En la actualidad existe mucha incertidumbre en el mundo vinícola acerca de los efectos de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, dado que todavía no se conocen las nuevas reglas de comercio del sector con este importante cliente. Los expertos apuntan a la desvalorización de la libra y a posibles subidas de impuestos que podrían influir, no necesariamente de manera negativa, en las importaciones. Desde entidades como el Observatorio Español del Vino subrayan la oportunidad que se abre para los vinos españoles y europeos, a la hora de competir con los chilenos o argentinos que trabajan con el dólar. El divorcio político traerá un desequilibrio en la relación entre las monedas de compradores y vendedores, mientras que la correspondencia con el euro será más ajustada.
El país inglés es uno de los mercados más importantes en la importación mundial de vino de calidad, con 1.390 millones de litros comprados en 2016, con España como su cuarto exportador, con 150 millones de litros y 341,5 millones de euros, por detrás de Italia, Australia y Francia.
Castilla-La Mancha (con 1.161 millones de litros en 2016) y Ciudad Real han ido perdiendo peso en el valor de sus compras en Reino Unido, aunque mantiene la tercera posición como importador, después de Francia y Alemania, tras subir en 2015 del cuarto puesto en beneficios. Las bodegas ciudarrealeñas obtuvieron un total de 29,26 millones en las exportaciones inglesas, un 8% menos respecto al año anterior y un 9,2% sobre los 317,9 millones de euros totales obtenidos.
Las bodegas y cooperativas ciudarrealeñas ven muy lejos la salida de Reino Unido de Europa porque sus ventas allí son moderadas (excepto grandes grupos como Solís o Vinos y Bodegas y Bodegas Don Quijote) y apenas si se han parado a diseñar una estrategia que equilibre sus cuentas en el caso de pérdidas porque tienen poco peso en su facturación. Sin embargo, están expectantes a las indicaciones de sus importadores, y sostienen que las moderadas ventas en este país tienen aseguradas las operaciones, tal y como se lo comunicaron “al día siguiente del referéndum”.
Félix Solís, presidente y consejero delegado de Félix Solís Avantis, apreció poco impacto negativo del Brexit en el comercio del vino europeo porque, en su opinión, la negociación entre la Comunidad Económica Europea y Reino Unido “vendrá por el intercambio con sus destilados, como ginebra o wiski, que venden mucho a Europa y eso será fácil”, frente a otras negociaciones “no tan fáciles en el sector industrial”.
Solís cuestionó que vaya a haber conversaciones directas en el ámbito vinícola, como piden algunos directivos de corporaciones comerciales inglesas, y sostuvo que “en principio, por ahora, no está siendo problema, y tampoco sabemos lo que pasará mañana”. Para no perder la tensión exportadora, apuntó a estrategias como “ir hacia unas botellas más pequeñas” para que el impuesto que grava el volumen “afecte menos a la rentabilidad”.
En cuanto a las ventas, el grupo que preside y que es líder en el sector vinícola internacional, con presencia en más de 110 países, Félix Solís Avantis copa el 26% del vino español que se comercializa en todo Reino Unido, con cerca de 30 millones de unidades de botellas, aunque el nivel de operaciones “ha bajado dos puntos”, según señaló.
Solís reivindicó el libre comercio para mover mercancías, la eliminación de las trabas burocráticas y el impulso de incentivos, con el fin de que empresas españolas “que generen valor añadido” puedan crecer y acudir a destinos de distintas latitudes. “España es muy competitiva en precios”, remachó.
Dos estrategias
Para ‘Vinos y Bodegas’ y Bodegas ‘Don Quijote’, dos importantes mercantiles en la exporación de vinos y mostos, el mercado de Reino Unido (UK) es uno de los más valiosos pues, en términos de volumen, alcanza un 38% del total de mosto y zumo de uva comercializado en el país, y un 15% del global del vino a granel.
Román Cantarero, gerente de estas dos sociedades ubicadas en Socuéllamos y Manzanares, respectivamente, anunció que han diseñado “dos estrategias diferentes” para compensar el lastre que podrían sufrir sus ventas como consecuencia de la entrada en vigor del Brexit.
