La Consejería de Agricultura ha recibido 1.200 solicitudes de vendimia en verde -casi la mitad en Ciudad Real- para realizar la vendimia en verde en una superficie de alrededor 6.000 hectáreas (por encima de las 5.000 ha estimadas) y más de 3.800 parcelas.
El importe total solicitado para financiar la destrucción de uva para vinificación es de 9,7 millones de euros, según datos del departamento regional, con un promedio por expediente de algo más de 8.000 euros para una superficie de 5 hectáreas.
Se trata de una medida impulsada por el Ministerio de Agricultura para combatir los efectos de la sequía y para equilibrar el mercado del vino, a pocas semanas del inicio de una nueva campaña (1 de agosto).
Es la alternativa a la destilación de crisis de vino (retirada del mercado una cantidad de vino de las bodegas, para equilibrar la oferta y la demanda) solicitada a nivel nacional por algunas organizaciones agrarias y entidades vinícolas, ante los actuales volúmenes de existencias.
El plazo para solicitar la vendimia en verde se cerró el pasado 2 de mayo y, según el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, “no resolverá del todo el problema”, pero “más del 50% (la medida está dotada con 15 millones para todo el territorio nacional) de los fondos del Programa Europeo del Vino se quedarán en la región porque tiene al sector más potente”.

Cejudo: “Llevaré a cabo la medida por la escasa aportación de agua”
El productor daimieleño José Vicente Cejudo es uno de los solicitantes de esta práctica, que realizará a través de su propia empresa ‘Agroservñas S.L.’ en una de sus propias viñas. Se trata de una finca de 3,5 hectáreas con más necesidad de agua. También atenderá peticiones de aquellos clientes que se lo soliciten, “ya me ha avisado uno de 10 hectáreas y otro de entre 8 y 10 ha”.
Cejudo optará por la recogida del fruto de la vid inmaduro casi artesanal, es decir, de manera manual por el pequeño tamaño que tienen las uvas –“como guisantes”-, y “no necesitan otro tipo de apero”, aunque también se puede recolectar mecánicamente.
La subvención para la retirada manual de los racimos es de 408,63 euros por hectárea, el 50% de los 817,25 euros por ha determinados como costes máximos por la Administración, mientras que la vendimia mecánica tendrá unas ayudas de 119,65 euros por ha, de los 239,29 €/ha de gastos calculados.
Tras la corta, las uvas verdes se dejarán en la propia parcela para su biodegradación, aunque de manera voluntaria, como es el caso de Cejudo, serán soterradas, tras “una labor con el cultivador”. Es otro proceso que también está subvencionado con 39 euros por hectárea, la mitad de los 78 euros de costes calculados.
“Aportarán materia orgánica y darán estructura al suelo”, indica Cejudo.

El empresario agrícola, de 48 años, recuerda que el plazo para realizar la vendimia en verde oscila entre el 1 y el 15 de julio, siempre que antes los titulares de las explotaciones tengan la autorización de la Consejería de Agricultura. También tienen cinco días -a finales de junio- para revocar la petición.
Cejudo dice desconocer la dimensión de la medida y si será del todo “efectiva”, pero lo que sí sabe es que la dotación de agua para riego “es escasa” -1.300 m3 por hectárea para los leñosos- y por tanto “no hay ninguna rentabilidad”.
Con todo, se trata de políticas “para atajar la sequía”, a través del ahorro del principal recurso de la actividad primaria, dado que el estado fenológico de la planta en verde “apenas tiene demanda de agua”.
Es el mismo fin de la destilación de crisis, pero “una medida se hace a través de la industria”, y la otra “la realizamos los propios agricultores” con mano de obra.
El productor con unas 60 ha de viña, y algo de pistachos y almendras, señala que en su caso realizará la vendimia en verde con sus trabajadores -tiene 10 personas en plantilla-, y atenderá a otros clientes. Si es mucha la demanda, tendrá dificultades para atenderla porque “no encontramos mano de obra ni para atrás”.