Cuando las luces de FENAVIN se apagan, los bodegueros vuelven a sus tareas y los compradores regresan a sus países de origen, además del lazo comercial establecido, lo que queda es el eco de conversaciones que expresan la historia y la pasión que hay detrás de cada viticultor. El latido de una profesión abnegada, empresas familiares en la mayoría de los casos, en la que se advierte el impulso de las nuevas generaciones.
La Feria Nacional del Vino (FENAVIN), celebrada del 6 al 8 de mayo, ha demostrado una vez más su importancia en el sector vitivinícola español. Más de 1.900 bodegas se dieron cita en Ciudad Real para mostrar la diversidad y calidad del vino español. La feria se ha convertido en un punto de encuentro clave para los profesionales del sector, donde se pueden descubrir nuevos vinos, establecer contactos comerciales y conocer las últimas tendencias del mercado.
FENAVIN sirvió también para dar a conocer la propuesta de Tomelloso, centrada en el vino, y buscando posicionar esta ciudad como un destino enoturístico clave, aprovechando su patrimonio, sus tradiciones y las nuevas tecnologías, según avanzó su alcalde, Javier Navarro. Se van a habilitar tres cuevas (Mercado Abajo, la Casa de las Letras y la de la casa del pintor Francisco Carretero. Ésta se convertirá en el primer centro de interpretación de las cuevas bodegas de Castilla-La Mancha. Y el Museo del Carro se transformará en el Museo de la Agricultura.
FENAVIN fue un hervidero de actividad, con visitantes que recorrían los stands y degustaban vinos de todas las regiones de España. Nada mejor que comenzar la visita a FENAVIN sin rumbo fijo, descubriendo singularidades y pequeños tesoros entre los numerosos stands de una feria ha llegado ya a su décima tercera edición.
Los vinos de los volcanes manchegos
Una de las bodegas que llamó la atención fue la vinculada a la nueva Denominación de Origen Campo de Calatrava. Javier Muñoz de Cuerva, representante de Bodegas Naranjo (Carrión de Calatrava) que destaca la nueva D.O. Campo de Calatrava, a la que pertenece.
«La Denominación de Origen Campo de Calatrava se caracteriza por sus suelos volcánicos, lo que le da un toque único a nuestros vinos. En nuestra bodega utilizamos la uva Airén, aunque no se percibe una mineralidad tan marcada como en otras zonas volcánicas como Canarias. También tenemos un vino Tempranillo con crianza en barrica americana, con un perfil más mineral, señala Javier Muñoz de la Cuerva. Vinos como Lahar de Calatrava Merlot Cencibel, Lahar de Calatrava Sauvignon Blanc o Casa de la Dehesa 125 años, son algunas de sus elaboraciones.
Rara avis: vino sin sulfitos
Bodegas Parra Jiménez, situada en Las Mesas (Cuenca), es la mayor bodega orgánica certificada de Europa, y es un referente vitivinícola internacional. Pablo explica por qué apostó por esta producción:»Desde el primer momento que empezamos a hacer ecológico, creíamos que era una alternativa diferente a no usar tanto producto químico en las viñas. Cuanto menos producto químico interfiera, más saludable será el vino.»
También comenta qué implica no utilizar sulfitos en la elaboración del vino: «Los sulfitos tienen un papel muy importante en el vino, y aporta muchas cosas buenas para el color y el aroma. Lo refuerzan o lo conservan. En vez de oxidarse el vino, los sulfitos lo que hacen es protegerlo. Para un vino sin sulfitos, el tapón de rosca sería ideal.»
Algunas de sus elaboraciones son Parra Jiménez Crianza 2010 (tempranillo) 100% orgánico, Reserva (tempranillo) 100% ecológico, Verdejo 100% ecológica, Rosado (garnacha) 100% ecológica y Graciano 100% orgánica.
Bodegas Marqués de Griñón: Recuerdo a don Carlos Falcó, un pionero
Las bodegas Marqués de Griñón, ubicadas en Malpica del Tajo (Toledo), son conocidas por su innovación y tradición en la elaboración de vinos. La bodega es famosa por sus vinos de alta calidad, elaborados con uvas como la Cabernet Sauvignon, Syrah y Petit Verdot.
