En el año 2017 vio la luz la empresa española Míster Pistacho. Su fundador, Javier Moreno, siempre dice que desde el primer día le “picó el mosquito del pistacho y ya todo lo veía de color verde”. Durante aquel período, Javier trabajaba en la multinacional francesa L’Òreal, dentro del departamento de Marketing de la división de productos de lujo, un sector totalmente distinto al del campo. Su pasión por el campo surgió durante los veranos que pasaba en Daimiel, Ciudad Real, en la casa de su abuelo Pepe.
Al conocer el proyecto que un familiar tenía en marcha en Tembleque, Toledo, le motivó a investigar, hacer número y realizar numerosas visitas a campo con plantaciones de pistachos, así como a viveros, consultoras de ingeniería de agrónomos, viajes internacionales a Estados Unidos, Francia, incluso al norte de África.
El fundador de Míster Pistacho también pudo conocer de primera mano los resultados de años y años de investigación de la doctora Louise Ferguson en la prestigiosa Universidad de California Davis. Durante todo este período, Javier Moreno ha podido conocer a agricultores, ingenieros, patólogos, investigadores, y personas de distintas nacionalidades y formaciones, los cuales le han permitido crecer tanto profesional como personalmente. Casado y con 2 hijas, en la actualidad tiene plantadas 40ha de las variedades Kerman, Sirora y Larnaka.
A pesar de que Mister Pistacho está ya totalmente consolidada, no todo el camino andado ha sido fácil. Durante los primeros años el mercado del pistacho a nivel de plantaciones estaba en pleno crecimiento. La venta de plantas y servicios iba muy bien pero la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania y las subidas de los insumos (conjunto de elementos que toman parte en la producción de otros bienes), sumado a unos años de sequía, provocó una desaceleración a nivel de pequeños y medianos agricultores.
Pese a ello, Moreno aclara que las grandes empresas o los fondos de inversión no han parado nunca de plantar y van a toda marcha. De hecho 2024 ha sido un buen año, vendiendo toda su producción y cuenta ya con reservas para 2025 y 2026.
Balance positivo
El fundador de Míster Pistacho hace un balance “positivo” de los años que lleva dentro del mundo del pistacho, señalando que “nos gusta lo que hacemos, y creemos que estamos en un sector con futuro”. Mister Pistacho apoya al sector, produciendo plantas de pistacho de calidad. La empresa empieza por el patrón híbrido UCB1, semillas que importan directamente desde EEUU de árboles parentales de la UCDavis.
Un hecho a destacar es que Mister Pistacho no trabaja con clones de laboratorio ni con semillas de dudosa procedencia a menor precio, problema que en la actualidad está muy presente en las plantaciones donde observamos árboles que no crecen lo que deberían. Siempre apuesta por garantizar los cimientos del futuro árbol con materiales de 1ª calidad. Además, cuenta con árboles de pies madre para obtener el material vegetal de las principales variedades de pistacho; Kerman, Kastel, Sirora, Larnaka, Avdat, Peter, C Especial, Guerrero, Randy o Chaparrillo, entre otros. Míster Pistacho trabaja en maceta y a raíz desnuda para poder ofrecer a sus clientes el formato que prefieran.
También realizan servicios agrícolas, como plantaciones llave en mano, injertos en campo, podas, etc., intentando facilitar a sus clientes todas las etapas del proyecto, debido a que “para nosotros se trata también de nuestro proyecto, y disfrutamos cada paso juntos”, añade Javier Moreno. Incluso compramos la cosecha de pistacho de los agricultores, facilitando el ciclo completo 360º.
Un consumo en constante crecimiento
En la actualidad el consumo del pistacho está en crecimiento internacional. Se trata de un alimento saludable, que está de moda y que cada día se introduce más en las recetas culinarias, postres, dulces, chocolates, como el famoso “Chocolate Dubai”, y sobre todo helados, un manjar que hoy en día se puede comprar en todas las heladerías nacionales. La realidad es que falta pistacho para la industria y por eso los precios están subiendo.
Son muchos los resultados de distintas investigaciones que confirman las virtudes saludables de este fruto seco en la dieta mediterránea. Es un cultivo que se puede producir en muy pocos lugares del planeta por sus requisitos en horas frío, unidades de calor, humedad relativa y heladas primaverales. Su resistencia al calor y a la falta de agua lo hacen ideal para los secanos manchegos.
España cuenta en 2024 con 84.000 hectáreas de cultivo, alcanzando la 4º posición en el ranking mundial de países productores. Estas plantaciones, comparadas por ejemplo con las 880.000 hectáreas de almendros o las 2,8 millones de hectáreas de olivos, podrían considerarse como insignificantes. Además el hecho de que la producción sea más limitada, ayudará a mantener el precio de venta de los agricultores dotando de valor al cultivo en el futuro.