«Muy positiva». «Vamos, fenomenal». De este modo califica Javier Colado la nueva normativa relativa a la calidad de la miel, recientemente aprobada por el Concejo de Ministros. El presidente de la Asociación de Apicultores de Ciudad Real, que reúne a 110 productores de la provincia con unas 20.000 colmenas, comenta que la nueva normativa es especialmente favorable de cara al consumidor, para “que no sea engañado, compre lo que es real, no le metan los siropes y todas esas historias y vean lo que consumen”.
Colado comenta que “está muy bien todo lo del etiquetado”. Una normativa que comenzó a cambiar en 2020 con la obligatoriedad de identificar en las etiquetas los países de procedencia de la miel y que ahora se amplía a la necesidad de incluir el tanto por ciento exacto de participación de esos países. “Nos hemos tenido que quejar, porque lo mezclan y lo venden como si fuera miel”, dice. “Es un paso más que se ha conseguido, y esperamos que vaya repercutiendo favorablemente”. Insiste en que la media es buena, sobre todo, para la protección del consumidor por la mayor transparencia, información y trazabilidad de las mieles, aunque cree que puede resultar positiva también para la comercialización. No obstante, su recomendación para evitar malas sorpresas y engaños es que el consumidor “trate de dirigirse directamente al apicultor para la compra”.
A pesar de este nuevo avance normativo, Colado está convencido de que “habrá que seguir combatiendo”. Se refiere, así, a los numerosos frentes desde los que el sector de la apicultura se ve atacado. El tema del etiquetado “nos ha afectado muchísimo”, dice. Pero ahora que empieza a clarificarse, sus ojos y los de sus asociados se vuelven hacia Mercosur, “porque seguramente nos pegarán otro batacazo”. “Está muy bien esto del etiquetado, -recalca-, pero ahora estamos pendientes de otro tema que quizás sea más grave”. Alude directamente al acuerdo alcanzado a principios del pasado diciembre por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con cuatro países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay).
Temor a Mercosur
La entrada en Mercosur, aún pendiente de ratificación, “puede afectar de un modo bastante peor de lo que parece”, vaticina Colado. “Nosotros no podemos competir con los precios que tienen allí, y sacan dos o tres veces más producción que nosotros. La climatología es mejor y todo es mejor”, por eso piensa “que va a repercutir bastante”. «A ver cómo se va introduciendo en el mercado, pero los precios de allí no son los de aquí y las producciones de allí tampoco son las de aquí», insiste.
La impresión de Colado es que en el sector de la miel se van “arreglando algunas cosas, pero nos vienen otras para seguir luchando”. “Y a esta -en referencia al acuerdo con Mercosur- también la tememos bastante”. El temor viene, según apunta, de que el nuevo frente en el campo de batalla del sector “no llega en una de las épocas más fuertes”. Aunque reconoce que este año 2025 “no pinta mal”. Las lluvias y un tiempo que, por el momento, está acompañando apuntan hacia una buenas perspectivas, precedidas de un 2024 positivo en cuanto a la recuperación de enjambres. No obstante, el presidente de los apicultores de la provincia no se atreve a lanzar las campanas al vuelo, ya que con respecto a la climatología, “que es la que lo hace todo”, y sus cada vez más evidentes cambios, señala que van adaptándose como pueden, pero que es “impredecible”, del todo “imposible hacer muchas previsiones”.
Sin avances en el tratamiento de la varroa
Para lo que no hay que hacer previsiones ya que se trata de un absoluta certeza, según Colado, es para el daño que sigue causando entre la población de abejas de la provincia de Ciudad Real la varroa (una acariosis externa causada por el ácaro Varroa que afecta tanto a la cría como a las abejas adultas, las debilita y acaba causándoles la muerte). Es un problema de décadas que agudiza la desaparición de las abejas, apunta el apicultor. Y “seguimos como siempre, con el mismo problema desde hace 30 años. No se ha avanzado nada. Estamos probando cosas, pero no avanza absolutamente nada la investigación”, protesta, ante una situación que califica de “descontrolada” y que “afecta muchísimo a la producción”.