El que fuera su director, Carlos Falcó, Marqués de Griñón, es un referente en el mundo del vino y ha sido un pionero en la introducción de variedades internacionales en España.
Eugenio Suñer, director comercial nacional de las prestigiosas bodegas, trabajó con Carlos Falcó, de quien destaca su espíritu pionero a la hora de desarrollar avances tan grandes como el riego por goteo en el viñedo, que se hacía en Borgoña, y climatizó las salas de crianza; “ciertos recursos que utilizan ahora mismo todas las bodegas pero que en su momento eran impensables”.
“Falcó hizo una revolución en la enología y en la oleicultura. Su labor tiene una proyección en España y en el mundo”, añade Suñer.
Destacar de esta bodega, el Emeritus 2019, buque insignia de la bodega, una mezcla de Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, también envejecido en roble francés. Suma Varietales 2019, procede de Dominio de Valpedusa, (Malpica de Tajo) y las uvas son cabernet Sauvignon, petit verdot y syrah. Moderno coupage de syrah, cabernet sauvignon y petit verdot, del que resulta un vino con mucho carácter, mineral, complejo y persistente.
Requena o la supervivencia tras la dana
La bodega familiar Chozas Carrascal, denominación de origen pago chozas carrascal, se ubica en Requena. Según explica David Pagán, su director, la bodega sufrió graves inundaciones en octubre. La dana afectó la cava subterránea, la sala de barricas y los viñedos, requiriendo extensas labores de limpieza y reconstrucción.
A pesar de esto, la bodega se ha recuperado y participa activamente en ferias, como FENAVIN, para conectar con clientes existentes y potenciales. ¿Y de qué manera estáis emergiendo después de la dana? “Con mucho trabajo, intentando recuperarnos. La lluvia que cayó en varias horas es lo que caería durante todo un año en cuanto al volumen de agua. Nuestra bodega tiene cava subterránea, con lo cual la parte subterránea, sala de barricas y la cava antigua, se inundaron. Hubo pérdidas, sobre todo barricas. Y mucho corrimiento de tierra, con lo cual hubo que reponer y rehacer los viñedos y los muros de contención”, asegura David Pagán.
“Lo que más costó fue la limpieza. El agua, al final con bombas, se sacó de forma relativamente fácil. El problema fue sacar todo el lodo”, explica David.
El Vino “Las 8” se refiere a las 8 variedades tintas que se cultiva en este pago: Monastrell, Garnacha, Bobal y Tempranillo, como variedades tintas españolas y como variedades francesas Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot y Syrah.14 meses en barrica de roble francés y 12 meses en botella.
“Lo que tratamos de hacer es vinificar separadamente. Cada variedad se vendimia en su momento, se procesa, se vinifica en su momento adecuado. Luego envejecen por separado y ya se hace el coupage”.
Los principales clientes de esta bodega son Marruecos, Polonia, República Checa y Bulgaria.
La variedad bobal se está poniendo en valor, según destaca David Pagán: “Estamos muy orgullosos porque es parte de Utiel, la región donde estamos. Al final representa casi un 70% de toda la producción de uva en Utiel. Bobal es a Utiel como la Tempranillo es a Rioja. Es muy importante que esté presente en muchos de nuestros vinos”, concluye.
135 años de Bodegas Franco Españolas
Bodegas Franco Españolas celebra su 135 aniversario. La bodega es muy activa en enoturismo y atrae a unos 65.000 visitantes al año a su ubicación en el centro de Logroño.
«La bodega se fundó en 1890, antes de la denominación de origen Rioja. Nuestra fundación se debe a un enólogo francés, Frederic Anglade, que durante la plaga de filoxera en los viñedos franceses, decide venir a la zona de la Rioja, porque hay muchas similitudes en climatología, en altitud, aquí se asocia con un grupo de enólogos españoles y juntos fundan la bodega. Esto explica el nombre ‘franco-españolas’ de la bodega», afirma Teresa Maroto, del departamento de Comunicación. Destacan vinos como Diamante, el pionero de los vinos blancos semi-semidulces de Rioja, Bordón Viña Sole, blanco, variedad, Viura, Bordón rosado, tempranillo y garnacha, Bordón Crianza y Bordón Reserva, Gran Reserva y Bordon D’Anglade Reserva. .