En primer lugar, según avanzó, han cerrado contratos de suministro para los próximos cinco años con sus mejores clientes y, así, asegurarse la venta, “independientemente de lo que pueda suceder”. Dichos acuerdos contienen unas condiciones contractuales que les garantizan beneficios seguros, pues contemplan el suministro y transporte de la mercancía desde España, momento en que en las relaciones comerciales se considera cerrada la operación por parte del exportador.
De esta manera, evitan “posibles derechos de importación”, y soslayan “posibles fluctuaciones de la libra” al haber negociado los pagos en euros.
El riesgo de esta planificación, reflexiona Cantarero, son las modificaciones del valor de la uva y de la materia prima, dado que las exportaciones pactadas contemplan el mismo precio para cinco años, por lo que “es importante que haya estabilidad y que no se produzcan los dientes de sierra de las últimas cosechas”.
Otra de la planificación a futuro ideada por Cantarero es la búsqueda de nuevos nichos de negocio en mercados en crecimiento, como EEUU, Canadá, y Rusia, dentro de una estrategia comercial que les aporte solidez y que compense las posibles pérdidas por la influencia del Brexit. “Pensamos que lo vamos a compensar con un mayor esfuerzo comercial en estos mercados”, sostuvo el empresario vinícola.
También explicó que un factor perjudicial sobrevenido por el Brexit es el efecto sobre las ayudas OCM. “La salida del Reino Unido puede suponer una menor contribución y por lo tanto afectar al importe de la ayudas a la PAC”, aunque, por otro lado, al quedar fuera de la UE, “es susceptible de la aplicación de las ayudas a la comercialización en terceros países”. Eneste caso, el efecto sobre las bodegas de La Mancha “sería bueno” al poder recibir hasta un 50% de ayudas sobre los costes de promoción en un mercado tan importante para el sector.
En el aire
Fernando Villena, presidente de Vinícola de Tomelloso, es uno de los que valoró Reino Unido como un mercado “importante”, y está a la expectativa de los términos en los que se pueda desarrollar las relaciones comerciales de los vinos porque “todo está en el aire”.
De la misma manera, Javier Ruiz, gerente de bodegas Cristo de la Vega (Crisve) de Socuéllamos, aseguró que Reino Unido “es un mercado complicado”, en el que llevan apenas dos campañas trabajando. La nueva coyuntura económica “hará que cambien las reglas del juego”, opinó, a la vez que valoró la capacidad del sector vinícola –dinámico y consolidado en el exterior- a la hora de “buscará+ alternativas y soluciones cuando hay por delante escollos”. En su caso, sin ser uno de los mercados fundamentales de su cartera, “los clientes con los que hemos contactado prevén dificultades, pero tienen interés en comprar”. El presidente de la centenaria cooperativa de Villarrubia de los Ojos, ‘El Progreso’, Cesáreo Cabrera, opinó que en términos comerciales “nos necesitan más ellos a nosotros, que nosotros a ellos”, y en el caso del vino “tendrán que seguir comprando vino fuera o dentro de Europa, porque no tienen el que necesitan”. Al igual que otras cooperativas de su tamaño, para ‘El Progreso’ “Inglaterra no es nuestro fuerte”.
Esperando indicaciones
Echedey Hernández, director de Marketing de Bodegas Navarro López de Valdepeñas, explicó que no se han planteado ninguna estrategia para su comercio vinícola con Inglaterra, pues “estamos esperando qué batuta toman los clientes in situ, que también tienen dudas” para afrontar las operaciones en el nuevo escenario. A nivel de negocio “está todo en el aire” y tampoco “hay temor en el sector” alrededor del Brexit, “sino que se entiende como un proceso natural, en el los importadores, que siempre han trabajado con un enfoque muy comercial, darán alguna solución”.
Esta bodega, con 20 millones de facturación y presencia en 72 países, exportan vinos a Reino Unido “de alta rotación y de mucha venta”, sobre todo los de DO Valdepeñas”. En concreto, compran de todas las gamas, joven, de crianza y de reserva, principalmente los calificados en Valdepeñas, y menos de los que el grupo produce en la DO Mancha y como Tierra de Castilla.
