Catalogado como el médico del Rey, el doctor Ángel Villamor es un eminente traumatólogo que dirige la clínica iQtra Medicina Avanzada. No sólo ha tratado al rey emérito Don Juan Carlos, sino también a multitud de personajes conocidos, entre deportistas, toreros y otras personalidades. Apasionado de su profesión, ha ido interiorizándola desde niño, ya que sus padres, ambos, eran médicos, hasta llegar a ser uno de los mejores especialistas a nivel mundial en traumatología, un médico, sin duda, Real y muy real.
Acaba de recibir la Medalla Europea al Mérito en el Trabajo. ¿Qué siente con este premio?
Todos los premios que recibo son, sin duda, premios ganados y merecidos por todo el equipo de iQtra y así lo celebramos, como el éxito con cada paciente atendido en nuestro centro.
He leído que también fue su equipo el primer equipo español premiado en la Academia Americana de Traumatología. ¿A qué se debe esta distinción?
Desde hace años me plantee el tratar a cada paciente, incluyendo al paciente mayor que precisa de una prótesis de rodilla o cadera, con las mismas técnicas que empleamos con un deportista de élite. El tratar a deportistas y atletas profesionales nos ha dado, desde nuestros principios, ocasión para pulir protocolos de actuación e incluso investigar nuevos tratamientos. Y esto nos permite investigar y mejorar todo lo que hemos aprendido.
¿Qué le llevó a decantarse por la medicina?
El haber mamado entre conversaciones de médicos, pues mi madre y mi padre lo eran, hizo que la medicina siempre fuera mi pasión desde niño. Este ambiente, sin lugar a dudas, despertó mi inquietud por el conocimiento del cuerpo humano y su salud.
¿Y por qué la especialidad de traumatología?
El abuelo ebanista hizo que mis habilidades manuales destacaran desde la infancia. Esto unido a mi pasión por el deporte y la actividad física, fueron los detonantes de una inclinación absoluta por la cirugía traumatológica.
Cuéntenos como fue su infancia. ¿Era un chico deportista, el empollón de la clase…?
En mi época, como creo que sigue siendo, el acceso a Medicina por la Universidad Autónoma, estaba restringido a los que habíamos destacado en el cole con matrículas. En cuanto a mis fines de semana, los pasé entregado al deporte.
¿Qué es lo que más le satisface de su trabajo?
Creo que el input diario de cada paciente agradecido tanto por el resultado de un tratamiento como por la demostración de mi entrega a su caso. Este es el aliciente que te hace coger energía de un paciente para a otro, tanto en la consulta como en el quirófano.
¿Cómo llegó a ser cirujano del rey emérito?
Don Juan Carlos llegó a nuestra clínica con mi currículum en la mano para solicitarme. Es un hombre meticuloso y celoso de la precisión en cada gesto.
¿Qué cirugías le ha realizado?
He tenido que realizarle varias intervenciones y supervisar sus respectivas rehabilitaciones: en su rodilla derecha, a consecuencia de una artrosis que arrastraba desde un accidente de esquí en el 92, teniéndole que poner una prótesis; por rotura del tendón de Aquiles, intervenida de urgencia; en sus dos caderas, la derecha por rotura y la izquierda debido a su artrosis, habiendo que ponerle prótesis en ambas; y una operación de columna. Un año después, sufrió una infección en la prótesis de su cadera izquierda y tuvimos que recambiarla por otra nueva, con la colaboración del entonces jefe de la clínica Mayo de EEUU como referencia mundial en este tipo de operaciones.
¿Qué cualidad destacaría de Don Juan Carlos?
Como ya he dicho, su pulcritud por lo bien hecho. Es una cualidad que creo que supera incluso su tan conocida facilidad de trato. Es un hombre observador e intuitivo como pocos.
¿Se considera un pionero en su campo?
Desde niño conocí la medicina como un compromiso con la superación y la búsqueda de la excelencia. Aunque nunca estamos en la perfección, siempre aprovecho cualquier ocasión para llenar esta necesidad.
Madrugo para leer lo último de mi especialidad y, en cuanto se dé alguna técnica nueva, viajo a conocerla in situ. Así hace todo mi equipo desde hace más de quince años.
¿Qué nos puede decir sobre la clínica iQtra medicina avanzada que dirige? ¿Qué tratamiento realizan allí?
Somos un equipo que ha ido labrándose y creciendo poco a poco, y ahora somos más de 40 profesionales dedicados a la salud del aparato locomotor.
Todos nosotros nos ocupamos de estar a la última en traumatología, medicina deportiva, fisioterapia, osteopatía, podología y biomecánica, nutrición, psicología y reumatología principalmente.
La inquietud por estar a la última, compartir semanalmente avances conocidos y discutir cada caso, y con ello diseñar el mejor de los tratamientos para cada paciente, es sin duda nuestra marca.
¿En qué temas está centrado últimamente?
Bueno, hoy al acabar quirófano, marcho a Frankfurt donde, desde hace cinco años, dirijo un curso práctico en cadáveres de artroscopia de cadera.
Pero el tema que realmente ocupa mi inquietud y la de todo el equipo de iQtra en estos últimos cinco años es la Unidad de Preservación Articular. En ella nos ocupamos de emplear todas las últimas técnicas y tecnología para alargar la vida de nuestras articulaciones. Existen muchos recursos no quirúrgicos que pueden frenar el deterioro de articulaciones tan importantes como la rodilla o la cadera tanto en el anciano como en el deportista.