Laila Ripoll, dramaturga y directora, recibía «abrumada y muy agradecida» el homenaje del Festival Internacional del Teatro Clásico de Almagro. Muy emocionada ha recibido el aplauso de un público en pie que abarrotaba el Corral de Comedias.
Recordó cómo hace treinta y tres años pisaba este mismo escenario por primera vez. «En el festival he desarrollado prácticamente toda mi carrera» y mencionó que ha criado a su hijo en el Corral de Comedias «tomando biberones y jugando al escondite», o cómo su padre perdió una matrícula viniendo a Almagro. «Todas las cosas importantes de mi vida están ligadas al Festival» ha añadido emocionada por eso expresaba lo importante que es recibir este homenaje.
Ripoll también ha tenido un momento para recordar a los que ya no están, porque «hay mucha gente al que echamos de menos y que han sido tan importantes». Ha nombrado a muchos compañeros y amigos que estaban entre el publico «esto más que un homenaje parece que vayamos a hacer una fiesta», ha bromeado antes de empezar su intervención, que ha terminado con un sentido abrazo a la directora del Festival, Irene Pardo, que le dedicaba unas palabras previamente destacando su papel como mujer referente en el mundo del teatro.

Pardo ha explicado como Ripoll ha sido la primera mujer que estrenó en el Centro Dramático Nacional en 2004 y veinte años después «ha vuelto a hacer historia» siendo la primera mujer comisario de una exposición del Museo Nacional del Teatro. «Este camino por el teatro, por la cultura que vas desbrozando y que vas dejando esas huellas que van a servir de guía y de referente a otras muchísimas mujeres, de las que tú también cuentas, que nos hurtaron durante la historia, mujeres que no hemos podido tener como referentes y que hemos intentado caminar como hemos podido en esta profesión».
A su vez la ha definido como «guardiana de nuestra memoria a través del teatro» y ha explicado que lleva más de treinta años, investigando, recuperando y reformulando los textos del Siglo de Oro, amando y cuidando las palabras y el idioma. Ha confesado que busca a Laila en un escenario como espectadora porque «me ayuda a completar y comprender la historia, porque lo cuenta con un humor y una pasión que a mi me conmueve, porque tiene esa inteligencia emocional, a parte de ser una persona buenísima, y porque siempre estas del lado de los vulnerables».
Una guardiana de nuestra memoria a través del teatro

Un homenaje muy original, al estilo Micomicón Teatro, compañía de la que es directora artística. Cuando estaba interviniendo la directora del Festival ha irrumpido en el escenario un técnico de sonido con un baúl y ha subido al escenario Mario Llorente, marido de Ripoll y compañero de Micomicón Teatro y de ahí han ido sacando objetos representativos de las distintas producciones artísticas que han servido de hilo conductor para hacer un recorrido muy especial por la carrera de la dramaturga y directora. Han ido pasando por el escenario personas relevantes en su trayectoria, además de recordar a los que no están. Así han intervenido además de Mariano Llorente, Elisabet Altube, Aurora Herrero, Juanjo Artero, Luis Luque, Juan Carlos Plaza-Asperilla y se ha podido escuchar la voz de Nuria Mencía. Como broche final ha recibido el abrazo de su madre Concha Cuetos.

Semblanza de Laila Ripoll
Laila Ripoll nació en una familia profundamente conectada con las artes escénicas. Su padre, Manuel Ripoll, se destacó como realizador y director de televisión, mientras que su madre, Concha Cuetos, dejó una marca indeleble en la televisión española con su papel de Lourdes en la serie “Farmacia de guardia”. Siguiendo esta tradición, su hermano, Juan Ripoll, también se ha forjado una carrera como actor.
Laila se graduó de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) en 1987 y amplió sus estudios en pedagogía teatral en el INAEM, interiorismo en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, y teatro clásico español en la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Esta formación diversa ha influido en su enfoque integral del arte escénico. Junto a su esposo, el actor y dramaturgo Mariano Llorente, y su hijo, Laila ha logrado equilibrar una vida personal plena con una carrera profesional dinámica y exitosa.
Nacimiento de Micomicón Teatro
A finales de los años 80, Laila formó parte del curso fundado por Adolfo Marsillach en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, destinado a jóvenes actores con el objetivo de revitalizar el clásico español. Fue en 1991 cuando, junto a Juanjo Artero, Isabel Gaudí y José Luis Patiño, fundó la compañía de teatro Micomicón. Posteriormente, Mariano Llorente y Santiago Nogales se unieron al grupo.
Micomicón tiene como misión rendir homenaje a los clásicos españoles, inspirándose en compañías británicas como la Royal Shakespeare Company. Laila desempeña múltiples roles dentro de la compañía, incluyendo actriz, directora de escena, escenógrafa, gestora, maestra de actores, dramaturga y dramaturgista, adaptándose según lo requiera cada producción.
Con más de 25 años de trayectoria y más de 20 espectáculos estrenados, Micomicón se ha consolidado como una referencia esencial en el teatro español y ha alcanzado reconocimiento en numerosos países latinoamericanos. Sus producciones abarcan desde obras clásicas y musicales hasta piezas históricas, dirigidas a un público diverso.