Reunión con la delegada
Por si las dificultades con el etiquetado, que ahora empiezan a disiparse, los temores ante Mercosur y la persistente varroa no fueran suficientes inconvenientes para el desarrollo del sector apícola de Ciudad Real, un nuevo frente se abre en su campo de batalle. Se trata del avispón europeo o vespa crabro, “que está prosperando y atacando muchísimo y dañando a las colmenas”. “Es un problema bastante grave”. Colado comenta que ya está en la zona de los Montes de Toledo y que se está extendiendo también por el Valle de Alcudia. Aunque la avispa velutina o asiática es más mortífera, “esta no se queda atrás”, subraya.
Para tratar de atajar este otro problema, el presidente de los apicultores ciudarrealeños adelanta a Lanza que va a solicitar una reunión con la Delegada de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María de los Desamparados Bremard, “para ver qué solución puede haber”. En algunos sitios, dice, que les ponen microchip para detectar dónde se encuentran los nidos y eliminarlos, “para que no prosperen y se carguen a las abejas”. Colado recalca que esta avispa “hace muchísimo, muchísimo daño”. Y que supone un problema más, “que no son pocos”, para el sector.
41.000 colmenas y 424 toneladas de miel
Un sector, el apícola, que según los datos del Anuario de Estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cerrados a finales de 2023 y facilitados a Lanza por la Delegación de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en la provincia de Ciudad Real se cuantifica en 41.096 colmenas. Se trata de una de las cifras más altas de los últimos 15 años, próxima al récord de 2022 en el que se contabilizaron 41.135 colmenas. De estas colmenas, en 2023, se extrajeron 423,51 toneladas de miel, de las más abultadas de los últimos 12 años, y 23,09 toneladas de cera. En 2023, estos productos alcanzaron un precio de 4,33 euros por kilo y 6,20 euros por kilo, respectivamente, percibidos por el apicultor, según el Libro de Precios Complementarios o de Pequeña Significación del Ministerio.
De estos mismos datos se desprende, el incremento paulatino de colmenas en la provincia de Ciudad Real, especialmente desde 2016, con casi 10.000 colmenas más al cierre de la estadística en 2023. El crecimiento en el número de colmenas no se corresponde, en cambio, con un aumento paralelo de la producción, que alcanzó el máximo de miel en 2011 con más de medio millón de toneladas y el máximo de cera en 2010 con 43,2 millones de toneladas. Los precios, en cambio, tanto de la miel como de la cera han sido máximo en 2022 y 2023, los dos últimos años computados hasta el momento.
Nuevo Real Decreto
El Consejo de Ministros aprobó, el pasado 4 de febrero, el Real Decreto que modifica la norma relativa a la calidad de la miel. El texto incorpora a la normativa nacional las directrices de la directiva europea que clarifica el origen de la miel en el etiquetado. Un asunto impulsado durante la presidencia española del Consejo de la UE, en el segundo semestre de 2023, que culmina ahora. La nueva normativa establece, en el caso de las mezclas, la obligatoriedad de incluir en el campo visual principal de la etiqueta el porcentaje que representa cada uno de los países de origen de la miel. Se trata de un paso más para clarificar la procedencia de la miel, en el que España ha sido pionera. Ya en 2020, ante las demandas e insistencias de los apicultores españoles, se incluyó la obligación de indicar la lista de los países donde la miel y sus mezclas son recolectadas. A partir de ahora, además de los países se tiene que especificar la proporción que representa cada uno de ellos.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la nueva normativa “pretende garantizar a los consumidores un producto con la máxima calidad, así como una mayor transparencia en cuanto a su origen y características”. La norma trata de asegurar que la miel que llega al consumidor no haya sido desprovista de las sustancias o ingredientes naturales que le confieren sus propiedades y características y que “cumple con los criterios de composición, calidad y pureza”. Además, la modificación que se incorpora a la legislación nacional elimina la variedad de miel filtrada y establece que, aquella miel a la que se le haya retirado una parte importante del polen, “será considerada miel para uso industrial, y no podrá comercializarse directamente al consumidor final”. Del Real Decreto se deriva la intención de “proteger y aumentar la competitividad de las mieles de origen español y reforzar el mercado nacional”, dotándolo de “mayor transparencia e información”, al tiempo que se tratan de posicionar las mieles españolas frente a las importadas.
