La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha hecho este miércoles un llamamiento a «cuidar» y «prestigiar» las instituciones democráticas y ha advertido de que, si bien el «disenso» es legítimo, no puede utilizarse para «justificar la pérdida de respeto al adversario político ni a las instituciones que éste representa».
Batet ha lanzado este mensaje durante la presentación en el Congreso del ‘Informe sobre la democracia en España’, en su edición correspondiente a 2021, que ha elaborado la Fundación Alternativas, y que concede a España una nota de un 6,2 en calidad democrática.
«Es saludable del debate sobre el disenso, tiene que haberlo en una verdadera democracia, pero no todo puede ser disenso ni éste puede justificar la pérdida del respeto al adversario político ni a las instituciones que éste representa», ha subrayado Batet, para avisar a renglón seguido de que «estas líneas rojas se cruzan con demasiada frecuencia en la política española».
A su juicio, eso explica el alto grado de rechazo que los políticos generan entre la ciudadanía y que se pone de manifiesto, por ejemplo, en los barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Para la presidenta de Congreso, existe una contradicción entre la certificada consolidación de la democracia española y el hecho de que la ciudadanía tenga una mala percepción de sus representantes políticos.
NO FALLAN LAS INSTITUCIONES, SINO SUS REPRESENTANTES
«España es una democracia madura y de las más asentadas y evolucionadas, pero la opinión pública española es más crítica que nunca con los políticos y la política, que supone una preocupación grave para más de la mita de la población por encima incluso del paro o cualquier otro problema económico o social», ha dicho.
En su opinión, la percepción general es que «no están fallando las instituciones» pero sí «al menos sus representantes» y, ante esto ha propuesto una doble receta: respeto por el funcionamiento correcto de esas instituciones y ejemplaridad de los representantes.
«Cuanto más nos esforcemos en ejercer con responsabilidad y más y mejor ejemplo demos, mejor servicio haremos a la calidad de la democracia; si la ejercemos desde la polarización y el enfrentamiento estaremos poniendo en peligro el capital básico de los sistemas democráticos: la confianza», ha señalado.
Por eso, ha llamado a «reconocer la legitimidad del otro, aceptar los resultados electorales» y a «no perder nunca la capacidad de llegar a acuerdos y consensos» y ha lamentado que en lo que va de legislatura se ha «padecido demasiado la política de la confrontación y el disenso».
CONSENSOS EN MATERIAS TRANSVERSALES
Batet ha admitido que esa es una tendencia general y que esto no sucede sólo en España, pero ha hecho hincapié en que «no todo puede ser disenso» y en que los representantes políticos lo pueden hacer «muchísimo mejor» por ejemplo, cooperando en «materias transversales en beneficio de la ciudadanía, alcanzando un cierto consenso «entorno a la alternancia en el poder y la legitimidad de las distintas opciones».
«Podemos plantear los debates expresando con total libertad que opinamos diferente sin faltar al respeto al adversario ni a las instituciones que representamos. Podemos optar por ser un factor positivo en la configuración de nuestra democracia, en lugar de uno disruptivo. Se lo debemos a la ciudadanía», ha concluido la presidenta del Congreso.
