Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha participa un año más en la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) con el objetivo claro de reforzar la comercialización de sus vinos y consolidar su presencia en los mercados internacionales. Así lo ha asegurado su director general, Juan Miguel del Real, quien destaca que la región vive “un momento idóneo” para ganar peso en el sector gracias a una oferta ajustada a las nuevas tendencias de consumo.
“Los consumidores se están decantando cada vez más por vinos blancos, rosados, espumosos y jóvenes, que encajan perfectamente con la tipología de vino que producimos en Castilla-La Mancha”, explica Del Real. En este contexto, la presencia en FENAVIN se convierte en una palanca clave para dar visibilidad a estos productos, especialmente a los elaborados desde el cooperativismo.
La organización no ha faltado a ninguna edición de la feria y valora su evolución como “muy positiva”. “FENAVIN se ha consolidado como la feria de referencia del vino en España y una de las principales en Europa”, afirma Del Real. Subraya, además, el papel estratégico de Ciudad Real como sede, al tratarse de la principal provincia productora de vino del país.
Producto cooperativo
Este año, además, algunas cooperativas presentarán en la feria vinos con el sello ‘Producto Cooperativo. Sabor auténtico del campo’, una marca que busca identificar ante el consumidor los productos elaborados íntegramente en el ámbito cooperativo. “Es una garantía de origen, calidad y compromiso con el territorio. Todo el valor que genera el vino cooperativo revierte en el entorno rural donde se produce”, destaca.
En cuanto a los desafíos, Del Real señala varios frentes: la diversificación de mercados ante la inestabilidad geopolítica, el fortalecimiento de marca, la digitalización y, sobre todo, el relevo generacional. “Necesitamos atraer a los jóvenes al campo, que se queden en nuestras cooperativas y que vean futuro en el medio rural”, afirma.
Las cooperativas de la región miran, por tanto, a FENAVIN no solo como un escaparate comercial, sino también como una herramienta para proyectar un modelo de producción sostenible, cohesionado y con arraigo local. “Llevamos más de 100 años generando valor y queremos seguir haciéndolo durante muchos más”, concluye.