Los usuarios del Acuífero 23 están tranquilos en la actual campaña agrícola y siguen con su actividad de riegos de aguas subterráneas, con las dotaciones de 1.500 metros cúbicos por hectárea para leñosos y 2.000 para herbáceos, en base al régimen de explotación prorrogado para este año por la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
El presidente de la Comunidad de Regantes de Daimiel, Jesús Pozuelo, recordó que los usuarios no se verán afectados por restricciones, como es el caso de los regantes de aguas superficiales, “y en esta campaña de riego no habrá problemas”, si bien todo dependerá de la climatología.
De esta manera, la Confederación Hidrográfica del Guadiana estará atenta a las indicaciones del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ante las estimaciones de probabilidades de lluvias en los próximos meses, que de seguir la escasez “podrían decretar todavía más reducciones”.
Pozuelo recordó que Daimiel, con 2.200 usuarios en su comunidad y una superficie de riego en 24.000 hectáreas, es la única que tiene todo su término en la masa Mancha Occidental I -una de las tres masas en las que se divide el Acuífero 23, junto a la masa Mancha Occidental II y Rus Valdelobos), y además esta comunidad también tiene usos para abastecimiento a población, y para usos industriales y domésticos (pozos particulares).
De otro lado, Pozuelo señaló, en referencia al desarrollo del estado en que se encuentra la configuración orgánica de las masas, que ya han sido aprobados los estatutos de las comunidades de las masas Occidental I y II por la Confederación Hidrográfica del Guadiana y en el caso de la entidad a la que ellos pertenecen “estamos a la espera de convocar la asamblea para elegir la Junta de Gobierno”. Al parecer, Mari Carmen Bartolomé, presidenta de la comisión redactora de estatutos, es la que tiene la potestad para convocar la asamblea, que en principio podría celebrarse a finales de julio.
Normalidad
El presidente de la Comunidad de Usuarios de Manzanares, Bernardo Roncero, destacó, igualmente, la normalidad que hay en la presente campaña agrícola, trabajando con los volúmenes concedidos, aunque “ ya no nos pueden recortar más”.
Con 1.300 comuneros y 20.000 hectáreas de regadío, entre viña y cereal (principalmente), y hortícolas como melones y cebollas, el presidente de los comuneros manzanareños indicó que los niveles del acuífero “no están mal”, aunque han bajado desde su recuperación. De todas maneras, la presencia de lluvias “es buena para todos”, tanto para los productores que “riegan con aguas superficiales como para los de subterráneas”.
“Lo nefasto, agregó, es cuando caen tormentas como la de hoy (a primera hora de la mañana de este jueves granizó en varios municipios de la provincia, como Manzanares y Bolaños) que ha causado un enorme daño en las siembras a punto de segar”.