Peor para Reino Unido
Por su parte, el gerente de Vinícola de Castilla, Alfonso Monsalve, se hizo eco de la valoración del Gobierno sobre las consecuencias del Brexit, que serán más negativas para Reino Unido y su comercio. El portavoz de la bodega manzanareña reprodujo las palabras de Luis de Guindos en un acto reciente en esta empresa, sobre que “se ha producido primero el divorcio y luego pactarán las condiciones”, unas estipulaciones que “tendrán más perjuicios para el mercado inglés que para el europeo.
Sobre sus ventas inglesas, Monsalve explicó que presentan una cuota “irregular”, con años “brillantes y otros menos brillantes”, como fue la campaña pasada, con 1,5 millones de euros, la mitad de los 3 millones registrados en otros ejercicios.
Respecto a los gustos por los que se inclinan los ingleses, “les gusta los vinos con cierta proporción de azúcar, sobre todo los tintos que se están imponiendo a los blancos”.
Desde un punto de vista más social, Monsalve opinó que “el consumidor británico va en una dirección y los políticos, en otra”, tal y como “se demuestra en la reserva de vacaciones en España”. “Ello pone de manifiesto, agregó, que no ven con antipatía al resto de Europa y que van a sus intereses y consumen lo que les gusta, en base a sus apreciaciones”. Con todo, Monsalve, dijo esperar efectos “poco determinantes para nuestra venta del vino”, aunque la situación “será complicada si la libra se deprecia y encarece el precio al consumidor”.
Negociaciones pendientes
El mercado inglés “es muy importante” tanto para la DO Mancha como para la Cooperativa ‘Santa Catalina’, de La Solana. Así lo dijo el máximo representante de ambas entidades, Gregorio Martín Zarco, quien también ve con esperanza al futuro de las relaciones comerciales con el país británico. “Vamos a ver qué pasa y cómo al final se negocia”, indicó, a la vez que recordó que todavía no se han cerrado los acuerdos comunitarios.
De cara al escenario que se aproxima con el ya activado Brexit, señaló que desde la DO “abarcamos todo el mercado comunitario y hay que seguir buscando constantemente más clientes”, con el fin de “no perder la parcela que tenemos en Inglaterra y a ver de qué manera se puede seguir manteniendo”.
Zarco destacó la fuerte posición que están conquistando en Asia los vinos manchegos, donde “estamos creciendo muchísimo”, al igual que en Estados Unidos, donde “intentamos entrar”. Por ahora, además de Europa, como principal mercado, China y Japón están importando vinos de la DO Mancha “en grandes cantidades”.
Mercado minoritario
Rafael Torres, presidente de la gran coope rativa de ‘Virgen de las Viñas’, de Tomelloso, también está expectante ante las negociaciones que se van a abrir entre Unión Europea y Reino Unido, aunque este mercado sea minoritario en sus exportaciones de vino embotellado. En total, esta línea representa el 10% de sus ventas generales al exterior, respecto al 90% de granel, por lo que la cooperativa trabaja en unas nuevas instalaciones donde elaborará vinos seleccionados y escogidos, precisamente para atender a ese tipo de mercados, que “son elitistas y nos piden vinos de marca”.
Con todo, Torres aseguró que “creo que influirá poco el Brexit”.
Desde la DO Valdepeñas señalaron que desde el puto de vista promocional no han diseñado una estrategia específica para Reino Unido, aunque “es probable que lo estudiemos de cara a 2018”.
Al parecer, según la prensa británica, el Brexit ha sido el gran debate en la feria profesional London Wine Fair, celebrada del 22 al 24 de mayo en la capital del Reino Unido, pero para esta veterana DO “es difícil predecir cómo será el nuevo escenario, todavía desconocemos las barreras arancelarias y no arancelarias, cómo afectará a las marcas, o cómo serán las fluctuaciones del tipo de cambio en un mercado tan competitivo como el Reino Unido”.
La interprofesión exportó en 2016 un total de 3.444.344 litros al país inglés (por debajo de los 3.751.769 litros de 2015), casi un 15% de las ventas totales, situándose en el segundo destino de las exportaciones globales de la DO. Del total de la facturación, más de 2 millones de litros corresponden a vino tinto.
