Raúl Pérez está considerado por muchos como el viticultor y bodeguero más influyente de España. Nombrado en dos ocasiones mejor enólogo del mundo, hay quien lo califica de “genio” tocado con una clase especial de “locura” que lo hace “único”. Pérez es ‘El mago del vino’, protagonista absoluto del largo documental que esta semana se presentó en Fenavin, dentro del marco de actividades paralelas a la feria. La producción sigue su trayectoria de décadas en el mundo del vino hasta lograr la máxima calificación de la prestigiosa Guía Parker, los 100 puntos que se otorgan a la excelencia y los vinos más perfectos y que Pérez, por fin, obtiene con La Muria añada 2021.
Este berciano, natural de la pequeña localidad de Valtuille, que con apenas 60 habitantes tiene 13 bodegas en funcionamiento, cautiva con su humildad y profundo arraigo y defensa de la vida rural. De apariencia imponente, con su larga barba canosa, pero trato tímido, todavía se siente “extraño” cuando ve su vida reflejada en la pantalla. “No es habitual, ¿no?”, comenta con los ojos aún llorosos por la emoción al finalizar el pase en el Aula 1 del recinto Ifedi de Ciudad Real. Allí ha estado acompañado por el director del documental, David Moncasi, el productor David Cardona y el ex-directivo de Mediaset, Manuel Villanueva. Arropándolo se encontraba también el bodeguero, colega y amigo Álvaro Palacios, creador de ‘La Faraona’, primer vino del Bierzo que consiguió los 100 puntos Parker.

“Me da llorera”
Aunque ‘El mago del vino’ se estrenó el pasado otoño en la Seminci (Semana Internacional del Cine) de Valladolid y ha pasado por varios festivales cosechando premios, el aplauso del público y buenas críticas, parece como si todavía a Raúl Pérez le intimidara la exposición y el retrato de su propia historia. “Hay muchos momentos muy emotivos y no sé… me da llorera”, confiesa con algunas lágrimas todavía asomándole a los ojos.
Y sí, el documental tiene todos los elementos para tocar la fibra del espectador, con momentos emotivos, cómicos y un drama familiar que no deja indiferente. “Me acuerdo de mi padre y de mi sobrina”, dice Pérez apenas comienza la película. El motivo se descubre después, cuando su madre cuenta la muerte de ambos, con años de diferencia (Raúl tenía sólo 10 cuando su padre falleció), a consecuencia de inhalaciones de gases mientras trabajaban en la bodega. Una tragedia que ha marcado al enólogo y que impacta en el público. No obstante, el drama queda compensado por la espontaneidad y naturalidad que el personaje despliega en su terreno, su bodega, su pueblo y sus viajes (la producción lo acompaña a Londres y Nueva York). Los paisajes del Bierzo y el gran esfuerzo para sacar los vinos adelante en terrenos abruptos completan un relato de éxito merecido.
“Creo que soy bastante bueno en lo que hago”
Raúl Pérez transmite una honestidad, una afabilidad y una sencillez que impresionan. “Para mí es un lujo poder dejar esto para que la gente me recuerde”. “Es una suerte”, comenta con respecto a la producción. En cuanto a sus logros se muestra más cauto aún. “Creo que soy bastante bueno en lo que hago, desde mi punto de vista, porque habrá gente que pensará que no”. Reconoce, no obstante, que “es satisfactorio” que “la gente preste atención a tus vinos y se hable de ellos positivamente, en general”. “A todo el mundo nos gusta que nos reconozcan”, afirma. Y ahora que, después de décadas de presentarse al “examen” Parker, ha obtenido los 100 puntos dice que una parte de él ha quedado “tranquila”, la otra ha adquirido mayor “seguridad” para “seguir haciendo cosas con otra libertad”. En ese seguir haciendo, aparte de varios proyectos en Portugal, Fermoselle (Zamora) y Gredos, para Pérez está “hacer crecer más” a su pueblo. “El trabajo que tengo que hacer ahora en los próximos años es para la comunidad, para toda la gente que vive de las viñas en Valtuille”. “Quiero dejar ese legado”.
Este reto a futuro es una muestra más de su defensa a ultranza de lo rural. “No hay mejor vida que la de los pueblos”, “la vida tiene más sentido”, el “bienestar es muy bueno” y “es una pena no luchar para que se mantenga lo rural y su calidad de vida que es infinitamente superior”. “Tenemos un contacto más grande con la tierra”, porque “al final, -subraya-, la tierra es muy importante en la vida de una persona”.

