Gonzalo Medina, director de la parte enológica de Wine Luthier, considera que los vinos que se elaboran en Castilla-La Mancha “son buenos vinos” y tienen “un corte particular”, indicando que desde la empresa donde desarrolla sus funciones tienen hechos muchos estudios de mercado donde “dibujamos los vinos y cogemos todos los manchegos, por ejemplo y hacemos una fotografía de ellos. Y ahí vemos que hay un estilo propio de vino manchego, como también lo hay en Ribera del Duero, en el Priorat, Rioja…porque existe el efecto clima y el efecto varietal”.
Medina, que el pasado jueves participó en Ciudad Real en el IV Congreso de Enología de Castilla-La Mancha donde impartió una conferencia en la que habló de la importancia del sabor del vino para descubrir si puede gustar a los potenciales clientes, opina que para llegar al público más joven “quizá el vino ha de cambiar o adecuarse a las medidas, porque tenemos el claro ejemplo de China donde todo el consumo de alcohol está subiendo entre los jóvenes, pero por el contrario baja el consumo de vino. Y lo hace porque los jóvenes se sienten atraídos por otros tipos de artículos con diseños más atrevidos, con mucha azúcar y muy alcoholizados”.
Por este motivo considera que los jóvenes “tienen que encontrarse a gusto con el producto, en este caso el vino, un producto que no les tiene que defraudar y, sobre todo, tiene que ser sólido y que les de ganas de repetir, como sucede con la cerveza, que es un producto sólido donde el que espera una marca la repite constantemente. Y detrás de eso, todo vendrá y fluirá como por ejemplo los vinos de terruño, los vinos intelectuales, los que son más comerciales, etc. pues todo tiene cabida en el consumo”.
En este sentido apunta que para que el consumidor quiera llegar a probar vinos de más precio o más complejos “te tiene que gustar el vino y tienes que acercarte al producto, pues si le das un vino muy complejo a un joven, lo verá caro, difícil y se sentirá defraudado”.
Respecto al vino enlatado matiza que “nosotros no somos quienes para decir si un producto es bueno o es malo, sino que hacemos una fotografía y objetivamente decimos cómo creemos que es el producto”, añadiendo que “si el vino se encuentra en una lata y eso ayuda, pues todos felices, porque no podemos decir que el vino en lata está peor, cuando la realidad es que los que hacen vinos en lata son compañeros que están poniendo un producto a disposición de un segmento joven que también puede gustar”.
Importancia de la celebración de los congresos enológicos
También ha destacado la importancia de la celebración de congresos como el que ha tenido lugar en Ciudad Real hace unos días, al indicar que “se han reunido grandes profesionales que aúnan conocimientos. Y ese conocimiento que nos dan las empresas y los compañeros que han impartido las ponencias lo usaremos los enólogos en pos de mejorar el producto”.
A este respecto considera que el citado conocimiento “se tiene que traducir en un producto final para que nuestros clientes estén fidelizados con el vino”.