El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha advertido también de que si estas no culminan en un acuerdo «satisfactorio», especialmente para la UE, «habrá que adoptar las medidas correspondientes», informa Europa Press en nota de prensa.
«Nos parece positiva la intervención de la presidenta Von der Leyen a este respecto y que tengamos de margen de negociación hasta el 9 de julio, pero creo que no hay que perder la perspectiva de conjunto y, para mí, hay tres elementos que son clave: el respeto, el diálogo y la firmeza», ha señalado Planas en declaraciones a los medios a su llegada a la reunión de ministros de Agricultura que tiene lugar en Bruselas.
Así lo ha indicado después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya decidido retrasar del 1 de junio al 9 de julio la aplicación de los aranceles del 50 por ciento a la UE tras una llamada con Von der Leyen.
«Si esto no acaba en un acuerdo satisfactorio para ambas partes y particularmente, en nuestro caso, para la Unión Europea, habrá que adoptar las medidas correspondientes», ha advertido Planas, quien ha recordado que Estados Unidos ya aplica un arancel generalizado del 10% sobre todos los productos europeos y otro del 25% sobre el acero, el aluminio y el automóvil.
En cualquier caso, el titular de Agricultura ha abogado por el diálogo y el respeto, porque «entre los socios hay palabras que no se deben utilizar» y «es necesario, cuando se negocia, respetar al que tienes enfrente».
Planas ha reiterado también su rechazo a que los productos agroalimentarios formen parte de las guerras comerciales, ya que son los que «perjudican de forma más directa a las familias». «En estas guerras comerciales no todos perdemos algo», ha incidido.
Preguntado por los productos que se verían potencialmente afectados por los aranceles, Planas ha advertido de que «la presencia del vino es un elemento de posible conflictividad», aunque se ha mostrado «optimista» sobre las perspectivas de este mercado.
Al respecto, el ministro ha apremiado a adoptar el paquete de medidas planteado por Bruselas para ayudar al sector del vino «antes de final de año», ya que cree que puede ayudar a responder «algunas de las necesidades concretas» de los productores.