“Nos han dado los 100”
No es un spoiler contar que Raúl Pérez consigue por primera vez los 100 puntos Parker. “Nos han dado los 100”. Así comienza ‘El mago del vino’, dirigido por David Moncasi (‘Comando actualidad’, ‘Scott & Milá’, ‘Planeta Calleja’, ‘Maratón man’…) y producido por Zanskar Producciones, con el respaldo de Mediaset. De estructura circular, la película arranca el 20 de agosto de 2023, día en el que se publica en internet la calificación de la afamada Guía Parker, para volver 10 meses atrás y mostrar el proceso recorrido por el enólogo y bodeguero hasta alcanzar ese máximo reconocimiento con La Muria.
Un momento álgido de la narración que ni siquiera estaba previsto en el proyecto inicial que era hacer un reality-documental sobre la creación de un ‘gran brut’, explica Moncasi. Un reto en sí al tratar de plasmar “el retrato de alguien pegado a la tierra”, por lo “peculiar” del personaje y el esfuerzo de año y medio de grabaciones, a lo que se unió la propia deriva de la historia que “nos llevó a otro sitio”. “La realidad se impuso a lo que queríamos contar y ha sido mucho mejor”, comenta el director en relación al éxito no previsto de La Muria, al “privilegio” y “acierto” de poder grabar una cata Parker que no se había hecho anteriormente, al menos en España, y al acercamiento a “un entorno muy rural”, la “generosidad” de sus gentes y al “apego al terruño que es lo que realmente importa”.
La historia continúa
‘El mago del vino’ partió de inicio como una propuesta de por sí “muy especial” y “de nicho”, comenta Moncasi. Sobre todo teniendo en cuenta de la idea original es una serie de cuatro episodios que en un futuro, aún sin fecha, emitirá Mediaset a través de su canal Cuatro. Moncasi advierte que la historia que muestra la película, un derivado del proyecto primigenio, continúa en la serie que aborda más allá, cómo la vida de Raúl Pérez cambia con la obtención de los 100 puntos.
Desde su estreno en la Seminci, el documental ha girado por varios festivales consiguiendo distintos galardones como el premio del jurado al mejor largometraje de la sección Cinema Cocina del Festival de Cine de Málaga, el premio al mejor documental también en Málaga y en el Most Festival, celebrado en Villafranca de Penedès, que acoge producciones audiovisuales relacionadas con la cultura de la viña, el vino y el cava.
“La respuesta ha sido impresionante”, resalta el productor David Cardona. “Nos estrenamos en Valladolid y la acogida fue tremenda”. “El público y la crítica lo están acogiendo con muchísimo fervor”. Narrar la historia de un enólogo, de tantos años de trabajo y asistir a la consecución del éxito, “todo lo que hay detrás de un objetivo tan inalcanzable como son esos 100 puntos”, “llegar al top” de la Guía Parker, desde “la verdad” que transmite “una grabación tan directa y tan pequeña” es, según Cardona, “uno de los grandes valores que tiene el documental”.

700 botellas a 800 euros
La Muria es un tinto 100% de uva mencía, de bajo grado alcohólico y baja acidez, que sale de la viña más alta del Bierzo, situada a 1.045 metros de altitud. Se trata de un viñedo viejo, datado alrededor 1930, de unas siete hectáreas de extensión cultivado en ecológico y trabajado con caballos debido a lo escarpado de su ubicación.
De esta parcela, situada en la pequeña localidad de Viariz (poco más de 30 habitantes), en el municipio de Corullón, Raúl Pérez obtiene ocho barricas de vino. De una de ellas salió La Muria, añada 2021, que el 20 de agosto de 2023 obtuvo la máxima calificación que otorga la Guía Parker, oficialmente The Wine Advocate, “la biblia” de los vinos.
Esta guía, que comenzó a publicarse en 1978 a instancias del abogado y crítico de vinos Robert M. Parker, Jr., revolucionó el sector con su sistema de puntuación y hoy día sigue siendo una de las más influyentes del mundo. A lo largo de su historia sólo unos 30 vinos españoles han conseguido la máxima calificación, entre ellos algún Rioja, Priorat, Ribera del Duero, Jumilla, Montilla-Moriles, Valdeorras, Gredos y Bierzo. De esta zona, las añadas 2014 y 2018 de ‘La Faraona’, elaborado por la Bodega Descendientes de J. Palacios, que dirige Álvaro Palacios, íntimo de Raúl Pérez, fue el primer vino en lograr los 100 puntos.
De La Muria se producen unas 700 botellas que, en cupos muy pequeños, se distribuyen en 40 países. Del precio inicial de entre 50 ó 60 euros, con el que Pérez cree que sacará la primera partida al mercado, según comenta en el documental a Luis Gutiérrez, catador oficial en España de la Guía Parker desde 2013, la botella ronda en la actualidad los 800 euros.

Fenavin es una feria “necesaria” y “muy importante”
“Nadie produce mejores vinos que La Mancha al precio que los produce. No hay ninguna zona del mundo así de competitiva”, afirma el enólogo y bodeguero berciano Raúl Pérez, que valora como “necesaria” y “muy importante” la feria de Fenavin, de la que es participante asiduo. Opina que “las exigencias de tener contacto con los mercados internacionales es muy fuerte”, por lo que subraya la capacidad de la cita ciudadrealeña “para movilizar importadores”. Considera que es una labor crucial para “ahorrar mucho dinero a muchas empresas”.
Hablando de la situación actual que, en general, atraviesa el sector del vino, se muestra menos preocupado por las ocurrencias del “tarao de Trump” en cuanto a los aranceles, que por la inestabilidad política en Europa. Valora que la guerra entre Rusia y Ucrania está influenciando de forma más negativa al mercado del vino español, que a lo largo del último lustro había conseguido ir subiendo y que, sin embargo, ahora se está viendo perjudicado. “La gente tiene miedo”, comenta, y esto ha hecho que el consumo y las ventas desciendan en países como Suiza, Alemania o Reino Unido. “Necesitamos, -afirma-, una estabilidad política fuerte para volver a la proyección de consumo que teníamos”.