Diez o doce bandejas de buñuelos calentitos “por lo menos” se quedan vacías en estas jornadas en torno al Día de Todos los Santos. Ya los vienen pidiendo los clientes “desde hace un mes, nosotros los hacemos desde hace unos quince días antes”, va in crescendo la demanda y ahora es el punto álgido en la venta de estos dulces tradicionales, elaborados en La Deliciosa de manera artesana y natural, sin conservantes.
“Los hay más baratos, pero no están tan ricos como los nuestros, recién hechos”, asegura Ángela, tras el mostrador donde son toda una tentación buñuelos de crema, nata y trufa y huesos de yema, chocolate, praliné y frambuesa.
Empiñonadas -bolitas de mazapán cubiertas de piñón-, pastas de almendra -“también de mazapán con una almendrita arriba”- y el exquisito bocado del marrón glacé -una castaña bañada en azúcar- son otros de los dulces que se elaboran tanto por estas fechas como en Navidad.
Por influencia de México, donde forman parte de las ofrendas en el Día de los Muertos, no hay que perderse el Pan de Muerto, “un panecito muy suavecito y esponjoso”, tipo brioche, con aroma a azahar que se puede encontrar en + Cuqui, de la calle Tinte, donde también triunfan los huesos de santo rellenos de nutella, crema de lotus y, en especial, de pistacho manchego de Crema Cuadrado Crunchy, con trozos de pistacho crujientes, que se puede adquirir, así mismo, en esta pastelería de raíces venezolanas.
Jornadas de mucho trabajo, “nos pasamos el día haciendo buñuelos”, son también en Doña Bolacha, donde se pueden encontrar de crema, nata y trufa, elaborados cien por cien de manera artesanal, sin gluten -utilizando arroz y maíz-, sin lactosa y con la opción de sin proteína de la leche.
Lleno por la mañana el local, Silvia reconoce que se venden buñuelos ‘a tutiplén’ en esta época álgida para las pastelerías, que enlazan con las elaboraciones de Navidad y ya es un “no parar hasta final de Reyes”, festividades para las que, entre otras exquisiteces, preparan polvorones, panetones, roscones de Reyes y tartas de turrón.
Al peso -un kilo, medio o cuarto y mitad- o bien por unidades en bandejas se llevan los buñuelos de crema pastelera y los huesos de santo tradicionales que prepara en esta semana Emeterio de la Pastelería Confitería La Manchega, que levantan el ánimo y gustan sin excepciones “a todo el mundo”.
“De muerte” están los buñuelos de viento, sin relleno que sólo por encargo se elaboran en el Obrador de Tartypas, donde también “te mueres de gusto, feliz” con los de crema, nata y chocolate que llevan desde después de la festividad del Pilar proporcionando a sus clientes. Igualmente, “de vicio” están las castañas glaseadas, marrón glacé, y unos huesos de santo muy ligeros, con mazapán “muy finito” para emular el recubrimiento óseo de la yema interior.
Hay que “ponerse un límite”. Son huesos de ‘ten cuidao porque como empieces a comer no paras’, admiten, al tiempo que reconocen cómo, por tradición, estos dulces están estrechamente ligados a la visita al camposanto. “Muchísima gente va al cementerio y, cuando salen, acuden a por buñuelos o huesos de santo”, posiblemente para reponer el ánimo, costumbre que confían en que se mantenga.
También lo desea, que “no se pierda la tradición de nuestros tatarabuelos”, Enrique Cruz de Enrypas, en la Plaza Mayor, que no para de hacer huesos de santo porque estima que “viene un fin de semana a tope” y no quiere “quedarse corto”.
Que haga “fresquito”, sin que llueva mucho, les viene bien porque anima a decantarse por unos dulces tradicionales que “cada vez” vende más como los buñuelos de crema, chocolate, nata y trufa y los huesos clásicos de yema, así como de chocolate, frambuesa y avellana.
No menos ricas están las figuras de chocolate con motivos de Halloween que suelen preferir los chavales como de fantasmas, calabazas, momias y brujas, sin olvidar la piruletas de chocolate blanco, negro y con leche de calaveras, arañas, dedos y fantasmas, a las que luego añade un motivo naranja, de chocolate con sabor a naranja. “Se venden muchísimo y están mortales”.
“Por lo menos, más de veinte kilos de buñuelos” se despachan al día en estas jornadas en torno a Todos los Santos en panaderías como la de Pan Real de la calle Toledo. “Como están tan buenos, hay que llevarse más porque te saben a poco”, los buñuelos, liderando las preferencias los de crema y nata, aunque hay parroquianos conquistados por los rellenos de dulce de leche, nata y pistacho, chocolate y la nueva incorporación de galleta Lotus. Otras preferencias se dirigen a los huesos de santo de yema o chocolate o los empiñonados, bolitas de mazapán con piñones, sin quedarse muy atrás opciones como los rosquillos fritos, enaceitados y pastas de canela.
Las propuestas para Halloween también están presentes con donuts y berlinas rellenas de chocolate o crema decoradas con telarañas y calabazas, que encantan a los niños. Por ejemplo, si en el colegio les dicen que se animen a llevar desayunos terroríficos, estos dulces que están bien ricos sacan a la madre “del apuro”, comenta Ángela.