La Denominación de Origen La Mancha ve “con mucha preocupación” la amenaza lanzada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 200% a los vinos y bebidas alcohólicas procedentes de Europa. Según el presidente del Consejo Regulador de la D.O. La Mancha, Carlos Bonilla, se trata de “aranceles desproporcionados que no se deberían de implantar, porque el daño que hace a las dos partes es sangrante”.
Bonilla señala que “para las bodegas y cooperativas que están exportando allí es un problemón”. Sobre todo, teniendo en cuenta “lo que cuesta abrir mercados y conseguir importadores”. Y, especialmente, señala lo complicado que es introducirse en el mercado estadounidense. “Cuesta muchísimo” y ya una vez introducido sería “muy doloroso” tener que perder un mercado de esas características.
Se refiere a que el mercado de Estados Unidos “es muy positivo” para la D.O. La Mancha debido a que los vinos que allí se importan “son de precios de gama media-alta”. Se trata de un mercado “dispuesto a pagar un precio razonable por los vinos de calidad”, por lo que sería “un problema que pudiera llegar a ocurrir esto”, apunta.
Por tanto, en la D.O manchega preocupa que la escalda en la guerra comercial desatada por el estadounidense y el continuo cruce de amenazas (la desproporcionada reacción de Trump responde, a su vez, a la represalia de la Unión Europea que anunció gravar el whisky americano con un arancel del 50%) “acabe con el trabajo de mucho tiempo”.
Con todo, Bonilla cree que, finalmente, la amenaza no se va a llevar a cabo. “Es lo que quiero pensar”, ya que, insiste, se trata de un arancel “desproporcionado que, prácticamente te deja fuera del mercado”.

Las exportaciones a EEUU representan un 4%
Pero de llevarse a cabo y concretarse la amenaza, para D.O. no supondría un gran descalabro a nivel global. “No sería un problema enorme”, indica el presidente del Consejo Regulador, ya que las exportaciones a Estados Unidos apenas representan el 4% del total del negocio. De los más 15,8 millones de botellas de vino (de 75 cl) exportadas el año pasado, no llegaron a 618.000 botellas las que tuvieron como destino el país de Donald Trump.
Aún así, Bonilla apunta que hay que tener en cuenta que “todo suma”. Y aunque las previsiones para este año 2025 en el mercado de Estados Unidos tampoco eran demasiado esperanzadoras, porque “es un mercado que va muy lento”, se destaca que es un mercado cuya ventaja es que “te posiciona muy bien” en el espectro de los vinos de calidad.
Foco en el mercado latinoamericano
En cuanto a las alternativas, en caso de que las amenazas del estadounidense lleguen a concretarse, el presidente de la D.O. anuncia que “se están abriendo muchos otros mercados”. A raíz de los problemas que se tuvieron con China, con una bajada importante de las importaciones, y posteriormente los inconvenientes asociados a la guerra entre Ucrania y Rusia, han hecho que las bodegas busquen otros nichos y apunta al mercado latinoamericano como el más reciente para la D.O. y el que “está apaciguando las bajadas en otros mercados”.
Bonilla subraya que “los esfuerzos están siendo muy grandes” en el conjunto del mercado, ya que “la exportación ha bajado”. Como contrapartida, y a consecuencia de la creciente incertidumbre internacional, especialmente desde la guerra de Ucrania para acá, “ha crecido mucho el mercado nacional”. Las bodegas, dice, “se han refugiado más en el mercado nacional, en lugar de salir y hacer acciones que al final puedan quedar en saco roto”, “acciones que no sabes si mañana van a servir para algo”.
Buenas perspectivas para 2025
Se espera, no obstante, que este 2025 sea un año positivo para la D.O La Mancha. “El vino está saliendo”, apunta su presiente y los problemas están siendo menores que en otras zonas, “por los vinos que tenemos”. La gran producción en vinos de uva blanca “está posibilitando poder abordar mejor la tendencia del mercado hacia el vino blanco”, indica Bonilla, que también resalta la buena salida que también sigue teniendo el vino joven, al ser “un vino con una graduación inferior, más fácil de beber que un reserva o un crianza”. El tipo de vino que mayoritariamente se labora en La Mancha. Por lo que se esperan que 2025 sea “un año favorable, al menos, como el 2024”.
El año pasado la D.O. La Mancha exportó 15,8 millones de botellas de vino (un 13,6% menos que en 2023). Alemania aparece como el primer país importador, con más 5,1 millones de botellas, lo que representa el 32,3% del total de las exportaciones de la Denominación de Origen. Países Bajos compró 1,4 millones de botellas, y es el segundo mercado en importancia para La Mancha, absorbiendo casi el 9% de las exportaciones. En tercer lugar está para Japón, con 1,2 millones de botellas importadas, el 7,6% de las que salieron al exterior el año pasado. Por detrás, China (con casi 963.000 botellas) y México (algo más de 656.000 botellas), el país con mejores perspectivas y un incremento interanual en el volumen de exportación del 75,7%. Estados Unidos aparece en el sexto lugar de los países que más vino de la D.O. La Mancha compraron en 2024 (617.813 botellas), con un positivo balance interanual, representando casi un 17,4% más de importaciones el año anterior.