El Comité Provincial del PCE ha mostrado toda su solidaridad con la plantilla de Vestas Manufacturing de Daimiel, a través de un comunicado, en el que manifiestan su apoyo a la masiva demanda de sus trabajadores y trabajadoras de detener la producción en esta planta.
Como resaltan en el citado texto, se ha confirmado un caso de coronavirus Covid-19 entre los más de 1.300 trabajadores de la planta, a lo que hay que sumar un número significativo de trabajadores en cuarentena con síntomas pero sin diagnóstico.
Además, señalan que, tal y como han podido constatar los propios trabajadores, la dirección de la fábrica no atendió las medidas de seguridad demandadas la semana pasada por los delegados de prevención, cuando la situación no era tan grave, en estos momentos la situación hace muy difícil que pueda continuar la actividad de la fábrica e imposible que se pueda restablecer el ritmo normal. Asimismo, añaden que, dados los antecedentes de trabajadores con enfermedades pulmonares y autoinmunes derivadas de la exposición a productos químicos en la fábrica se agrava la situación, siendo imposible mantener la producción en la fábrica sin que esto suponga un alto riesgo para todo el personal, sus familias y la población en general.
El PCE indica que un técnico de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha estuvo ayer viernes en la fábrica con la planta vacía y sin presencia del comité de empresa. Según la empresa la Junta da el visto bueno a las medidas que ha adoptado unilateralmente y que no hay riesgo grave o inminente a pesar de que ese día no había nadie trabajando y, a pesar de que estando el comité de empresa, no fue avisado.
La citada nota añade que en estos momentos de grave crisis sanitaria, no cabe considerar que la producción de palas aerogeneradoras sea una actividad productiva prioritaria y que el mantenimiento de la producción está exigiendo el gasto masivo de mascarillas y guantes protectores, material que podría ser derivado a los servicios sanitarios.
Por último, el PCE quiere mostrar su apoyo al Comité de Empresa, a las organizaciones sindicales y a los trabajadores de la planta de Vestas en Daimiel y hacer un llamamiento a las autoridades sanitarias y laborales para que tomen las medidas oportunas, garanticen la seguridad y la salud, tanto del personal de la planta, como de la población en general. «Los intereses económicos de una empresa, por muy importante que sea, no pueden anteponerse a la protección de la salud pública y de los trabajadores en particular. Además, consideramos que existen herramientas suficientes tanto en la legislación laboral como en las medidas de urgencia aprobadas por el Gobierno, para que ni la empresa ni los trabajadores se vean afectados económicamente por este cierre temporal», concluyen.