Olimarum, viñedos de altura y relevo generacional
En FENAVIN, Bodegas Olimarum se ubica en el stand de Diputación de Valladolid. Eduardo Velasco es un joven que regenta la bodega en Canalejas de Peñafiel, un pequeño pueblo de la Ribera del Duero vallisoletana. Velasco señala que es un proyecto único que cuenta con los viñedos más altos de la Ribera vallisoletana, por encima de los 900 metros de altitud. El Vino Olimarum 2020, tempranillo 100%, 12 meses en barrica de roble francés, ha obtenido Premio Zarcillo de Oro 2023. Producción 16.364 botellas numeradas.
La bodega más pequeña
Ricardo Crespo es el joven fundador de EME Bodegas (Fuensaldaña-Valladolid). Esta pequeña bodega elabora vinos a la manera ancestral, utilizando métodos tradicionales como la viga del siglo XVII. Su producción es pequeña, pero EME Bodegas busca darse a conocer en FENAVIN dentro del paraguas institucional que supone el espacio de la Diputación de Valladolid. En la bodega pueden verse túneles a 15 metros bajo tierra, una prensa romana y depósitos de hormigón. La bodega elabora buenos vinos bajo el nombre de Glotón y Fanfarrón y en su mayoría son vendidos directamente en la bodega, tras las visitas de enoturismo.
59 Pequeñas D.O
En FENAVIN se encontraba Tantaka, una bodega de Amurrio (Álava) nacida en 1879, que elabora una amplia variedad de vinos txacolís (tantaka blanco, tantaka diapiro naranja, diapiro verde, petir courbu y tinto).
También estaba presente vino de Salamanca, representado por bodega Cuarta Generación, fundada en 1948; una pequeña bodega artesanal, que se ubica en Sotoserrano. Los vinos están ligados a la Sierra de Francia. Viñas viejas situadas en bancales en el parque natural de las batuecas-Sierra de Francia (Salamanca) El verdadero tesoro está en los viñedos, con cepas muy viejas con variedades autóctonas como la rufete, una variedad sutil que aporta aromas delicados y taninos dulces y suaves que aportan elegancia y complejidad a los vinos.
Pequeñas D.O.’s está formada por un grupo de profesionales con varios años de experiencia en el sector del vino, que quieren impulsar a todas aquellas Denominaciones de Origen del sector, que por su pequeño tamaño no tienen un reconocimiento en el mercado que en muchos casos se merecen. “Esta asociación también ayuda a la recuperación de muchas variedades autóctonas que siguen cultivándose en nuestro país y que pensamos deberían darse a conocer más entre los consumidores”, explica José Luis Hernández, presidente de Pequeñas DO’S.
“Desde Pequeñas D.O.’s queremos ser un paragüas que englobe a estas 59 Pequeñas Denominaciones de Origen y buscar sinergias entre ellas para ayudarlas a afrontar tanto los mercados locales, como el mercado nacional e internacional. Pensamos que sin duda serán más fáciles de afrontar aunando esfuerzos entre todas ellas”, afirma José Luis Hernández, presidente de Pequeñas DO’S.
En Pequeñas D.O.’s están representadas un total de 59 Denominaciones de Origen de 15 Comunidades Autónomas y 31 provincias lo que supone una importante representación de los mejores vinos de nuestro país. Entre ellas, Almansa, Bullas, Calatayud, Campo de Borja, Cariñena, Cigales, Jerez, Jumilla, La Mancha, Lanzarote, León, Málaga, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Monterrei, Navarra, Rías Baixas, Ribeira Sacra, Sierras de Málaga, Somontano, Tacoronte-Acentejo, Toro, Txakolí de Álava, Txakolí de Bizkaia, Txakolí de Getaria, Valencia, Vinos de Madrid o Yecla.