, a tenor del ajustado enlace de campaña -abierto el 1 de octubre-, con un escaso stock final de producto oleícola en todos los ámbitos territoriales, sobre todo en Andalucía, la comunidad líder en el sector.
Igualmente, podría afectar la situación de los países también de larga tradición oleícola, como Italia y Grecia, con previsiones cortas para la nueva temporada 2024-2025.
Sin embargo, las expectativas para la recolección que se ha estrenado son positivas, debido a los incrementos estimados en el aforo de campaña. En concreto, a nivel nacional, prevén un volumen productivo de más de 1,26 millones de toneladas, un 48% más sobre la cifra anterior y un 4% por encima de la media de las seis últimas cosechas, según las estimaciones del Ministerio de Agricultura.
En el caso de Castilla-La Mancha, los números evaluados apuntan a un aumento del volumen de aceite de oliva del 29%, hasta las 140.000 toneladas, consolidándose como la segunda región productora del país. Esta cifra estimada se distribuirá entre las cinco provincias de la región, con Ciudad Real como líder regional y cerca del 50 % de la producción castellanomanchega, seguida por Toledo (con más del 36%), Albacete (10%), Cuenca (5 %) y Guadalajara (entre el 1 y 2 %).
Situación climática
El alza de la producción está ligada a la situación climática de este 2024, con presencia de lluvias favorables al cultivo olivarero de las zonas más productoras españolas, como Andalucía y Castilla-La Mancha, en primavera y otoño. Igualmente, han sido propicio el agua caída en los olivares ciudarrealeños, donde ya se está notando más fruto y de calidad.
Los episodios de abundantes precipitaciones del mes de marzo recuperaron las condiciones de las aceitunas tras un primer trimestre de temperaturas altas y falta de agua. A dichos registros se han sumado positivamente los acumulados en octubre, que han hecho recuperar el potencial productivo y “retomar la normalidad en los mercados”, según el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán.
La oferta marca los precios, en la actualidad más bajos que hace un año en origen, con un valor medio de 6,60 euros el kilogramo el virgen extra, a 6,30 euros/kg el virgen y a cerca de 6 euros el kilo de los lampantes, según las organizaciones agrarias.
Con este óptimo escenario, si no se produce algún fenómeno atmosférico de carácter adverso, se cumplirán las previsiones de crecimiento en la producción de la recolección que ya está iniciada con las variedades más tempranas -arbequina y picual, la cornicabra es más tardía-, de manera generalizada. Eso no quita que haya zonas de producción con menor tonelaje de fruto.