En torno a doscientos hosteleros de Ciudad Real capital, y eso que “muchos puede que no se enteraran” de la convocatoria realizada a través de las redes sociales y que del resto de localidades de la provincia no se desplazaran con motivo de los confinamientos por municipios, se concentraron este viernes en la Plaza Mayor en contra de la “estigmatización” del sector y reclamando ayudas que “verdaderamente permitan afrontar” un año continuado de pérdidas.
Los pagos de alquileres, seguros sociales, proveedores, agua y luz siguen llegando y los ingresos con las nuevas restricciones para diez días caen de nuevo a cero. “Llevamos perdiendo dinero desde marzo prácticamente”, abonando el cien por cien de los pagos como “si estuvieras abierto”, y las ayudas son escasas e insuficientes con lo que “estamos perdiendo todo el rato”, comentó Luis Adolfo Espinar, del restaurante Agar & Agar.
Es “desproporcionado” el cierre de toda la hostelería. A lo mejor podían haber reducido el aforo a un 30 ó un 20 por ciento o incluso reducir el horario en establecimientos que “estamos cumpliendo a rajatabla las medidas de seguridad sanitaria”, aunque lo que “no puede ser es sólo trabajar en la terraza con el frío que hace”, señaló Francisco Javier Lozano Márquez, de ‘La Favorita’ y ‘La Raquelita’, que lamentó la “estigmatización” a la hostelería, el “mensaje que se está transmitiendo” que está generando “miedo de la gente a pasar a los bares” cuando no hay ningún estudio que “diga que en los bares se contagia un porcentaje determinado”, pero se nos echa “la culpa directamente”.
“Estás teniendo gastos y no ingresos. El último día que abrimos, el 7 de enero, por el frío mi compañero y yo facturamos, desde las ocho y media de la mañana a las cuatro y media de la tarde, 32,50 euros con seis esfufas puestas” con lo que “al final te obligan a cerrar”, señaló Lozano, que considera que deben facilitarse ayudas al sector, como se está realizando en otros países europeos, para poder de veras afrontar la situación.
“El tema no es que vayan a ser diez días” ahora, sino que luego pueden venir otros diez o más, y ya es “un destrozo psicológico”. A este respecto pone como ejemplo el día 22 de diciembre, “cuando nos informaron que ya no podía pasar la gente a los bares”, algo que “podían haber hecho dos días antes porque tanto a mí como a muchos nos pilló con las neveras llenas de haber hecho pedidos para ese fin de semana. De un día para otro te dicen que no puedes abrir, con lo que te comes los productos y los congelas pero tienes que pagar al proveedor”.
“Nos cortan de un día para otro. No nos dan plazo. Pasamos de una fase a otra en un día y nos matan”, opina Antonio Pineño, del Restaurante La Cava, que estimó que debería haber más “flexibilidad”, consideró que no se puede señalar a la hostelería como la culpable del repunte de casos cuando se han visto metros, autobuses y tiendas llenas, y aseguró que a los profesionales del sector se le está poniendo la situación “muy cuesta arriba”.
“Este mes tenemos que pagar alquiler, luz, seguros sociales e impuestos”, y “la gente tiene que vivir” en un sector que “vive del día a día, si no trabajamos, no ingresamos” para afrontar los pagos, agrega Vicente Castillo, de A Sirigaita.
“Lo llevamos jodido”, el presente y futuro se presentan “muy oscuros” para el sector y “ya es hora de que apoyen de verdad y den una cantidad mensual a los trabajadores autónomos como hacen en otros países europeos”, señaló Juan Rabadán, de La Manuela, que resaltó la mala situación de los profesionales del sector, agravada en los casos en los que no han podido estar a corriente de pago con la Seguridad Social y no han podido recibir por ello las escasas ayudas previstas, pero sí han tenido que seguir pagando los seguros sociales.