“No fue un actor ‘progre’, sino un hombre que se ganó su puesto con mucho esfuerzo y sin una sola subvención, lo que es un gran mérito. Y consiguió lo más importante que puede tener un comediante, que es llenar los teatros gracias a esa atracción extraordinaria sobre el público”, ha explicado en declaraciones a Europa Press el dramaturgo, quien dirigió a Fernández en un montaje de ‘Don Juan Tenorio’ en 2014.
“Pensaba que era una obra escrita para él, porque se trata de un actor formidable, un gran seductor del público y una persona encantadora”, ha señalado, para luego recordar esa experiencia como “algo formidable”. “El público acababa completamente admirado, tenía un don muy poco común que solo le sucede a los grandes”, ha apuntado.
“Era un trabajador incansable, un hombre con una relación formidable con sus colegas e incluso los actores jóvenes quedaban seducidos por su magnetismo sin casi decir nada”, ha aseverado. Boadella ha calificado la pérdida del actor de “lamentable”.
“Pero tenemos que pensar que ha muerto casi sobre las tablas y siendo un hombre de 90 años todavía guapo, elegante y seductor, como nos gustaría a muchos morir así”, ha concluido.