Una oportunidad
Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), se refirió que las causas de la situación del mercado británico son “estructurales y coyunturales”, y en la actualidad “está sufriendo” y es “difícil y duro”.
Uno de los problemas de fondo es la depreciación de la libra, apuntó este experto, una desvalorización que “será mayor respecto al dólar” y que, por tanto, traerá más perjuicios a vendedores de países como Chile, Argentina o Estados Unidos que trabajan con esta moneda.
Por tanto, “puede ser una oportunidad para los que exportan con el euro y para España”, sostuvo, porque “no tenemos que pensar en el efecto en nosotros, sino también el que tendrá entre todos los competidores”.
Derivado de estas fluctuaciones, los consumidores británicos “podrían empobrecerse” desde el punto de vista económico y fiscal, y optar por vinos más baratos, lo que ha llevado a que haya exportadores españoles “que han ampliado sus miras y están diversificando mercados”, con más presencia en EEUU, México, Canadá, China, Japón, Corea, e, incluso, en Europa del este.
Con todo, Del Rey opinó que desde el anuncio del Brexit, “no ha habido un grave deterioro de las ventas españolas en el Reino Unido al cierre de 2016, que están en la línea de los últimos años, aunque hayan caído ligeramente las compras británicas de noviembre, que son tradicionalmente elevadas”.
Respecto a cuando entre en vigor la salida de Reino Unido, “las negociaciones se pondrán duras, pero al final tendrán que seguir comprando” con “pocas trabas comerciales”, teniendo en cuenta que “Reino Unido es un país de tradición librecambista, con necesidades de materias primas, y alimentos de fuera”.
Según dijo, desde la OeMv no prevén “nuevos aranceles a los productos europeos; más bien al contrario, deberán mantener el máximo del libre comercio existente con la UE”.
Preguntas claves
P.- ¿ Cómo va a afectar arancelariamente la comercialización de los productos vinícolas y qué posibilidades hay de una implementación?
R.- Actualmente los vinos envasados, granel, los mostos y zumos de uva al igual que en el resto de los países de la CEE no tienen ningún tipo de arancel y su comercialización es libre: Uk es uno de los mercados más importantes en términos de consumo e importación, pero hay que tener en cuenta que también es uno de los mas competitivos, no solamente con productores europeos, sino también con ompetidores del Nuevo Mundo, (Chile, Argentina, Sudáfrica, Australia Y Nueva Zelanda). Igualmente es uno de los mercados más importantes para Castilla-La Mancha, con 25 millones de litros, que se usan en la producción de zumos, bebidas energéticas, carbonatadas y en reposteria y alimentación. El problema viene con otros productores que no son europeos, como los argentinos y chilenos. Chile tiene acuerdos preferenciales con la mayoría de los países fuera de la CEE, como Japón, China y sus mostos están libres de pagar aranceles. Ello nos podría perjudicar y se podría dar una situación similar con UK.
P.- ¿ Cuáles serán las consecuencias del cambio de divisa?
R.- Desde el 23 de junio de 2016, día del referéndum, la libra ha caído un 11,75% con respecto al euro. Esto significa que los compradores están pagando un 11,75% más, ya que la mayoría de los contratos y las plantillas de las grandes superficies estaban cerradas con anterioridad, pero qué pasará a finales del 2017 cuando se tengan que negociar de nuevo los contratos. Es difícil asumir ese porcentaje por los compradores y habrá que ver cómo incide esto en el mercado y en el consumo. Por otro lado tampoco sabemos la incidencia que puede tener el Brexit en el cambio de las divisas, ya que UK podría devaluar su moneda y esto tendría una incidencia inmediata en nuestras ventas.
P.-¿Y en el terreno de la logística?
R.-Actualmente al tratarse de un país Europeo, la logística es libre, no tenemos que hacer declaración de exportación ni los compradores no tienen que hacer declaración de importación, ante el Brexit, se pueden producir dos escenarios, por un lado que disminuya el trafico de contenedores y camiones, lo que provocara un encarecimiento, ya que al tener que hacer declaración de importación se necesitan mas días de estiba a la descarga en puerto, pasar los correspondientes controles y colapsar los puertos, y el otro escenario serian las declaraciones de exportación e importación y los costes de esto que se van a repercutir en el producto.
