Ciudad Real es punta de lanza en el sector estratégico del pistacho. Con una plantación de más de 18.000 hectáreas, que se ha incrementado por encima del 900% en la última década, la provincia contribuye con un tercio a la producción regional de pistacho, estimada para este año entre 9.000 y 10.000 toneladas.
No sólo por superficie y producción, Ciudad Real destaca también por su visión en cuanto al tratamiento y comercialización del fruto. Grandes cooperativas como Pistamancha, de Manzanares, sobresalen por su capacidad de procesado y su apuesta por el futuro con inversiones que para este año se sitúan en los cinco millones de euros, destinados a acabar la macro-planta que la cooperativa construye en la localidad de Membrilla desde 2023.
Pistamancha no es la única empresa del sector en alza. Recientemente Pistalife, cooperativa de Tomelloso, y Pavisan, de La Solana, se han unido a ella, y junto a las cooperativas toledanas de Villacañas, Madridejos, Villanueva de Cardete, Corral de Almaguer y Quero, integran Domo Pistachio. Esta cooperativa de segundo grado aspira a convertirse en la primera EAPIR (Entidad Asociativa de Interés Prioritario Regional) de Castilla-La Mancha. Desde esa posición trabaja por la unión de los agricultores y la concentración de la producción, por conseguir una identificación de calidad para el pistacho castellano-manchego y lograr una interprofesional del sector, que facilite la promoción y comercialización del fruto.