Antes de meternos en faena de entrevista, el periodista rememora con Antonio Montaña sus tiempos de jugador de baloncesto. Formó parte de una generación que, según me cuenta, han seguido manteniendo muy vivos sus lazos de amistad. Aquel grupo de los Chillerón, Paco Migallón, Muñoz, Jero Peinado, Sevilla y compañía marcó una época del basket tomellosero. Seguro que aquellos valores de esfuerzo, espíritu de superación y competitividad de aquel inolvidable grupo los sigue aplicando Antonio Manchego en su labor al frente de Carácter Manchego, un plataforma de internacionalización de productos agroalimentarios que acaba de cumplir su primer año de vida, aunque lo ha hecho en unas circunstancias más que difíciles por la crisis del Covid-19.
-¿Cómo ha llevado este confinamiento?
-Los que estamos acostumbrados a estar casi siempre delante de la pantalla de un ordenador lo hemos llevado mejor. Pero evidentemente se echa de menos ese contacto directo y personal con los clientes. Hemos aprovechado las nuevas tecnologías para comunicarnos con ellos, principalmente por videoconferencia, pero no es lo mismo. En cualquier caso, nos hemos adaptado y hemos aprovechado bien el tiempo.
-¿Se han visto afectados muchos proyectos y actividades de Carácter Manchego con esta paralización de la actividad económica?
-Sí, claro. Teníamos programadas varias visitas a nivel internacional, una de ellas a Azerbaiayán. Llevamos desde septiembre preparando este viaje en el que íbamos a realizar varias promociones y presentaciones de productos allí. También había actividades importantes con otros clientes hispano-árabes y contactos con empresarios de Indonesia y Malasia. Pero todo quedó paralizado con la crisis sanitaria.
-La esencia de su proyecto es la exportación y la internacionalización de los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha. ¿Resulta difícil acceder hoy día a determinados mercados?
-La situación que se ha originado por el coronavirus ha creado mucha incertidumbre sobre cómo reaccionarán los mercados. Los empresarios con los que trabajamos tienen una cultura de contacto directo, del tú a tú, de verte personalmente. Un videoconferencia ayuda mucho sí, pero ellos siempre dicen que primero quieren conocer a la persona y después a la empresa. Ahora la situación está en un compás de espera, aunque no hemos parado de establecer contactos con clientes y proveedores.
-¿Cuál es el balance que se puede hacer tras el primer año de andadura de Carácter Manchego?
-Ya en el acto de presentación se vio que el proyecto contaba con muy buena aceptación. Y fue un buen espaldarazo contar con la presencia de representantes de la Junta de Comunidades, del IPEX, entidades financieras, importadores…También fue importante aquella visita de empresarios deAzerbaiyán a la que invitamos a cincuenta empresas agroalimentarias de la región. Se establecieron muchos contactos en un encuentro muy fructífero que vino a marcar un poco la manera en la que vamos a trabajar.
-La exportación ha sido el salvavidas para muchas empresas, pero….¿están todas lo suficientemente preparadas para conquistar los mercados internacionales?
-La comercialización ha sido la asignatura pendiente de muchas empresas. Hace falta una buena preparación para vender en un determinado país. Por este motivo, en Carácter Manchego estamos ofreciendo un taller on line, que además es gratuito, con el fin de que las empresas se formen lo mejor posible. Antes de hacer negocio hay que estar muy preparados y esto es algo en lo que incidimos mucho en Carácter Manchego. Los mercados internacionales son complejos porque cada país tiene su propia cultura empresarial, sus peculiaridades. Con recursos y una buena preparación se puede llegar a marcados que, inicialmente, son muy herméticos. Yo creo que lo que estamos haciendo con Azerbaiyán es un buen ejemplo de cómo ir introduciéndose en un mercado.
-¿Cree que los duros momentos vividos marcarán un punto de inflexión también en las relaciones económicas?
-Ya nada será igual en la economía. Esa vuelta a la normalidad de la que tanto se habla no será como antes. La circunstancias de los mercados van a cambiar, las necesidades de los clientes también y las empresas tiene que estar suficientemente preparadas para afrontar estos cambios. Se tiene que hacer un esfuerzo muy importante en mejorar productos y servicios, en adaptarse a una situación que será completamente nueva.
